—¿Frank?— preguntó mi madre en susurro, llamando mi atención—.
—¿Qué pasa?— pregunté del mismo modo—.
—¿Qué te ocurre?— preguntó— Estás muy distraído.
—¿Algo que gusten compartir con la mesa?— preguntó mi padre— ¿Anthony?
—No— respondí con un gesto serio y llevando un bocado de comida a mi boca—.
—¿De verdad?— preguntó mi padre de nuevo—.
—¿Acaso hay algo que quieras preguntar?— pregunté con molestia—.
—Sólo me gustaría saber...— empezó a hablar mi padre— ¿Por qué mi hijo, próximo miembro del Parlamento, no asiste a las juntas?
—No me acordaba— respondí encogiéndome de hombros—.
—Pero nos encontramos en el pueblo, Anthony— comentó Jamia— Y Raymond y yo te comentamos que iríamos.
—¿En serio, Jamia?— preguntó mi padre con una ceja enarcada—.
—Si, señor Iero— respondió Jamia—.
—Bueno, al menos sé que la futura esposa de mi hijo será tan responsable para obligarlo a asistir a las reuniones.
Apreté ligeramente la mandíbula, intentando no decir nada con respecto al matrimonio que prácticamente había sido acordado mucho antes de que naciéramos Jamia y yo.
Aunque ahora que lo pienso, nos criaron juntos y yo la veo como si fuera una hermana para mí, si de verdad planeas hacer que tu hijo se case con alguien, no deberías hacer que la considere su hermana. ¿No?.
—Frankie— mumuró mi madre a mi lado— ¿Te pasa algo?
—¿Podría retirarme?— pregunté dejando mi servilleta sobre la mesa y levantándome—.
—Aún no discutimos los asuntos de...
—Insisto padre, me siento cansado— dije tratando de ser lo más cortés que podía—.
—Pero...
—Adelante Frankie— dijo mi madre con una sonrisa— Tu padre y yo podremos arreglar esto.
—Gracias, buen provecho.
—¿Gustas compañía, Anthony?— preguntó Jamia levantándose rápidamente—.
—No Jamia— dije antes de que empezara a caminar hacia a mí— Está bien, no te preocupes.
—¿Seguro?— preguntó con la intención de acercarse— Porque podría...
—Jamia, ¿Por qué no te quedas con nosotros?— preguntó mi madre— Después de todo, asististe a la reunión y estás mucho más informada que mi hijo, nos serás de gran utilidad.
—Si usted gusta, señora Iero.
Incliné mi cabeza en dirección hacia mi madre, como una forma de agradecimiento.
Había estado salvándome a lo largo de la cena y ni siquiera se había esforzado en hacerme preguntas, aunque claro, tarde o temprano empezará a hacerlas.
Caminé hacia el jardín con el que contaba nuestra casa, era grande y con hermosas flores decorándolo, ya que mi madre era una gran fanática de ellas.
De pequeño solos pasar tiempo con ella en el jardín, mientras ella se tomaba el tiempo de explicarme porque esa selección de flores, y cómo es que debían sembrarse y cuidarse.
Mi madre me conocía perfectamente, quizá fue por eso que en esta noche siempre recurrió a salvarme.Me paseaba entre los rosales grandes que se encontraban sembrados a un lado de la fuente, y los cuales ya empezaban a florecer nuevamente, indicando que la primavera ya estaba cada vez más cerca.
De repente mis pensamientos empezaron a dar vueltas, recordando todo lo que había hecho en este día y lo que no –motivos por el cual mi padre podría estar tan molesto–, y poco a poco mis pensamientos fueron desviándose hasta ese momento en el pueblo, cuando me encontré con aquella silueta que últimamente rondaba por mi mente; la manera en la que me distraje observándolo y luego... no pude evitar pensar en la conversación.
Ahí me encontraba.
Recordando cada letra, cada palabra y cada frase que pronunció, aunque hayan sido tres simples frases, cambiaron mi día por completo.
Tenerlo en frente de mi, con sus ojos puestos sólo sobre mí, siendo yo su centro de atención; su linda y afinada voz saliendo de entre sus labios rosados y tan...—¿Frankie?— se escuchó una voz atrás de mí—.
Me sobresalté ligeramente al escuchar la voz de mi madre, aunque esperaba contar con su compañía, no esperaba que fuera tan pronto.
—¿Todo en orden?— preguntó mi madre— ¿Qué te pasa hijo?, ¿Por qué has estado tan distraído en la cena?
—No es nada, madre— respondí tratando de relajarme— En serio.
—¿Seguro?
—S-Si— murmuré— Todo en orden.
—¿Pasó algo con Jamia?
—¿Aparte del compromiso que me están obligando a aceptar?— pregunté con ironía— No, nada.
—Es tu padre quien...
—Lo sé— respondí— Insiste tanto en que despose a una mujer, porque cree que mi vida es tan miserable que no sé cómo manejarla.
—Sabes que no es eso, cariño— respondió mi madre llegando a mi lado— Es solo que insiste en que tengas una esposa para que puedas tener hijos y el linaje prevalezca.
—¿Y para qué?— pregunté con una ceja enarcada— ¿Para que su fortuna no se vaya con el pueblo? ¿O pase a ser propiedad del rey?
—Frankie...
—Madre, no puedo— dije finalmente— No puedo casarme con Jamia, no siento nada por ella, la veo más como una hermana que como una esposa o con algún compromiso de por medio.
—Ya lo sé, hijo— respondió mi madre— Pero...
—Pero no hay nada que hacer— dije con una sonrisa triste—.
—Es algo que tu padre ya tenía acordado hace mucho tiempo— respondió ella—.
Asentí, como una manera de darle entender que la había escuchado, pero que no planeaba decir nada más al respecto.
Nos quedamos en silencio unos minutos, solamente sintiendo el aire contra nuestros cuerpos, y con el fondo del agua de la fuente de fondo.
—Creo que iré a descansar, madre— dije rompiendo ese momento incómodo— Hasta mañana.
—Hasta mañana, hijo— respondió mi madre—.
Me alejé de ahí y empecé a caminar hacia dentro de la casa para dirigirme a mi habitación.
Mientras caminaba, cerraba los ojos de vez en cuando, como un manera de no perder esa imagen tan perfecta de mi mente.
Sólo quería llegar a mi habitación, encerrarme toda la noche, y refugiarme en el cálido recuerdo de su dulce voz y exquisito aroma.
Aunque se escuchaba de un cuento de hadas, quería soñar con mi príncipe azul.
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Bueno, les cuento que esta historia de verdad es muy corta, o al menos a lo que estoy acostumbrada a escribir xD
Así que bueno, estaré actualizando dos veces por semana, y pues está primera vez subo dos capitulos UuUMuchísimas gracias por leer 🖤
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Invitación al vals [Frerard]
FanfictionEl baile del pueblo más esperado del año, ¿será acaso la perfecta oportunidad para invitarlo a bailar?