Brandon miro cuando Yelaím se bajó del bus. El enorme cambiaformas lo había estado vigilando, pues algo había cambiado desde hacía unas semanas en aquel muchacho, de alguna forma se miraba más seguro, más maduro y más atractivo de una forma varonil. Eso despertó en Brandon su curiosidad, haciendo que este no pueda resistirse a llamarlo.
Por un segundo creyó que el joven n o se iba a detener, pero lo hizo y cuando Yelaím lo miro con esos tan peculiares ojos, Brandon sintió que el mundo era diferente como aquel muchacho.
—Voy para el supermercado, dijo Yelaím sonriente, no era una sonrisa plena sino una que se da por cortesía, pero al menos el muchacho ya no parecía orinarse en los pantalones.
—Lo sé, dijo serio Brandon mientras Yelaím apuntaba hacia el lugar, —yo también iré a hacer unas compras.
Bajó la velocidad de la motocicleta, afortunadamente no era un tramo largo, —¿Vamos?, señalo el camino Brandon.
Yelaím camino a lado del cambiaformas, —¿Es tu día de descanso?, preguntó el joven mientras entraban al local.
—Sí, Brandon respondió lacónico, pero su mirada no dejaba de notar a ese apuesto muchacho.
—También el mío, por eso después de haber ido con el Doctor Blanco, he decidido venir a hacer algunas compras para la semana.
—Bien, fue toda la respuesta que ese tanque con patas pudo decir y Yelaím empezaba a sentirse incómodo.
—Después de unos minutos y varios pasillos, Yelaím se encontraba cómodo con el silencioso cambiaformas que lo seguía sin perderle la mirada, haciendo que el andar por el supermercado arrastrando un carrito le hiciera sentir como si fueran una pareja.
—¿Hace mucho que vives aquí?, Yelaím caminaba junto al oso que dos veces ayudo a una mujer mayor a alcanzar un condimento y a un niño pequeñito lo colocó con la correa en su carriola mientras este huía de su madre.
—Toda mi vida, mis madres se unieron al padre de Khalé luego de ser expulsadas por ser una pareja lesbiana.
Yelaím miro a Brandon con simpatía, nunca se imaginó que el enorme oso hubiera crecido siendo criado por dos osas.
—¿Tus madres viven en el pueblo?, Brandon le dio a Yelaím un frasco de salsa de espagueti que este no alcanzaba.
Este lo tomó y lo colocó en su carrito. —Mis madres vivieron aquí durante muchos años y ellas murieron hace tres años en un accidente. Venían de ver a mi abuela.
La forma tan calmada en que Brandon lo dijo también causó asombro en Yelaím quien seguía con esa mirada de comprensión, pero no de lastima.
—Lo siento, imagino que no es fácil estar de pie, Brandon miró al joven frente a él y por un momento quiso derrumbarse y reposar su frente en el hombro de aquel tipo tan nervioso y tan amable y decirle que extrañaba cada día a sus madres a pesar de estas morir cuando él era un adulto. Pero Brandon solo pudo apretar los puños y siguió su camino, de alguna forma confiaba en que Yelaím caminaría detrás de él.
—¡Mamá!, Yelaím saludo a su madre que se encontraba en una de las cajas.
Disha Wordik saludo efusiva a su hijo, hasta ese momento Disha no había reparado en el enorme pelirrojo que miraba callado aquella escena en silencio.
—¿Harás la cena al llegar?, la madre de Yelaím tomo el frasco de espagueti junto con las otras compras, hasta que vio que su hijo se giró para que este empezara a colocar otras compras que ellos usualmente no ocupaban, en la cinta.
—No me dijiste que venías acompañado Yelaím, la voz de la mujer era de todo menos cálida, y su mirada podría partir una secuoya si se lo propusiera, pero eso no intimido a Brandon quien la miró por un momento y asintió a modo de saludo.
—Es Brandon mamá, el tipo que nos arregló la tubería y también es mi compañero de trabajo.
Disha sacó la cuenta de Yelaím quien pagó y tomo sus bolsas mientras por alguna extraña razón esperaba a Brandon, como si quisiera defenderlo de su muy desconfiada madre.
Tal pensamiento le hizo reír pues con solo ver la abismal diferencia de tamaños, era obvio quien tendría ventaja, pero ante todo le encanto ver al oso todo sumiso mientras con la cabeza baja entregaba sus compras.
Y quiso proteger al enorme tipo que parecía ser un hombre lleno de conocidos, pero de muy pocos amigos y de pronto deseo ser uno de ellos, ya que el tipo era alguien apacible y digno de confianza, su apariencia también provocaba que los demás lo juzgaran.
—Mamá, Brandon está invitado para cenar con nosotros en estos días.
Tanto el enorme oso grizzli como la pequeña venado, se miraron con cierta desconfianza, tal parecía que era otra quien necesitaba las terapias y avanzar.
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En las garras del amor, Libro 1 saga cambiaformas enamorados
Historia CortaSinopsis Primera historia de tres. Serie cambiaformas enamorados. Brandon Swartz es un tipo bastante popular en su comunidad y es que al estar en una ciudad tan tolerante y receptiva ha tenido tiempo de crearse fama de jugador. Abiertamente gay y co...