Confía en mi

capítulo 17: "¿Amigos?"

Narra Tom:

Al despertar ya me sentía mucho mejor que el día anterior, pero aún así no borraba el hecho de sentir un vacío enorme, sin mencionar la culpa.

Me senté y me quedé largo rato mirando a la peliroja a mi lado, no pude contener las ganas de acariciarle su cabello. Pensé en cuando todo era más simple, tranquilo y feliz. Un suspiro se me escapó después de darle tantas vueltas a tan absurdo pensamiento que está muy lejano de mi realidad o la de mis amigos, que sólo es un maldito mundo utópico.

Me levanté sin hacer mucho jaleo evitando que la pequeña peliroja, quien aún se sumía al sueño, se despertara.

Iba a salir de la habitación pero sentía que no debía hacerlo sin agradecerle a Annie. Tomé un bolígrafo y un papel de su escritorio.

《Gracias por todo, eres la mejor. Siento las molestias que te hice pasar. Tom.》

Con un poco de suerte no me pilla ninguno de los padres de Annie, para eso tendré que aplicar mi perfil ninja que he practicado toda mi vida. Tomé mis zapatillas y giré la perilla de la puerta para despues abrime paso por un casa completamente desconocida para mi.

A lo largo de los pasillos habían fotos familiares que eran muy significativas por lo visto. Al llegar al primer piso caminé directamente hacia la entrada principal, que fue lo único que se me hizo familiar.

-¿Te piensas marchar de inmediato?- al oir la voz ronca del padre de Annie di un salto de susto, a lo que éste rió un poco.

-Emh. Antes que nada desearía disculparme- me di vuelta para ver a la cara al padre de Annie -No quisiese seguir incomodando, asi que...-.

-Me gustaría hablar contigo en privado. Vamos a mi despacho- me invitó. Se me era imposible y descortés reusarme.

-Muy bien. Usted guíe- respondí.

El caballero aparentaba cincuenta y pocos años aproximadamente. Era un poco mas bajo que yo, su cabello era castaño claro acompañado de las canas que delataban su edad, su rostro y actitud eran serenos como los de Annie, aunque no puedo asegurar que no sea severo, no lo conozco de nada, pero, se me es familiar ya que se parece a la chica que amo.

-Bien, aquí es- dijo abriendo una puerta al final del pasillo -Pasa y toma asiento- me ordenó. Le obedecí -Soy George, el papá de Annie- se presentó.

-Ah, genial, pensé que era el lechero- le dije en broma. Soy una persona muy desubicada. Me miró un poco asombrado antes de romperse en carcajadas.

-Eres muy tenaz tú... ¿Mmmh?- rió.

-Tom- dije.

-He oído que eres hermano de April. El famoso hermano mayor- asentí. ¿famoso? -así que aqui tenemos a un Adams- sonrió.

-Así es- dije.

-¿Cómo es que no te conocía en persona?- preguntó.

-No lo sé, no soy muy cercano a Annie, ya sabe, ella es la amiga de mi hermana y no la mía- aclaré.

-No me parecía así, se ven muy cercanos para no ser amigos- dijo George apoyando se cabeza en sus manos. Es un hombre obsevador.

-Ah ¿si? Que loco-.

-Ayer analicé la situación y es extraño que Annie actúe de una forma tan loca, sin premeditaciones, ella normalmente no es así, es calculadora, fría, e inteligente. Pero ayer parecía otra, estaba fuera de sí- dijo.

-Entonces debería prestarle más atención, porque ella es así. Es una chica fuerte a veces, de pronto débil, controlada a momentos e impulsiva en otros, seria cuando debe y loca cuando lo quiere. Es muy diversa, eso la hace única- sonreí.