CAPÍTULO 58

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Me quedé demasiado tiempo dormida sobre el sofá con el sonido de la lluvia. Miré el reloj y eran las ocho y media de la noche. Tyler me mandó un mensaje cuando llegó a su destino, en el, ponía que después de la comida me hablaría, pero no lo hizo. Me desperté algo agitada, tenía un mal presentimiento. Tyler estaba por ahí con sus amigos, algo de lo más común, pero eran las ocho y media de la noche, y él me dijo que estaría en casa a las ocho. Llamé a Jason, no respondió a mi llamada. Me agobié, por que no tenía el número de ninguno de sus amigos.

Diez minutos después, traté de tranquilizarme, ya que quizás el viaje se había complicado, y Tyler llegaba tarde por eso.

Al de un rato, escuché el timbre sonar y fui corriendo a abrir. Estaba segura de que era Tyler, y de que como en otras ocasiones, se había dejado las llaves del piso en el coche y que por eso tocó el timbre.

Abrí la puerta y un rostro lleno de lágrimas apareció.

—¿Lisa? ¿Qué haces aquí? ¿Qué te pasa? —me acerqué a ella lentamente. Estaba desolada, jamás le había visto así, y a mí, me entraron ganas de llorar. Tenía un nudo en el estómago.

—Jess... —siguió llorando y yo agité su cuerpo mientras le gritaba con desesperación que hablara. No sabía por que actuaba así, estaba desesperada, pensé que tenía que ver con Tyler, de nuevo, el presentimiento.

—Tyler... está muerto. —después de eso, no pude recordar nada más. 

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