El caos

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El caos es sinónimo de desorden. El desorden mental o más bien, desequilibrio mental, es aquel comportamiento que se caracteriza por una perturbación de la actividad intelectual y no se adapta a la situación actual. Cualquier situación que nos ha manejado de forma negativa puede llevarnos al caos, ese lugar en el que pierdes tu esencia como ser humano y no eres capaz de reconocer tus errores y tiendes al juicio de uno mismo. Hay diferentes tipos de juicios hacia uno mismo: éxito o fracaso, posición social, confianza, inteligencia, orientación sexual... Para poder ganar seguridad contigo mismo, es necesario construir una actitud de confianza mental, es decir, echar la vista al vuelo y mantenerse con los pies en la tierra para avanzar y no mirar al pasado; ser bondadoso contigo mismo y tratar de no compararte con tu alrededor; desprender las dudas sobre ti mismo para conseguir la fuerza mental y a la vez humana; desafiarte a ti mismo para conseguir algo fuera de tu zona de confort y por último, amar sin límites porque si lo haces desde el corazón, la vida te devuelve las flores que siempre quisiste regar. 

Muchos me han preguntado qué es la terapia hacia uno mismo, cuando el caos es la razón por la que no consigues levantarte de la cama. Desde mi punto de vista, tras todos estos años, he sentido que la gente se alejaba de mí sin razón, y que merecía estar dónde estaba, es decir, en el caos mental. Sentía la ansiedad cada noche y ya no me dolía llorar, era una costumbre bastante tóxica para mí y para mi alrededor, ya que solía decir palabras que nunca había pensado decir, e incluso romper lazos de amistad de los que hoy día me arrepiento. Encontré la terapia sólo para mí y mi salud mental: me enfoqué en lo positivo de mi vida, pensé en mi bienestar, pedí perdón a personas que no merecían mi caos para poder estar en paz conmigo misma, he leído mucho sobre meditación y los cambios que generan en mi vida, y he cuidado de mis relaciones personales. 

Es fácil caer en lo negativo y sentirte la persona más infravalorada del mundo. Todos queremos un amor intenso pero a la vez el miedo nos inunda el alma. Hay otras personas que aman lo simple, a diferencia de otros que aman sin límites. El mundo está lleno de delincuentes del amor, de aquellos que anhelan ser queridos por sus malas acciones, pero otros son sabios de la palabra filía. ¿Qué quiere decir filía? Según Aristóteles, es el afecto y aprecio por lo que no nos falta. Amar es alegrarse, alegrarse por lo que se recibe y sentir cariño por la causa de esa alegría. Todos somos así, aunque hayamos cometido errores o seamos delincuentes del amor. Ser pánfilo es el sinónimo de ser bondadoso, pero no sólo con tu alrededor, sino con uno mismo para aceptar el amor que te mereces. 

Sin duda, esa pequeña acción de amar con sencillez puede curar almas, algunas pueden llegar a sentir el ancla de su vida para reconstruir los vidrios rotos del pasado. Como escritora y a la vez, una chica intensa en el amor, he ofrecido mi alma a muchas personas que hoy día se encuentran en el tren de mi vida, y sin duda, reconocen el trayecto que tienen que atravesar a mi lado. Son personas leales y pacientes, día a día les doy lecciones para sanar sus almas y continuar el trayecto de la vida. Si una persona está perdida y no sabe en qué vagón subirse, ofrécele un asiento en el tuyo y sé paciente tanto con esa persona como contigo mismo. Las batallas internas llevan al caos y el caos lleva a la depresión. Esa pequeña acción de ofrecer un asiento demuestra la voluntad y el afán de saber que sigues respirando en este mundo, y eres una persona valiosa por ayudar a aquellos que anhelan el amor.

Cuando un bebé nace, muchas personas, sobre todo familiares, le ofrecen el asiento en su vagón. El bebé se siente querido por haber nacido y ser parte de la familia, pero cuando el individuo crece, ese amor de sus seres queridos se convierte en algo más frío, ya que él o ella tiene que progresar mentalmente, y ser la veleta de sus acciones diarias. Uno mismo sabe cuándo no forma parte del vagón de ciertas personas por diferentes razones en su vida, y de hecho, el alma se agranda después de ciertas acciones de amor que anhelan las personas en tu vida. Llegamos a la voluntad de uno mismo, es decir, la voluntad propia es aquella especie de fuerza para desarrollar o llevar a cabo una acción de acuerdo a un resultado esperado. Realizamos acciones que sabemos cuál va a ser el final esperado. La vida se puede comparar con una película, ya que depende de la trama, el final es reconocible. Por lo tanto, con las personas ocurre lo mismo, es decir, tras las acciones que te demuestren, reconoces el desenlace que te espera con aquella persona. 

¿Cuál es la mejor forma de salir del caos? Primero, razona sobre tu pasado y extrae los desenlaces que te han sacado de quicio con la vida, y tras esto, perdona por encima de todo para conseguir la fuerza emocional. En segundo lugar, sé un amante de la vida, y tiende a amar sin límites anhelando lo que más deseas en la vida. Y por último, desea el bien a todos para conseguir la voluntad de uno mismo y poder aceptar a los demás en el vagón de tu vida, así recibirás el amor que anhelas. 

El caos mental puede dañar a tu alrededor de forma inesperada, incluso hay veces que no sabemos cómo nos sentimos y también lo llamamos caos. Quizás, técnicamente no sea así, pero está bien llamar caos a lo que te hace daño si anhelas salir de ello poco a poco. Está bien juzgarte si prometes amarte sin límites después de esta batalla. 

"El egoísta se ama a sí mismo sin rivales" - Cicerón.

Encontrarse a uno mismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora