4. Golpe y borrachera.

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-No se ve tan mal. –Escuché una voz femenina.

-¿Qué? ¿Hablas en serio?, está fatal. –pude distinguir la voz de Ryan.

No recordaba nada de lo ocurrido, solo el golpe en mi cabeza. Entreabrí un ojo y pude divisar el rostro de Ryan y de la doctora, pero en la habitación se encontraban dos personas más, a las cuales no conocía.

-¿Lucy? ¡Lucy estás viva! –dijo Ryan abalanzándose sobre mí.

-Suéltame idiota. –dije tratando de esquivarlo.

-Señorita Wefersson, ¿Cómo se siente? –dijo la doctora.

-Me duele un poco la cabeza, ¿Qué ocurrió? –dije intentado ponerme de pie, pero el chico al cual no conocía me lo impidió.

Lo miré incrédula.

-Te has dado en la cabeza con mi casillero mientras corrías. –dijo el chico desconocido- Soy James, un gusto.

James parecía un chico tranquilo, vestía un jersey y un pantalón Pull and Bear, era realmente guapo. Me quedé viéndolo por un momento hasta que Ryan intervino.

-Lucy, necesito aclarar algo contigo. -dijo apartando a James- Es importante.

-Wefersson, ya te puedes ir, eh analizado tu situación y no es nada grave. –dijo la doctora- Pero ten más cuidado para lo próxima.

-Lo tendré, se lo aseguro.

James me tendió su mano y gustosamente la tomé.

-No, tú te vas conmigo. –dijo Ryan- Ya bastante tengo con este personaje.

-Me llamo James. –dijo éste tratando de llamar su atención.

-Me interesa poco tu nombre, intentas ligar con mi chica.

Y si las miradas mataran, les aseguro que James estaría bajo tierra.

-¡Oh, vamos chicos! No iniciarán un altercado ahora. –dijo la chica- Por cierto, soy Kimberly. –me dedicó una sonrisa- Hermana de Ryan.

¡Oh mi Dios! ¿Su hermana? Nunca insinuó tener una. Y lo peor del caso es que creo haber sentido celos de ella.

El hecho de hallarlos juntos en nuestra habitación me hizo sospechar numerosos sucesos entre ellos, pero de algun modo me sentía privilegiada de conocerla, ya que si Ryan  disimuló todo éste tiempo era por una razón convincente.

-Kimberly, ¿Podrías llevarme a mi habitación?. –dije tímida, quería conocerla, necesitaba conocerla.

-Claro. –dijo extrañada- Los veo luego chicos, y no monten una escena.

A medida que caminábamos pude oír la conversación de Ryan y James.

-Me prefiere a mí, quítate del camino o no respondo. –amenazó Ryan.

-Joder, ¿acaso no has visto cómo te observa? Amigo, te odia. –dijo palmeando su hombro.

¿Lo odiaba? Eso era lo que yo quería creer, pero Ryan fue muy importante en mi vida, tal vez era hora de olvidarlo completamente.

No podía pensar con claridad, por una parte está Patrick que además de ser guapo, es caballero y dulce. Sé que a James no lo conozco en absoluto, pero su mirada se me hacía muy conocida, esa mirada tan penetrante la había visto en algún lado. Y por último... Ryan, el que alguna vez fue la razón de mis sonrisas, pero término siendo un imbécil.

-¿Lucy? –la voz de Kimberly me sacó de mis pensamientos- Seré directa contigo, cuando estábamos con la doctora sentí tensión entre mi hermano y tú ¿Puedo saber qué ocurre? Ryan no tiene los cojones de decírmelo y ya estoy harta de tanto misterio. –Dijo moviendo sus manos exageradamente.

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