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CAPÍTULO 61

Tras caminar por el barrio con Lisa, me relajé un poco, anduvimos por las zonas cercanas a mi hogar mientras recordábamos momentos con Tyler, mientras disfrutábamos de anécdotas que guardábamos de él en nuestro corazón.

Pasaron unos días, y no me sentía mejor, pero intenté volver a mi vida normal. Durante esos días, pasaba por la habitación de Tyler y abría las ventanas para que se aireara. No pasó sus últimos días de vida en su habitación, sino en la mía, por lo cual, ya era hora de ventilar... Cogí unas cuantas sudaderas suyas, y empecé a ponérmelas todos los días, amaba oler a él, a vainilla...

Era tan raro no tenerle conmigo... no me acostumbraba a esto. Me faltaba el aire cada vez que era consciente de que no volvería a verle, ni a tocarle, ni a besarle.

A nada.

La verdad es que se me caía el piso encima, junto a los recuerdos.

Mientras comía yo sola, mensajee a Lisa para decirle que estaba "bien", es decir, viva. Ella estaba muy preocupada por mí, y era lo menos que podía hacer.

Comencé a observar las redes sociales de los amigos de Tyler a través del ordenador, no sabía nada de ellos, de Jason tampoco.

Joder, Jason... él también estaba destrozado en el entierro. Todos sus amigos lloraban a mares, pero Jason... estaba como paralizado. Como yo.

Agarré el móvil y marqué su número, así, de impulso.

—¿Jess? —dijo Jason con la voz apagada.

—Hola, Jason. —nos quedamos en silencio unos segundos, y después respondió:

—¿Cómo lo llevas? —no sabía que responder, ni cómo hacerlo...

—Mal. —dije con sinceridad. —Pero intento ser fuerte.

Jason calló de nuevo, durante unos segundos.

—¿Jason? ¿Cómo lo llevas tú? —escuché unos ruidos de fondo.

—No lo sé, es como que...—calló de nuevo—como que me falta algo. Creo que no está pasando, no termino de creérmelo.

—Yo no quisiera creérmelo, pero me despierto sola todas las mañanas.

—¿Qué se supone que tenemos que hacer ahora? ¿Seguir con nuestras vidas y olvidar? —una lágrima cayó de mi ojo.

—Jamás le vamos a olvidar, pero tú le conocías, él no querría que nos regocijásemos en nuestra mierda.

—Siento que sin él nunca va a ser lo mismo, joder. —resopló.

—Por qué ha tenido que morir. —añadió.

Esas palabras fueron como cuchillos clavándose en todo mi cuerpo.

—Nunca lo voy a entender, Jason, nunca. Es injusto, pero ha pasado, y no podemos remediarlo.

—¿Sabes algo de los demás? —sumé mientras me limpiaba las lágrimas con el dorso de la mano.

—Sí, están reventados.

—Me gustaría quedar con todos vosotros, estar cerca de las personas que Tyler tanto quería.

—Por supuesto que sí, hablamos durante esta semana, ¿vale?

—Sí. Un beso, Jason. —me respondió con un "adiós" y colgué.