6. 夏(五)/ Verano (quinta parte)

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By Eachandeverydimension

Cuando regresan al Muelle del Loto, las cosas no cambian. Lan Wangji pasa todo su tiempo libre en compañía de Wei Wuxian. Los días siguen siendo sofocantes, y las tormentas eléctricas llegan al valle con la suficiente frecuencia como para que Lan Wangji aprenda a leer las señales de una tormenta que se avecina por el patrón de las nubes.

Un día en particular, Lan Wangji quiere leer y Wei Wuxian quiere estar afuera, así que en común acuerdo se trasladan desde la habitación de Lan Wangji al Pabellón de la Belleza Crepuscular. El pabellón es lo suficientemente tranquilo para que Lan Wangji se concentre en su lectura, y lo suficientemente divertido para mantener ocupado a Wei Wuxian, así que ambos quedan satisfechos.

El tiempo pasa en un cómodo silencio mientras Lan Wangji se concentra en un tratado de historia de la secta Lan. Hace tiempo que renunció a enseñarle las reglas de la secta Lan a Wei Wuxian; parece que la única razón por la que recuerda alguna de ellas es para poder dar réplicas bien razonadas a Lan Wangji cada vez que cita una regla. Lan Wangji ha dado a Wei Wuxian por perdido, es simplemente un espíritu libre al que le fastidian demasiadas reglas, aunque le vendría bien un mayor sentido de la autocontención y precaución. Su tío tendrá mucho trabajo cuando Wei Wuxian llegue a los Recesos de las Nubes en la próxima primavera.

Mientras Lan Wangji estudia, Wei Wuxian intenta atrapar libélulas. Se agacha a lo largo del camino, con la red preparada para atrapar a los insectos de color joya y alas de telaraña que revolotean entre las hojas de loto. La mayoría de las veces fracasa: las libélulas vuelan demasiado erráticas y rápidamente para que pueda predecir su próximo movimiento, y Lan Wangji sospecha que la red es demasiado pequeña para la amplia cobertura de las libélulas. Wei Wuxian sólo lo consigue una vez, ahuecando las manos alrededor de una libélula de color amarillo dorado y corre sin aliento para mostrársela a Lan Wangji. La libélula permanece quieta durante un instante, el tiempo suficiente para que Wei Wuxian se quede boquiabierto ante el maravilloso brillo de sus alas doradas y para que Lan Wangji admire las intrincadas venas de sus alas antes de que eche a volar en una ráfaga, acompañada por el sonido de su frenético crujir de alas.

Después de eso, Wei Wuxian se cansa de la entomología y se extiende por la mesa del pabellón, perdiéndose en sus fantasías hasta que se queda dormido. Cuando Lan Wangji baja su libro, es porque la luz del día se ha desvanecido y ya no puede leer sin esfuerzo. Sin que lo notara, una tormenta se ha acercado a ellos, y Lan Wangji puede ver el frente de la tormenta a medida que se acerca, las gotas de lluvia que golpean la superficie del agua se acercan cada vez más, hasta que, con un sonido apresurado, envuelve también el pabellón.

La lluvia lo envuelve todo, gruesas cortinas de agua que caen del cielo, tan densas que Lan Wangji sólo ve la mínima sombra en la distancia donde se encuentra el edificio principal. Así, rodeados por todos lados por el sonido y el agua de la tormenta, se siente como si él y Wei Wuxian hubieran sido expulsados a su propia isla privada, como si no existiera nadie más allá de este pequeño pabellón.

Wei Wuxian sigue durmiendo, el ruido blanco de la tormenta probablemente contribuye a la solidez de su sueño, y Lan Wangji aprovecha la oportunidad para dejar que sus ojos recorran la figura que descansa ante él sin que nada le impida ser sorprendido mirando. Las pestañas de Wei Wuxian son oscuras y rectas, se posan en su mejilla y se agitan ocasionalmente en el sueño. Su pelo es una cortina de tinta que salpica la superficie de la mesa, y Lan Wangji tiene que apretar los dedos para controlar el impulso de pasar los dedos por él y ver si realmente es tan sedoso como imagina. Los labios de Wei Wuxian ligeramente separados en su sueño, son una tentación de la que Lan Wangji tiene que apartar los ojos.

No se puede negar. Lan Wangji se siente realmente atraído por su prometido, aunque tenga que luchar contra esos pensamientos cuando lo único que hace Wei Wuxian es echarse una siesta delante de él. En seis cortos meses, Wei Wuxian ha dejado una marca imborrable en la conciencia de Lan Wangji. No se imagina volver a los Recesos de las Nubes sin él. Sería demasiado tranquilo, demasiado aburrido, demasiado carente. Wei Wuxian ha inyectado vida a la existencia ordenada y seria de Lan Wangji.

Dulce CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora