Capítulo 30: "Debí abrazarte más"

82 7 0
                                    

Narra April:

Sus brazos eran tan cálidos como los recordaba, y su aroma que ya no podía recordar volvía a mi de golpe llenándome de él.

No pude evitar soltar grandes sollozos, pensé que ya no lloraría más, creí que ya no volvería y tendría que olvidarme de todo, pero qué equivocada estaba.

Ambos lloramos como niños pequeños abrazados, aferrándonos con fuerza el uno del otro, temía que si lo soltaba se desvanecería como en mis sueños.

-Todo esta bien- susurró con voz grave.

-Estás aqui- susurré. Después de todo este tiempo y luego de todo lo sucedido.

-No, estamos aqui- carraspeo corrigiendo lo dicho.

Sonreí.

Nuestras lágrimas habían censado, pero queríamos seguir así, abrazados, estaba tan cómoda, se sentía que aquí era donde debería estar. Mi corazón había vuelto a latir rápidamente, mis mejillas estaban acaloradas, sentía un montón de mariposas en mi estómago, todo como lo recordaba, como debía ser. Había vuelto todo.

Peter había dejado sus maletas en la entrada y me ofreció dejarme en mi casa.

Era algo tarde, estaban por aparecer las primeras estrellas de la noche, los faroles habían comenzado a iluminar nuestro camino por la calle, no había ruido, todo era silencioso y calmado. Sólo éramos dos personas caminando tranquilamente por la vereda, lo suficiente cerca para no parecer desconocidos y bastante lejos para parecer amigos.

Las palabras no eran necesarias, y si lo eran, probablemente no sabíamos qué decir exactamente y por eso elegiamos callar.

Llegamos a la entrada del patio de mi casa y solo nos miramos el uno al otro sin decir nada, tratando de hablar con la mirada. No era muy efectivo, debido a que no sabía qué es lo que quería decir, antes lo hubiese adivinado sin mayor esfuerzo, pero ahora era distinto y lo podía notar.

-Peter, tenemos que hablar- atiné a decir. No era la mejor cosa para abrir una conversación, pero era lo único que se me ocurría y ya me estaba desesperando.

-Lo sé, pero no hoy- tomó mi rostro en sus manos y besó con gran delicadeza mi frente. Me sonrió amablemente y se dió vuelta dispuesto a marcharse.

Instintivamente tomé su brazo con un horrible temor de no volver a verlo.

-¿No te... Irás... De nuevo?- tenía un nudo en la garganta que me ahogaba, me estaba matanto.

Quería decirle tantas cosas, pero tenía miedo...

Aún sostenía su camisa con fuerza y me temblaba la mano más de lo que quisiera.

-No me iré, no sin ti- respondió tomando mi mano en las suyas, sus ojos estaban oscurecidos, preocupados, besó mano que aún temblaba.

Asentí.

-Gracias por la estrella- susurré manteniéndole la mirada.

-Gracias a ti, por ser una- susurró.

Mi cara ardía. Mordí mi labio y asentí a su comentario.

-Entra, es tarde- me invitó. Lo miré nuevamente con temor pensando lo peor -April, no me iré. Lo prometo- agregó tranquilamente soltando mi mano.

-Muy bien- articulé.

Miré una última vez sus ojos verdes y me di la vuelta. Abrí la puerta.

-Hasta luego- dije luego cerré la puerta tras de mi y me apoyé en ella, sintiendo cómo todas mis energías abandonaban mi cuerpo.

Confía en miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora