𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟒 - 𝐏𝐫𝐞𝐥𝐮𝐝𝐢𝐨

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05 de abril del 2022

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05 de abril del 2022

12:00 am

Era muy tarde, 12 am para ser exactos, pocas horas antes de iniciar mi vida universitaria.

Fue donde comencé a sobre pensar sobre todo aquello que había pasado a lo largo de mis cortos dieciocho años, cometí tantos errores que hicieron de mi alguien totalmente distinta, recuerdo esos años de manera un tanto borrosa, casi nula, solo sé que sufrí demasiado y llegué a lo más bajo que alguien puede llegar por otra persona.

Me dejé engañar.

Caí.

Levántate, se fuerte, estuviste en peores situaciones, ya todo pasó —Me trato de convencer para seguir adelante, tenía que hacerlo, estaba a solo horas de comenzar una nueva etapa de mi vida.

Eso es...

Lo que me aterra, es empezar una nueva etapa. Me aterra cometer los mismos errores.

Soy tan negativa y desconfiada conmigo misma —Rio sarcásticamente y me levanto del suelo para acercarme al espejo y mirarme.

Te va a ir bien, me va a ir bien, dije que no haría amigos y que evitaría cualquier tipo de relación social para no hacerme daño, eso debe bastar —Mientras lo pensaba una lagrima recorrió mi mejilla terminando en mi mentón. Sin más la sequé y fui a dormir.

Caí rendida.


7:00 am

Sonó la alarma programada, me levanté casi de un salto por el susto que me dio.

—Rose, pequeña ¿Estás lista? —gritó a lo lejos mi tía. Con solo escuchar su voz una sonrisa se dibujó en mi rostro y la tranquilidad se posó en mi corazón, hoy iba a ser un buen día.

—Sí, ya casi, dame unos minutos —grité desde mi habitación y claro que mentí, apenas me había despertado, tenía los ojos como globos y los labios hinchados de tanto llorar anoche.

—Sé que estás mintiendo, así que más vale que apresures ese culo y lo traigas a la mesa en diez minutos —reí y negué con la cabeza.

Me dirigí al armario para empezar la primera batalla mental del día eligiendo que me pondría,

Debería de usar algo cómodo y que me abrigue lo suficiente —pensé.

Cuando terminé de vestirme, me sentí segura y cómoda, era aquello que estaba buscando. Unos mom jeans y un jersey lila corto eran suficientes.  


7:45 am

Me dirigí hacia el comedor donde se encontraba mi tía, se veía radiante, con treinta y dos años lucia tan bella como la primera vez que la vi. Se percató de mi llegada y giró hacia mi dirección con una sonrisa.

𝕽𝖊𝖘𝖙𝖊 𝖆𝖛𝖊𝖈 𝖒𝖔𝖎, 𝕽𝖔𝖘𝖊 | | 𝓛𝓮𝓿𝓲 𝓐𝓬𝓴𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora