7 Tales (traducción)

Capítulo 2

Felt parte 1

"Me pregunto con cuál de nosotros estará Natsuki-sama primero."  La duquesa de Karsten se dirigió a la sala antes de la primera vista.

Emilia, a quien no le gustó cómo su amiga redactó su declaración, eligió apretar su ya casi mortal agarre sobre el niño y también comenzó a serpentear con su pierna pálida sobre una de Subaru, casi pareciendo una pitón tragándose a su presa mientras la pierna de subaru desaparecía y fue reemplazado por una blanca como la nieve.

"Natsuki-san, Natsuki-san" una voz resonó en la oscuridad, su tono sonaba cansado con un matiz de derrota, como si se hubiera cansado de repetir el nombre del chico una vez más.

"Ugh, cinco minutos más mamá" murmuró Subaru al azar, claramente aún no se había liberado por completo del abrazo de su letargo.

"Tch, la pereza de Barusu no parece cambiar sin importar la situación en la que se encuentre."  Ram comentó con disgusto la capacidad del niño para holgazanear sin importar dónde estuviera.

"Pero un Subaru-kun cansado es un Subaru-kun lindo."  Rem respondió a su hermana mayor.  La doncella de cabello azul rememoraba mentalmente cada palabra que el fatigado caballero logró murmurar, aparentemente deseando imaginar al joven durmiendo en la silla cerca de ella para que pronunciara esas mismas palabras.  Aunque, a ella no le importaría mirar su rostro dormido por unos minutos… u horas.

Ram miró estupefacta a su hermana, como si le hubiera crecido una segunda cabeza.  No le gustó en absoluto la actitud de su hermana hacia el joven de ojos desagradables.

"Por última vez Natsuki-san, no solo no soy tu madre, sino que me gustaría recordarte que es increíblemente grosero dormir durante estas conferencias."

La pantalla cobró vida lentamente, mostrando lo que parecía ser una mujer con un vestido negro sentada frente al joven de cabello oscuro cuya boca estaba entreabierta mientras una cadena de baba se conectó con el libro abierto sobre la mesa.  La habitación que los rodeaba tenía paredes cubiertas de un color morado oscuro, así como intrincados patrones en sus bordes, propios de un individuo de alto nivel en la sociedad.

Una pequeña niña rubia con ojos de color carmesí se sentó a su lado, mirándolo con una expresión divertida.

"¡Demonios, sí! ¡Supongo que soy yo quien tiene al hermano mayor primero!"  Felt levantó el  puño cuando finalmente pudo ver cómo podría haber sido la vida, si su desinteresado caballero hubiera sido un poco más codicioso.  Incluso yendo tan lejos como para sonreír en dirección a Priscilla, lo que le valió una mirada de la Matriarca detrás de su abanico.

"Parecería que el perro imbécil se volvió aún más rebelde en presencia de una rata de alcantarilla".  Priscilla comentó con altivez mientras su caballero negaba lentamente con la cabeza de una manera similar a la mujer en la pantalla, ambos claramente hartos de las tonterías de otra fiesta.  Aunque no es que él se lo dijera.

"¡Oye, cierra la boca estúpida perra engreída!"  Felt intentó trepar por el respaldo de su asiento, solo para ser detenida por el santo de la espada.

"Felt-sama por favor, no dejes que sus insultos te afecten, solo miremos en paz"

"Hmph" Felt se dejó caer de nuevo en su asiento con un ruido sordo y se cruzó de brazos, molesta por no poder educar a la intolerable mujer sobre cómo actuar como una persona decente.

Rasgueando sus dedos a lo largo de la mesa de madera que los separaba, se ajustó las gafas y suspiró.

"Felt, ¿podrías ayudarlo a mantenerse despierto?"