Daddy Issues {Kookmin}

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Mi madre le encontraba el visto bueno a todas las cosas, a todos los momentos y a cada experiencia. No importaba que tan mala fuera. Eso la caracterizaba, la hacía ser quien era; formaba parte de su personalidad.

Pero ahora, justo ahora, con todo lo que ha pasado en estas últimas 24 horas, con aquel cuchillo empuñando mi mano, ni siquiera ella hubiera encontrado una solución.

¿Cómo comenzó todo? ¿Cómo termino? Creo que todo me lleva al primer día que te vi.

—Ten un día excelente —dijo y se marchaba en el auto.

No llevaba ni una semana en la ciudad y el cambio a la nueva preparatoria me abrumaba en cierto sentido. No fue mal, al contrario de eso; había conseguido socializar un poco. En el aula intercambie un par de palabras con un chico, de eso le siguió ganarme un lugar con él y sus amigos en la cafetería, donde una que otra burla de profesores y preguntas personales, eran lanzadas.

Fue entonces cuando mis ojos coincidieron contigo. Estabas apartado de todos, tan solo y con una mirada muy pérdida, que por un momento creí que no existías. Mirabas de un lado a otro con aquel rostro tan serio y desvivido.

Así fue por cinco días. Siempre estabas en el mismo lugar, con tu semblante tan frio.

Tomabas el mismo autobús que yo y permanecías tan sombrío en el asiento de atrás junto a la ventana. Durante esa semana hiciste todo exactamente igual que al día anterior, como una película con cronometro.

Y aunque todo lo hacías como si estuvieras en un bucle del tiempo, nadie parecía notarte, no reparaban alguna atención en ti, tal como sucede ahora.

Eras un fantasma a los ojos de los demás.

-Jungkook