Confía en mi

Capítulo 12: "Si, puedes"

Narra Peter:

Me encanta su forma de ser, sus ojos, cómo sus labios verbalizan las palabras y cuando salen se escucha tan bien. La verdad no estoy muy seguro que vi en ella; sin duda me gusta, me gusta April.

Cuando odias ver sufrir a una persona, entonces te das cuenta que te importa y no es como el resto. Eso me pasó con April. Odio verla llorar.

No puedo apartar mi vista de ella desde el primer día, aunque no me haya notado hasta que literalmente invadí su vida.

Pero ahora en este mismo momento estaba llorando. Quisiera abrazarla, apoyarla y evitar que siga botando lágrimas.

La seguí lentamente, estaba detrás de ella pero aún así no lo notaba. Entró al baño de mujeres, entré a pesar de no ser una. Pequeños sollozos escapaban de su boca, me acerqué y le toqué el hombro, pude notar que le sorprendió.

-¿T-tu qué haces aquí? - tartamudeó.

-Vine a...- con todo esto ¿Por qué exactamente vine?

-Si no necesitas nada te puedes ir- susurró. Quiere enfrentar esto sola.

-No me puedo ir porque entonces si necesito algo- murmuré acercándome lentamente a ella, April al darse cuenta de mi acción se comenzó a alejar llegando a chocar su espalda con la pared.

-¿Qué es?- miró al suelo. Sé que no le gusta manterner la mirada.

-Quiero que me sonrías- alzó la vista y al encontrase con la mia la volvió a desviar. Tomé su mentón para que me mirara, aún seguía llorando y yo no sabia el por qué. Dudo que pueda sonreir sin antes para de llorar - ¿Qué pasa?- susurre suavemente -Recuerda que estoy contigo. Puedes confiar en mi - la quería abrazar, pero con lo último que dije se alteró aún más y lloraba aún más que antes. Tomé su rostro en mis manos y la besé tiernamente, April me empujó un poco.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué me besas?- se sobresaltó.

-¿Ves?- le dije rozando sus mejillas -Ya han cesado las lágrimas de tus ojos - le besé la frente -¿Quieres hablar?- le ofrecí. Asintió -Pero no aquí, ya sabes, es el baño de chicas y... Yo soy un chico- rió. Por fin rió -Ven, vamos- tomé su mano.

Aún sosteniendo su fria mano caminé hasta una banca apartada en el patio, me senté y la miré. Su mano es mucho mas pequeña que la mia, inofensiva, delicada y un tanto fria, pero me gustaba sostenerla más que nada.

-¿Qué es lo que pasa?- le pregunté sin rodeos.

-Nada- susurró.

-Es solo que me siento débil-.

-¿Débil? Todos tenemos debilidades, no se puede ser fuerte todo el tiempo- era verdad, lucía más débil.

-Soy una idiota- se apartó de mi lado. Es muy dura consigo misma.

-Ey...- le toqué su mejilla -Tu no eres una idiota-.

-Si, soy una idiota que no supo ganarse la confianza de su mejor amiga- Se dejó caer en mi hombro. Supongo que su mejor amiga es Annie -Pasó lo que dijiste- dijo por lo bajo - Lo que dijiste era cierto. Ann y Tommy habían mantenido una relación, y no me enteré por mi mejor amiga-.

-Irónico ¿No? Entonces somos dos idiotas. Ninguno se enteró por su mejor amigo- reí sintiendo una punzada.

-Ey no, tu no eres un idiota, quizas un chico impulsivo pero no un idiota- sonrió.

-Impulsivo ¿Eh?- sonreí, sé que trataba de subirme el ánimo. Ahora veo que nos parecemos más de lo que aparentamos -Tu tampoco eres una idiota, eres la chica que me gusta- dije. De inmediato April se tensó, no debí decir eso.