El lago de los cisnes.
Pt.1- Yo no sé qué juego juegas Catalina, pero si sé que tu esposo, el mío, tus hijos y yo, no somos peones de esto, y sé que no quiero verte más, porque por si no lo sabías, allá afuera hay muchos que planean, confabulan y desean más que nada la caída de los cimientos que nuestras familias construyeron y no permitiré quebrar esta alianza por tu narcisismo y egocentrismo... te aprecio mucho, yo sé que tú a mi también, aquí acaba todo.
- Reina Amelia
13 de Enero de 2012
El frío de invierno calaba los huesos en el castillo Dortlingholm, la bella luna nueva permitía un poco de visión ante los ojos de ambas familias de la aristocracia que compartían mesa en el gran comedor y los grillos cantaban amenizando los recuerdo entre los verde vivos pastizales del bosque.
El jardín trasero, aledaño al lago del palacio estaba siendo alumbrado por cientos de luces artificiales amarillas que le daban un aspecto cálido a la escena, y un grupo de guardias vestidos de negro con linternas blancas seguían y procuraban a los infantes que allí se encontraban, dando una escena un poco tosca y cómica de los cuidados tan extremistas que vivían aquellos chiquillos.
- ¡¡William!!
Un apuesto niño castaño vestido en un traje completo color verde esmeralda que le hacía juego a sus fanales, corría hacia los adentros del edificio siendo perseguido por una bella niña de rizos castaños que parecían de oro bajo la luz de las lámparas, que a su vez, escapaba de otro par de niños que los seguían, y mientras su saco caía en el pastizal húmedo que había sido recién regado por los rociadores, dejándolo solamente en un chaleco del mismo color del conjunto y una camisa blanca con las iniciales TH en el lado izquierdo del cuello, la pequeña doncella lo había alcanzado.
- Te atrapé.
- Eres. - El hermano del ojiverde que se diferenciaba de los otros tres pequeños por sus facciones más suaves, no debería tener más de ocho años, había tocado juguetonamente el hombro de Taehyung empujándolo un poco hacia atrás mientras todos comenzaban a correr.
- Ya no quiero jugar... - se incorporaba a la escena un lindo pequeño de cabellos caoba y piel castaña.
- Pero Nathe, mañana te vas, tenemos que aprovechar...
Los pequeños habían parado el improvisado juego justo a la mitad del jardín, donde entre respiraciones erráticas platicaban más serenamente, aún siendo custodiados por los ya cansados guardias que apuntaban sus linternas al suelo para no molestar mucho la visión de sus majestades y qué no entendían como los príncipes podían tener tanta energía en tan pequeños cuerpos.
- ¿Podemos ir a cenar, Tae?
- Vamos Livvy, ¡hicieron pay de frambuesa! ¡¿escuchaste Nathe?! ¡pay de frambuesa!
Los guardias formaban dos hileras largas mientras un par de sirvientas recogían y cargaban las prendas que el calor les había obligado a los infantes a dejar sin importancia, y también cargaban con ellas la larga lista de juguetes que los niños habían ocupado después de estar toda la mañana jugando hasta llegar el atardecer.
- Disculpen excelencias, la reina Catalina y la reina Amelia los están tratando de localizar. - Una mujer de mediana edad con un vestido negro completo y un delantal blanco se había acercado con una comitiva de sirvientes a sus espaldas.
- Oh, ¿podrías decirles que ya vamos nana?
- A sus órdenes joven príncipe, mis chicos traen sus cambios de ropa para cenar, su alteza Taehyung, ¿podría usted, excelencia, hacerme el favor de dejarse cambiar rápidamente?
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Map of the soul |JJK & KTH
RomanceEste diario var a ser la boca que narre nuestras bellas memorias girasol. No vivimos lo suficiente para ver el sol, pero un teatro, un castillo y sus bellos jardines fueron los mudos testigos de como nuestros belfos se rozaban con emoción, te entreg...