once

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JungKook estaba muy nervioso después del desayuno con su pareja, éste veía la televisión acostado en su pecho mientras movía sus piecitos y reía suavemente a causa del programa que veía, era un viernes aparentemente normal con un pequeño Omega feliz y un Alfa preocupado.

Parte de su familia habían decidido hacer un viaje de trabajo y él era quien más importancia tenía por lo que era el que debía asistir sí o sí, dejándole en una situación crítica y difícil. No podía llevar a su Omega y arriesgar a los cachorritos, ellos estaban más seguros en casa, bajo el cuidado de Tae y su cálido nido. Pero resultaba tan preocupante dejarle solito.

Muchas cosas de su día a día son imposibles de hacer sin ayuda, el desayuno siempre lo hace JungKook, normalmente son frutas o cereales, algunas veces tostadas o incluso batidos, acompañados siempre de sus vitaminas. Sabe que Tae sin vigilancia no seguirá al pie de la letra las píldoras diarias. Además, para cada baño, Kook le ayuda a lavar su cabello y a salir de la bañera, también le seca y coloca su pijama, ¿y si algún día Tae olvida poner la alfombra y resbala? No, no, JungKook no permitiría eso.

Acariciando al castañito con la mirada perdida suspiró sin querer, casi por sus pensamientos contradictorios y poco claros, no estaba seguro de dejar por tres días enteros al menor.

Alguien había notado esa mirada de cachorro achicopalado que busca hablar y expresarse, por eso mismo se giró un poquito para verle tras el suspiro desganado que se escuchó, dejando el programa de segundo plano.

—Ggukie... -Dejó salir suave, casi temeroso por verle tan distinto a cómo normalmente está.

Kook le seguía a todos lados del departamento y Tae le seguía a él de igual manera, que el mayor deje de hacerlo significaba un patrón no identificado por el gestante.

—JungKookie -Alzando sus deditos tocó su nariz con su dedito índice, haciéndole parpadear y bajar la mirada. E hizo un puchero- ¿Q-qué pasa? Es-estas raro...

El Alfa procesó pocos segundos lo dicho, cayendo en cuenta la falta de atención que le estaba dedicando al castaño, meneó su cabeza levemente e intentó sonreír.

—Uhm, nada... -Respondió simple parpadeando exageradamente, rápido devolvió su mirada a la televisión y al programa, ganándose los luceritos achicados y llenitos de desconfianza del pequeño.

Estaba más que claro que Tae no era tan ingenuo, menos con una persona tan transparente como lo es su pareja, quien lejos de esconder sus sentimientos simplemente los destapa aún más, así que estaba haciendo un plan para sacarle información pues era su Alfa ocultándole algo.

En la habitación de los cachorros todo está listo y ordenado, esperando a los nuevos integrantes, en su propia habitación las cuñas están montadas y las sábanas que a estas cubrirían están en la cama del Omega, siendo parte del nido.

—Ggukie tengo hambre -Musitó.

—¿Quieres comer ya? Podrías calentar lo que sobró el jueves... -TaeHyungnie frunció el ceño.

—Ggukie tengo sed -Habló con esa mirada fulminante.

—¿Ah? ¿Agua o refresco?

—Alfa tonto... -Sin darle tiempo a recibir la corta amenaza en forma de apodo ya normal en su día a día, TaeHyung se sentó en su regazo tomándole del pecho, ese Omega pequeñito y dudoso no tenía nada de dominante o amenazante, de hecho la acción resultó tan tierna para el mayor que sus mejillas tomaron el rojo y en su mirada se detalló el amor por su pareja- ¿Q-qué escondes?

Si Jeon tuviera la posibilidad de no acudir al viaje, la tomaría sin dudarlo. En vez de responderle o si quiera dignarse a verle a los ojos, JungKook alzó su camisón blanco, ignorando el hecho de no llevar nada por debajo de este, sus dedos acariciaron a sus dos cachorritos con cuidado, suspirando.

Su pequeño osito necesitaba cuidado quiera o no, se sentía atado por voluntad propia y no existía un punto donde no dejara de pensar en él, irse por tres días era complicado para él. Dar por hecho una lejanía, despertar sin tenerlo entre sus brazos, acostarse sin besarlo y mimarlo, darle de comer y hablar con él. No soportaría tanto.

—Si te dijera que tengo una cosita que hacer fuera de casa, lo que supone dejarte solito un par de días... ¿lo entenderías?

La carita de amenaza que antes tenía su pequeño había caído, un asustadizo lobito se hizo presente en su lugar y la escena se volvió más compleja, haciendo que el Alfa cubriera el vientre de siete meses con su camisón otra vez, tomándole de las manitas que antes apretaban su camiseta.

—He descuidado mucho mi puesto y pensé que tenía todo controlado pero hay asuntos que no puedo aplazar por más que quiera o desee... -Acariciando con sus pulgares las manitas gorditas evitó verle a los ojos, era consciente de lo sensible que estaba- La semana que viene tengo que salir y estaré fuera tres días... S-Solo quería saber si puedes estar bien esos días...

Se escucharon sollozos y el cuerpo del menor tembló un poco.

—¿N-No puedes... quedarte?

Aquella petición era imposible de complacer. Y dolía tantísimo verle llorar.

—Amor... te juro que si pudiera quedarme no habría problema... -Tuvo que voltear a verle porque sentía que su corazón se rompería si seguía evitando encararle- TaeTae...

—Pe-Perdón por ser una carga... has estado dejando to-todo por mi culpa-

—TaeHyungnie no, amor... -Tomando sus mejillas humedecidas plantó un beso en sus belfos rositas- No digas eso porque no es verdad, eres mi Omega y tengo el gusto y la obligación de cuidarte con toda mi alma, dejaría todo con tal de hacerte feliz y mantenerte bien... Nunca serás una carga y creo habértelo dicho muchas veces, pero lo seguiré haciendo hasta que lo comprendas. Sí, he dejado todo pero es importante para mi dejarlo de lado. No podría centrarme en una oficina y abandonarte junto a los cachorros...

—N-No te vayas...

Resultaba tan complicado.

—No puedo quedarme, lo siento...

JiMin había visto a su Alfa llorar muchas veces por cosas insignificantes como la vez que vio a Beom comer su primera mandarina, pero ver a otro Alfa llorar era algo más complicado

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JiMin había visto a su Alfa llorar muchas veces por cosas insignificantes como la vez que vio a Beom comer su primera mandarina, pero ver a otro Alfa llorar era algo más complicado.

JungKook llegó a su casa con una mirada rota y una voz totalmente destrozada, detrás de él traía al pequeño Omega embarazado en las mismas condiciones y tratando de explicarle la situación el azabache rompió en llanto. Era obvio que no quería dejarle, su corazón estaba enlazado con el de TaeHyung con cadenas y verle sentado en el sillón con su carita empapada de lágrimas gruesas hizo que su lobo se sintiera culpable.

Si prefirió llevarle a casa de JiMin únicamente fue porque sabía que estaría cuidado allí, él Omega de tamaño humilde sabría cuidarle.

Y JiMin no mostró burla cuando Kook se rompió frente a ellos porque veía lo difícil que era para él marcharse por tres días seguidos y ciertamente le movió el corazón con aquellas palabras.

Estaban a semanas de conocer a sus hijos y era normal que la necesidad de apego era descontrolada.

whiny baby noises [𝘐𝘐] | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora