capítulo 2: "Algo diferente"

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  De nuevo ese sueño... Mejor dicho, la misma pesadilla.   

                                              

  Estaba sola viendo como se alejaba Chris, mi Chris...

-¡No te vayas!- grité tan fuerte que me dolió la garganta -¿No ves que te amo?-  siquiera se volteaba a verme, sentía pena, rabia e impotencia - ¿Sabes? No soy invisible- Me corren lágrimas sobre mis calientes mejillas.     

  En eso me despierto y me rompo a llorar... Seco mis lágrimas, me dirijo al baño, observo mi rostro. "No más, te ves patética. ¡PARA DE LLORAR!." Me miro de nuevo y más lágrimas brotan de mis ojos.                                            

  Veo el reloj, son las 03:18 a.m mi mamá está durmiendo, al igual que mi hermano, en eso me escurro en silencio por la casa en busca de mi estuche, dentro de él está mi cutter. Una vez que lo encuentro, lo presiono en mi muñeca desnuda, seguido del corte brota una ola de dolor y placer en un mar de sangre. Luego de varias cortadas me doy cuenta que ya no lloro, se me fueron las lágrimas, pero me invade un sentimiento de rabia por la cosa patética que me había hecho. Dejo el cutter de nuevo en mi estuche, camino sigilosamente por el interior de mi casa, me detengo en el baño, para limpiar mis cortes con agua tibia, Dios como duele.   

  Escucho pasos, mi corazón lo siento como si fuese a salir de mi pecho por el susto, si me ven así, me muero, sería mi fin, los pasos se acercan. ¿Qué hago? ¡Piensa! Rápidamente pongo el seguro. Suspiro de alivio. Empiezan a golpear y a forcejear con torpeza la puerta.       

-¿Quién es?- Grité.

-Yo- Se oye del otro lado.      

-¿Quién yo?... es que como yo soy adivina- dije con sarcasmo -¿Por qué siempre contestan así?- agregué quejándome.              

-Soy Tom, no te hagas la tonta- respondió irritado.

-Oh Tommy, estoy ocupando el baño, vuelve después ¿S-si?- dije tratando de parecer tranquila, quizás por el sueño que cargaba ni logró reconocer mis nervios. En eso oigo de nuevo sus pasos, pero esta vez se alejan. Salgo del baño, rumbo a mi habitación, me recuesto e intento dormir.

***                                                                      

-¡Levántate o te juro que te dejo aquí!- gritó Tommy.

Me froto los ojos, miro el reloj. Marca las 07:24 a.m. Mierda, si no me apuro llegaré tarde. Me visto con mucha rapidez, me coloco algo desabrigado porque creo que hará calor. Tomo mi mochila, pongo los cuadernos y libros que necesitaré.

-¿Van a desayunar?- grita mi madre.                

-¡NO!- gritamos Tommy y yo unísono, hecho que le dió mucha risa a mi mamá.                   

-¡Te espero en la puerta!- Me gritaba Tommy. Tomo mi mochila, me hago una coleta y corro hacia él -son las 07:48... ¿Estás lista para correr?- dijo sonriendo.                            

-Siempre estoy lista- le dije guiñendole, agarro su mano y nuestra carrera por llegar al colegio empieza.                                           

  Tommy es muy apuesto, tiene el cabello negro, con unos ojos azules como el mar. Cuando lo miro directamente creo que puedo naufragar en esos bellos ojos. Es muy pálido, lo que hace que sobresalgan sus hermosos labios de color rojo profundo, aunque sea muy atractivo no le gusta que se lo digan.                                                             
   Casi nunca llora, no es por falta de emociones sino es porque es muy fuerte, al contrario de mi. Incluso cuando mis padres se separaron, no votó ninguna lágrima. Es un gran chico y el mejor hermano que puedo tener...                              

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