DELTA [Chanbaek]

I

Wendy era una beta comadrona, actividad que venía arraigada desde hacía generaciones en las mujeres de su familia.

Servían en una manada, atendían el parto de los omegas y su cuidado posparto.

Hasta que un día, con el avance de la ciencia, a las comadronas se les fue prohibido realizar su deber, sosteniendo que sólo los médicos podrían atender los partos.

Como estas no daban el brazo a torcer, empezó la persecución, muchas de ellas terminaron en cárceles y las que corrieron con mejor suerte escaparon.

Como fue el caso de Wendy.

Que se había asentado en una modesta cabaña en medio del bosque, rodeada de naturaleza como le gustaba, alimentándose de lo que la tierra le proveía y de vez en cuando yendo al pueblo de los betas.

Hasta que una hermosa loba blanca apareció en su camino, en una de sus tantas caminatas en busca de hierbas y plantas medicinales.

Estaba muy cansada, sin fuerzas, desangrándose.

Sin pensarlo puso en práctica su actividad que hace mucho no ejercía en cambiaformas, al ver el gran bulto que tenía la omega en la zona del vientre.

Asistió a la omega, ella parió con las últimas fuerzas que le quedaban.

-Su nombre es Baekhyun- había dicho con su último aliento, una vez se había transformado a su cuerpo humano, y aquellas fueron sus últimas palabras antes de partir.

Y así fue como Wendy quedó a cargo de aquel lobito blanco llamado Baekhyun.

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Cuidar a ese bebé rechoncho no fue tarea fácil, correteaba por todos lados, tanto en su forma lobuna como humana, haciendo travesuras por toda la cabaña.

A los 5 años, se presentó como omega, debido a su contextura menuda y pequeña era más que evidente.

Un pequeño glotón, curioso que amaba hacer preguntas y saber de todo, bastante inquieto y travieso.

Pero un lobo necesitaba una manada, y él había nacido fuera de ella.

Wendy sabía de las pocas probabilidades que tenían de aceptarlo aunque igualmente se arriesgó. Lástima que no salió nada bien, el alfa líder casi lo ataca.

Lastimosamente Baekhyun no sería aceptado en ninguna manada de lobos y en el pueblo de los betas tampoco.

Cuando era niño su nana le rogaba que mantuviera su forma humana, para evitar inconvenientes con los betas, pero un día mientras jugaba con un grupo de niños, se le ocurrió un juego, perseguir a sus amigos en su forma lobuna, una especie de atrapadas, su intención era sumamente inocente, pero nadie en el pueblo lo tomó bien.

Inmediatamente se le negó la entrada al pueblo.

Sin alguna manada ni pueblo al que concurrir, su único y más fiel hogar era el bosque y la pequeña cabaña la cual su nana lo había criado.