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—Has faltado.

Cuando volví al parque, ahí te encontrabas. Me dabas la espalda y llevabas un suéter algo delgado.

—¿Qué?

—La escuela —lo había dicho muy precipitado —. No te he visto.

—¿Estas en el mismo colegio que yo?

Cuando te giraste, tu cabello cubría tu ojo izquierdo, pero no lo suficiente. No lo suficiente para ocultar aquel golpe en tonos morados y verdosos. No, no preguntaría.

—Te he visto un par de veces en la cafetería.

—¿Me has notado? ¿A mí?

Estabas sorprendido, sorprendido de que alguien te notara. Porque con un pasado trágico como el tuyo, muchos te veían, te señalaban y puede que sí, hasta hablaran. Pero no contigo, si no de ti. Pero yo, sin saber una pizca de ti, te note, te mire y hable contigo.

—Iré mañana.

Sin más, comenzamos a jugar.


La mañana siguiente, cuando te vi sentado al fondo, me alegre.

Daddy Issues {Kookmin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora