Las clases eran más que cotidianas, y los profesores parecían robots averiados. Se les notaba cansados a todos y no estaban presentando mucha atención a sus alumnos.
Y era de esperarse; con la llegada de los exámenes trimestrales y casi a fin de semana, estaban agotados y muy fastidiados de todo su entorno.Tal vez por eso se me hizo fácil escapar del salón cuando el profesor salió al baño. Si, los problemas que podría acarrear estaban plasmados en mi frente, pero últimamente está escuela se hizo aburrida para mi. Lo único interesante eran aquellos cinco chicos que veía en el almuerzo y al niño pálido que no ha pisado la escuela estos días.
Alguien tan lúgubre como él, pasaba desapercibido casi por todo mundo, pero había algo en él que me hacía prestarle atención, tal vez es su habilidad de caminar sin mirar a quien se le cruce, o la extraña manía de no mover ninguna extremidad por largos minutos, como si de una estatua se tratara. Sea lo que sea, no podía dejar de mirarlo.
El frío metal de los casilleros tocaba la llena de mis dedos, y casi estaba arrastrado los pies al caminar. Todo el pasillo estaba completamente solo y solo pedía que no pasará ningún docente frente a mi.
Camine y camine por casi 15 minutos, tal vez 25, pero no traía un reloj a la mano para saberlo.
Fui consiente de que llegue al primer piso y que estaba casi al final de los pasillos de la escuela, entonces ahí lo vi.Él estaba ahí, saltando, tratando de salir por la ventana grande y alta.
Un intento, otros y dos más; caer al piso. El patrón se estaba repitiendo y yo solo veía que Jimin no era lo suficientemente alto como para brincar a esa ventana y para cuando esté cayó por segunda vez yo ya me encontraba a un lado de él.
Me miró con una cara que no supe descifrar, ¿sorprendido? ¿extrañado?, no lo se, pero tenía las mejillas rosas por el esfuerzo.
Estiré mi mano y la acepto para levantarse, entonces, cuando por fin estuvo de pie, mi rodilla pego en el suelo frío y junte mis manos haciendo una cuna con ellas para que pudiera subir.
—¿Qué haces?
—Sube rápido.
Pero dudo unos segundos, mas cuando un par de voces se escucharon a lo lejos, puso su pie en mis manos y lo levanté. Era casi tan liviano como mi hermano menor.
Se agarró fuerte del marco de la ventana y paso una pierna por sobre ella, después la otra y lo vi desaparecer de mi campo de vista.Entonces tome impulso con unos pasos hacia atrás y salte, tomando el marco metálico y cruzando hacia el patio de la escuela.
Un aterrizaje no tan bueno, haciéndome caer de espaldas. Sentí el pasto bajo mio y la luz del sol me cegó por unos instantes, luego el cuerpo de pie de Jimin me hizo recordar porque estaba ahí.
Cuando su mano quedó frente mis ojos, note lo pequeña que era, en sí, todo él era muy pequeño.
—Levantate, nos pueden ver aquí —dijo muy tranquilo y casi había olvidado lo neutra que era su voz.
Comencé a caminar tras de él, solo espectante a dónde iría, pero la curiosidad mata al gato.
—¿A dónde vamos?— solté sin pensar, sin pensar en que podía ser rechazado.
"Vamos" como si el quisiera que fuera con él, como si yo estuviera en sus planes.
—Iremos tras el edificio de artes, ahí no hay sol.
"Iremos..."
—Bien.
Entonces el silencio nos abarcó a ambos, solo se podía escuchar el lejano ruido de algunos autos y las hojas siendo movidas por el invisible viento.
Viéndolo de espaldas, la piel que se asomaba de aquella camisa escolar blanca, era tersa y en ella tenía varios rasguños.
"Podría ser que tuviera un gato"
Entonces la idea de Jimin con un felino en brazos me pareció muy graciosa y una risotada salió de mis labios de la nada. El solo se giro confuso y volvió a la tarea de guiador.
Cuando solo había la parte trasera de un edificio y un montón de árboles cubriendo el fogoso sol, Jimin se tiro de la nada en el césped, como si se hubiera desmayado.
Posó sus manos en la nuca y estirando sus extremidades, cerro los ojos. Yo solo quedé ahí varado, esperando a que mi cuerpo reaccionara por si solo tal como momentos atrás.
Me podía empezar a acostumbrar a eso, el que solo tuviera que seguir a mi compañero y que mi subconsciente tomara riendas por si sola, tal como en esos momentos que estoy con él.
Me recosté a una buena distancia de él y con mis manos juntas en mi pecho, vi como los rayos del sol trataban de pasar aquellas hojas tan inquietas por el aire. El aura era fresca y muy relajante, el solo escuchar nuestras respiraciones calmadas y el sonido natural.
—Jimin ¿que hacemos aquí? —gire para verlo, pero seguía tan tranquilo que pensé que dormía.
—Existimos
En ese entonces no sabía lo importantes que eran esas palabras. De haber prestado atención, tal vez aún podía haber una solución a toda esta mierda... pero éramos jóvenes y aún no te conocía muy bien; por eso cerré los ojos y me deje llevar por la nada; por eso me dormí esa tarde en la escuela, cubierto por las hojas verdes del gran árbol, sin saber que tú me mirabas tan curioso y expectante.
Los problemas se te daban bien, pero las soluciones nunca fueron mi fuerte y ahora ambos lo estamos pagando
-Jungkook
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Daddy Issues {Kookmin}
FanfictionLa vida de Park Jimin pasa de boca en boca junto con preguntas como: ¿Por qué siempre falta a clases? ¿Por qué nunca llega a su casa? ¿De verdad se escapa todas las noches? ¿Aquellos golpes son de las peleas donde siempre esta? Cada día una nueva es...