Dulce Caos

9. 秋（三）/ Otoño (Tercera parte)

By Eachandeverydimension

Un día placentero cerca de finales de octubre, Jiang Yanli recluta la ayuda de Lan Wangji para distraer a Wei Wuxian de los preparativos para la celebración de su cumpleaños. El decimocuarto cumpleaños de Wei Wuxian cae un sábado y Jiang Yanli, Jiang Wanyin y el resto de los discípulos planean decorar el salón principal para su cumpleaños. La responsabilidad de Lan Wangji será ocupar a Wei Wuxian y mantenerlo alejado del Muelle del Loto hasta la hora de la cena.

Lan Wangji duda seriamente que Wei Wuxian se olvide de su propio cumpleaños, y le expresa este sentimiento a Jiang Yanli.

Ella sólo sonríe y dice: "Puede que nuestro Xianxian tenga una lengua habladora y un excelente cultivo, pero lo único que le falta es una buena memoria, especialmente cuando se trata de cosas sobre él mismo. Si lo mantienes alejado de la casa propiamente dicha, te garantizo que se sorprenderá".

Lan Wangji no es capaz de deshacerse de todas sus dudas, pero asiente sin dudar, confiando en Jiang Yanli.

Se dirige a otro rincón de la sala principal, haciendo señas a unos cuantos discípulos para que lo decoren mientras continúa. "Gracias por aceptar ayudarnos, Segundo Joven Maestro Lan. El año pasado tuvimos que fingir que había perdido un pendiente en el mercado. Fue toda una producción, y A-Cheng casi arruina toda la sorpresa".

Lan Wangji puede imaginar la escena con demasiada facilidad: Wei Wuxian recorriendo el mercado y con todo corazón en busca del inexistente pendiente de Jiang Yanli, con toda su devoción, como lo hacía siempre que algo involucraba a su hermana. La forma en que habría estallado ante los intentos poco entusiastas de Jiang Wanyin de seguirle la corriente, y cómo el corto temperamento de Jiang Wanyin podría haber resultado en una sorpresa estropeada.

Jiang Yanli empuja a Lan Wangji fuera del salón principal y le señala la dirección de la habitación de Wei Wuxian. "¡Recuerda, tráelo aquí a la hora de la cena!"

La hora es todavía temprana: sólo las siete de la mañana, demasiado temprano para que Wei Wuxian esté despierto en un fin de semana. Si Lan Wangji lo despierta ahora, sin duda estará de mal humor.

Mientras camina fuera de la habitación de Wei Wuxian, Lan Wangji considera sus opciones. Desgraciadamente, no sabía que el cumpleaños de Wei Wuxian era hoy hasta hace treinta minutos, cuando Jiang Wanyin le tendió una emboscada después de terminar su entrenamiento matutino. Por ello, está lamentablemente mal preparado: no tiene ningún regalo, ni tiempo para adquirir uno ya que estará acompañando a Wei Wuxian todo el día. Además, no tiene ni idea de lo que podría gustarle como regalo de cumpleaños. Lan Wangji se ha acostumbrado a comprarle a Wei Wuxian todas las cosas que le llaman la atención en el mercado y, a estas alturas, seguramente ya no le queda nada.

En su pánico, lo único que recuerda son las comidas favoritas de Wei Wuxian: el tofu mapo picante (麻婆豆腐) de la posada frente a la floristería, la sopa de raíz de loto y costillas de cerdo de Jiang Yanli, y las albóndigas de sopa al vapor (小笼包) de una tienda metida en uno de los callejones que bordean la calle principal de Yunmeng.

Qué más hay... Lan Wangji se rebanaba los sesos, con pasos lentos y medidos mientras caminaba fuera del umbral de la habitación de Wei Wuxian. Atrae las miradas curiosas de los pocos sirvientes que pasan por allí, pero ninguno de ellos le presta atención, sino que se alejan para realizar sus tareas.

Se detiene en seco. Por supuesto. Tortitas de cebolleta (葱油饼).

Era uno de los temas favoritos de Wei Wuxian: hablaba con entusiasmo de las tortitas de cebolleta que sólo se vendían los fines de semana en el mercado, de lo perfectamente crujientes y saladas que eran por fuera, y de lo esponjosas que estaban por dentro, rellenas de cebolleta picada, fragante y suculenta. Luego, por supuesto, seguía quejándose de que siempre se agotaban cuando llegaba al puesto del mercado.