Si fragmentamos la palabra, podemos ver que "eu" significa "bien", mientras que "daimon" hace relación a una deidad menor o a un espíritu guardián. Por lo tanto, esto quiere decir: "la felicidad es estar bien y vivir bien". Esto se desarrolla una vez que sentimos satisfacción al estar orgullosos de nuestro crecimiento cognitivo, moral, emocional... Para Aristóteles, la felicidad es el bien supremo del hombre, es decir, la plenitud de la vida. Me atrevo a decir que la felicidad es una actividad del alma de acuerdo con la virtud, al igual que concluye Aristóteles. Si hacemos lo que nos hace bien, lo que nos llena y lo que nos salva de la oscuridad, encontramos el hogar llamado felicidad. El hogar pueden ser personas, incluso objetos que acariciamos con nostalgia, lugares llenos de recuerdos, los rayos del sol cuando abres las persianas de tu ventana, el sonido de la lluvia, abrir un libro y sentir la historia en la palma de tu mano... hay miles de experiencias que te llenan de gratitud y te demuestran lo importante que es seguir respirando y recolectar días llenos de amor y otros días llenos de tristeza para aprender de ello.
Hay ciertos momentos en los que la soledad tiene una faceta diferente a la que todos piensan, es decir, muchos le temen por los pensamientos que pueden divagar en tu cabeza y sentirte más nostálgico. Hay otras personas, me incluyo, que ven la soledad como la felicidad, es decir, produce eudaimonía respirar y escuchar los latidos del corazón alrededor de nuestro mundo, ese mundo en el que somos nosotros mismos y sólo podemos juzgarnos si realmente es necesario. Nadie puede juzgar tus pensamientos, tal y como vimos en el capítulo anterior. Tu mente es tu hogar de descanso, incluso si está lleno de negatividad, una brisa de viento puede llevarse lo innecesario para tu bienestar y dejar rayos de sol que inunden tu alma de eudaimonía.
Todos los seres humanos buscamos la felicidad, ya sea por el camino equivocado o correcto, pero siempre intentamos mantener los pies en la tierra a pesar de la falta de botes salvavidas en medio de un océano lleno de inseguridades. El daimon es una pieza importante para el ser humano, porque es capaz de dominar y dirigir la vida del hombre que no se ha individuado como un amo invisible. Es el inconsciente mismo, incluso se ha usado como el sinónimo mismo del alma. Muchas personas ven la felicidad como un propósito de vida, como un carácter que nunca muere, ya sea por las circunstancias que te traiga la vida. Por ello, las decisiones que tomamos por y para nosotros mismos son importantes para el crecimiento cognitivo. ¿Por qué? Porque si realmente hacemos las cosas sin mirar por el juicio de los demás, disfrutaremos del presente y veremos el futuro más cercano a nuestra realidad. El futuro no se puede construir fácilmente, pero sí podemos construir el presente imaginando el futuro que queremos tener con las decisiones procedentes del alma. Los potenciales del alma nunca dejan de manifestarse en el presente, ya que su función principal es reconocer los errores del pasado enfocando las decisiones en sus etapas correspondientes.
¿Hay algo que reduzca la eudaimonía? El estrés crónico. Es aquel que agota a las personas día tras día, destruyendo el cuerpo, la mente y la vida. Por ejemplo, un matrimonio infeliz puede generar este estrés, problemas de dinero o incluso en el trabajo. Las consecuencias pueden ser variadas: ansiedad, insomnio, dolor muscular y debilitamiento del sistema inmunitario. Si evitamos la felicidad, llegamos a un punto totalmente negativo en el que el estrés es el protagonista de ello. El ser humano se limita a conseguir todos sus propósitos, pero no es capaz de llegar a cuidar su salud mental. Cuando queremos aprobar un examen, nos quedamos largas noches estudiando, pero no descansamos lo suficiente. Por lo tanto, es normal levantarse al siguiente día con mucho sueño y estrés acumulado. Así que, la felicidad en esos momentos es nula. Desgraciadamente, miles de personas no suelen tener ese estrés temporal, es decir, viven con la costumbre de levantarse cada día con ansiedad o experimentar insomnio por las noches. Una de las razones por las que tenemos estos malos momentos es la falta de reflexión hacia uno mismo. Si reflexionamos sobre las decisiones presentes, alzamos la vista al vuelo y rezamos para poder ser alguien importante el día de mañana, la eudaimonía aparecerá sin esfuerzo.
Desde mi experiencia, he reflexionado muchas veces antes de dormir sobre los planes que hice ese día, para poder llevar a cabo la organización de mi mente y las decisiones que llevaré a cabo al día siguiente. Es algo útil para sentir tu propio ego, con tan sólo meditar y enfocar en la respiración presente, consigues mantener tus pies en la tierra de forma sana. Te aseguro que esto no es temporal, una vez que meditas y consigues adueñarte de tu mente, no hay salida para decir "no" a la reflexión de uno mismo. La reflexión es una acción humana poco habitual, ya que muchos piensan que tomar decisiones por ti mismo puede dañar la de otros. Si las reflexionamos con amabilidad, no va a persistir el daño hacia la salud mental de otros.
"He procurado no reírme de las acciones humanas, no llorar por ellas, no odiarlas, sino comprenderlas." - Baruch Spinoza (1632-1677).
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Encontrarse a uno mismo
SpiritualEl libro que vas a leer tratará sobre todas las experiencias que esta autora ha vivido, desde lo más sencillo hasta lo más difícil. Será un camino lleno de emociones, sensaciones e historias que realmente son un gran ejemplo para cualquier lector en...