24

1.5K 110 6
                                    

En Alemania, he estado varios días sola. Mis padres solían viajar constantemente. Pero aún así, esto de vivir totalmente sola, era raro. Ya pasó una semana, desde que me fui de la mansión.

Fede y los melliz estuvieron preguntando cómo me iba. También, Matias me llamo, pero no le contesté.

El es solo un presente que se debe convertir en un pasado.

Me había olvidado completamente de Gael, me siento tan culpable, de que lo hayan despedido. Igual, luego del beso sería incómodo tenerlo de profesor.

Marqué su número y espere que antendiera.

—Hola Profe Gael.

El río un poco y respondió-Hola, Emma alumna, o quiero decir ex alumna.

—Me siento tan culpable—Murmure con culpa.

—Fui yo el que te beso, no te preocupes.—Pauso, para seguir hablando—Sabes, estuve pensando mucho en ti estos días.. y a mi me gustaría..

—¿Quieres que nos veamos?—al ver como no se animaba, pregunté.

—Por supuesto, estoy en el Bonafide ¿Quieres que vaya por ti?

—No, me queda cerca. Nos vemos allí.

—Esta bien, gracias Emma.

Sonreí y colgué la llamada. Sin dudas Gael me caía muy bien, y no perdía nada, con verlo, aunque dudo que llegue a sentir algo por él.

Me fui a duchar, luego me puse unos jeans, una remera y un sacó, con mis tenis. Era muy práctica, pero me gustaba llevar el estilo donde fuera. Sólo peine un poco mi cabello, y luego de colocarme, mi cadenita, que me había dado mi mejor amigo, Joss. Salí, hacia el ascensor, por suerte no había nadie, solo tuve que marcar el piso más bajo.

Una vez en la salida, saludé al conserje, quién ya se volvió como un amigo. Y como no eran muchas calles, camine disfrutando del hérmoso clima y el poco tráfico.

Una vez en el pasaje de los besos. Me acerqué hasta la peluquería.

Allá estaba Titina, zarandeandose con alguien.

—Yegua, anda a tirar tu veneno a otra parte.

—Gorda peluquera, soltame.

Siempre, encontrándome con la bruja de Malala..

Hasta que vi a Gael y me acerque hasta su lugar.

—Hola, Emma.—Se levantó, para correr la silla.—¿Como estás?

—Hola, bien y tú ¿como estás?—Luego de saludarlos con un beso en la mejilla tomamos asiento.

—Bien, también. Y emocionado..

—¿Se puede saber porque?—Acomode mi bolso en el respaldo de la silla, mientras esperaba su respuesta.

—Si, se puede.—Lo mire para que prosiguiera—Como sabes, yo solía viajar mucho, y ahora me ofrecieron un trabajo en Windors.

—¡¿Encerio?! Eso queda muy cerca de Londres. Y que decirte, felicitaciones.—Sonrei ampliamente. Se que le gusta viajar, y esto era algo muy importante para el.

—Pero, no se si acepte.

Fruncí el ceño—¿Hay algún impedimento?

—Emma, desde que te conocí, me has radiado como un sol. Las veces que iba a darte clases, para mi era lo mejor, porque te veía. Y se que tú irás a Londres dentro de unos meses, y tal vez pueda esperar hasta que vayas tú.

❛𝐌𝐀𝐓𝐔𝐓𝐄❜ / Floricienta/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora