5. Buena oferta, Ryan feliz.

158 10 0
                                    

RYAN

Desperté al sentir una mano tocar mi entrepierna, esta chica no se cansaba. La observé y un breve chillido se escapó de mi boca, Dios que mal se veía por las mañanas.

Recordé la noche pasada y no pude evitar sentir asco de mí mismo, ¿Es en serio? ¿Tener sexo con una chica mientras piensas en otra? Qué más da, Sarah no se valoraba por sí misma.

Me miró provocativamente.

-¿Repetimos? –dijo tocando mi rostro.

No iba a ceder, había olvidado por completo el objetivo por el cual vine hasta acá.

-Vamos a salir hoy. – dije sin mirarla, no quería otro susto por las mañanas.

-¿Una cita? –dijo entusiasmada, pero su cara cambio completamente- Ryan, tú no eres de citas y menos conmigo, lo nuestro es follar y ya está ¿Por qué una cita?

-Nunca te dije que fuera una cita, no te ilusiones. – dije mientras caminaba en dirección a mi ropa- Simplemente saldremos como... dos conocidos.

-¿Dos conocidos? – dijo fingiendo pena- Ryan tú fuiste el primero.

Que mal mentía, se acostó con todos en el internado, incluyendo al Director. Sí señoras y señores, así de puta.

-El primero que te dio un buen polvo –dije abrochando mi camisa-  Pasaré por ti a las 6:30 y por favor saldremos a un lugar distinto, no a un Cabaret.

Y sin decir más, salí de su habitación.

Los pasillos del internado estaban completamente vacíos, sin contar al servició de limpieza. Me dirigí a mi habitación, abrí la puerta de esta y me sorprendí al ver que Lucy estaba tendida en el suelo con su pijama de ositos y  su almohada  ¿Acaso esta chica no puede ser normal?

Me acerqué cautelosamente y moví el cabello que no me dejaba contemplar su rostro. A diferencia de Sarah, Lucy no dormía con maquillaje y siempre estaba hermosa por las mañanas, sus labios entre abiertos me incentivaban a besarla, pero joder no podía.

Aprovechándome del momento, observé detenidamente su cuerpo, el cuerpo que algún día yo tuve y no lo supe valorar, tal como a ella.

Estaba tan perdido en mis pensamientos que no me percaté de que ella se había despertado y me miraba sonriente, un momento... yo conocía esa sonrisa.

-¿Disfrutando de la vista? –dijo flectando sus largas, preciosas y contorneadas piernas que me vue... Ok, me estoy yendo del tema.

-Claro que no, me acabo de dar cuenta de algo.

- ¿Ah sí? – dijo frunciendo el ceño.

-Sí, Sarah está mucho más buena que tú. –dije con una sonrisa victoriosa.

Dejó escapar una breve risa.

-Eso no es lo que piensa James.

¿James? ¿Dijo James? ¿Acaso ese idiota le dijo lo buena que está? Uno más para mi lista negra.

-Preciosa... - dije haciendo contacto visual- James no piensa.

-Claro que lo hace. –dijo desviando su mirada hacia el pequeño reloj que se encontraba en la pared- Mierda, mierda, mierda. –dijo levantándose de un salto.

La miré incrédulo, que graciosa se veía en ese pijama.

-¿Qué ocurre? –pregunté.

-Las clases, las venditas clases. –dijo buscando su uniforme, iba a desvestirse cuando se percató de mi presencia- Lárgate.

KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora