quince

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Era ese momento el que JungKook empezaba a pronunciar con asco tras días de tortura. Despertaba más temprano de lo normal para poder pasar un ratito a la habitación de su pequeño y verle, ya aborrecía el colchón por las noches y al despertar parecía replantearse cuán necesario era la estancia de su bonito chico en el hospital. Quién diría que el Alfa se bañaba y desayunaba pensando en la compañía de su bebé mayor, haciendo pucheros involuntarios andaba hasta el hospital.

Y llegado a ese punto, donde estaba por abrir la puerta blanca, odiaba el tener que contar los minutos en los cuales debía limitar todo lo que quería decirle aún si estaba dormido. Solo quería un día, que su castañito respondiera a sus mimos y poder hablarle sin forzar todo a susurros que solo ella escuchaba.

Pero una vez más dio paso a la pequeña sala, suspirando sin alzar la mirada atrajo el pomo de la puerta para cerrarla tras entrar, topándose con las ventanas abiertas y la claridad haciendo todo visible a su alrededor, rápidamente giró en dirección contraria para ver la camilla, en la cual debería estar su pequeño Omega durmiente.

Sin embargo no se encontraba allí.

—A-Alfa tonto... -Jeon palideció en su lugar, esbozando una sincera sonrisa vio al moreno bajito de pie a unos metros de él.

—Tae... -Murmuró sintiéndose abofeteado con la inesperada bienvenida que su novio le había dado, sin esperar ni hacerse esperar, avanzó lo suficiente como para envolver a su Omega en un abrazo muy necesario.

Su nariz exploró sus cabellos sedosos e inundó sus pulmones con tan rica esencia, asumiendo aquello como un bonito reencuentro, JungKook tomó su rostros y detalló los avellanos luceros que expectantes esperaban a sus acciones, riendo embobado plantó con sutileza y cuidado besitos en sus labios sellados, provocándole una oleada de nervios al Omega.

Las manitas de éste tomaban con fuerza las telas de su abrigo, buscando sostenerse para no perder el equilibrio, eso que tenía tan deteriorado por días en cama.

Estaban mimándose cuando tocaron la puerta desde fuera, Jeon fue el primero en separarse y abandonar la burbuja amorosa en la que se habían metido, girando su cuerpo para recibir a la matrona.

—Muy buen día, señor Jeon -Musitó sin mucho énfasis, más bien con un tono antipático. Mas sin embargo esto no fue captado por el Alfa que asintió sin más- El día de ayer el señor Kim fue dado de alta después de varios pronósticos, todo está perfectamente equilibrado y no hace falta que esté hospitalizado.

—Es una buena noticia... -Murmuró sin saber qué contestarle pues días antes había dado todo por quitarla de en medio y llevarse a su familia a casa.

—Sí... -Relamió sus labios en una situación incómoda, TaeHyung ya buscaba sus ropas para meterlas en la pequeña maleta que un día JungKook acercó al hospital para que no muriera de tristeza- La cesárea está programada para dentro de tres semanas, si las cosas se complican antes de estas tres semanas, tiene la opción de traerlo al hospital o de llamar a urgencias para que le atiendan en casa...

—Creo que es mejor traerle al hospital, pero tendremos en cuenta cualquier inconveniente -Respondió ayudando a su pareja- ¿Algo más que necesitemos saber? -Inquirió viéndola dubitativa.

Se alzó de hombros negando suavemente.

—Nada más, estos días han sido suficientes para evaluar todo y el señor Kim está en perfectas condiciones para el parto en las fechas previstas -Por fin dibujó una sonrisa amistosa, retrocediendo sobre sus pasos para salir- Que tengan un buen día y espero que todo salga bien.

Quedándose la pareja sola, el más alto prestó cierta atención de más a las acciones cortitas de su Omega, éste algo coqueto le veía desde abajo y se hacía el desinteresado cerrando la maleta.

whiny baby noises [𝘐𝘐] | kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora