Eighteen

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Se repetía el número de habitación de Isaac para intentar no olvidarlo o confundirse con alguna otra, cuando estuvo enfrente de ella, no dudo en entrar. Estaba Isaac sentado en frente del televisor este se encontraba apagado, pero él lo miraba como si realmente algo apareciera algo, lo mismo lo que le había pasado.

—¿Isaac? —Lena hablo mientras caminaba despacio a donde estaba. —¿Estas bien? —La cabeza de Isaac volteo a verla, pero sin mover otra parte del cuerpo. —¿Sabes quién soy?

—Lena. —La voz de Isaac no era la misma que él tenía. El cuerpo de Isaac se levantó justo cuando ella había llegado justo en frente de él.

Lena intentaba tomar distancia poniendo una mano en medio de ambos, pero Isaac solo intentaba acercarse más a ella. El corazón de Lena latía demasiado rápido, y se intensificaba con cada paso que daba el rubio.

—Si sabes que soy Lena, estoy segura que no quieras lastimarme ¿verdad? —La voz de Lena temblaba, intentaba que sonara firme, pero sus nervios ganaron, se arrepintió demasiado dejar sus armas en su bolso.

—Nunca te lastimaría.

—Entonces por qué no nos sentamos, hablamos como la gente lo suele hacer. —El cuerpo de Lena choco contra la pared, Isaac no se detuvo haciendo que la mano de Lena tocara su torso.

Y esa imaginación volvió a ella, esa en donde estaba en un refrigerador encerrada, mientras que alguien ponía cadenas sobre este para que realmente no pudiera salir, la respiración cada vez le hacía falta más. La voz de un hombre gritándolo instrucciones sobre llaves, tornillos y el número de estas, estaba segura que nunca había tenido una conversación de ese tipo.

«Las cadenas, Isaac»

Esa frase se repetía una y otra vez, como lo paso con el nombre de Ethan fuera de la habitación. Lena hizo lo mismo cerro sus ojos, tomo una gran boncada de aire, y cuando sus ojos volvieron estar abiertos esos ojos verdes se iluminaron.

—Las cadenas, Isaac. —La voz de Lena se intensifico, haciendo que Isaac salieron disparado a esconderse debajo de su cama.

Un cuerpo de Lena dejo de reaccionar y se quedó ahí perpleja como si alguien la hubiera clavado ahí para que nadie o nada la pudiera mover. Los ojos de Lena vagaban de un lugar a otro como si buscara la ayuda de alguien, o intentara mover algo que pudiera tirar y alguien viniera buscarla.

Estaba segura que estaba debajo del agua, y algo la sostenía para que estuviera ahí abajo. Mientras más intentaba tomar aire más se ahogaba, y el nombre de Alicia no paraba de sonar, y la frase ¿Está muerta? ¿Yo la mate?, no conocía a ninguna Alicia.

La puerta abriéndose fue una señal que estaba buscando, Lydia y Stiles entraron corriendo, pero no esperaban encontrar a Lena tirada en el suelo, mientras movía su cabeza intentando buscar algo. Stiles se arrojó al suelo junto Lena para que la chica pudiera reaccionar.

Tomo su cuerpo y lo sostuvo, paso su mano por su rostro intentando buscar algo, algún rasguño o una herida que hizo para que estuviera asi. Pero solo miraba como los labios de Lena se movían intentando formular una palabra.

—¿Lena? Escúchame ¿estás bien? —Stiles preguntaba preocupado por el bien estar de ella. —¡Helena!

—¿Yo la mate? —Fue lo primero que pudo decir, cuando la chica regreso de su trance.

Puso una de sus manos en su pecho intento poder tranquilizarse, buscaba algo de vuelta, y se encontró a Stiles justo frente de ella. La miraba preocupado, y no entendía por qué la miraba asi.

El grito de Lydia fue lo que hizo que ambos chicos corrieran al baño en donde había entrado la pelirroja. Y se encontraron a Boyd en la bañera intentando ahogarse. Una caja fuerte estaba en su torso impidiendo que este pudiera levantarse de ahí. Stiles intentó quitar el tapón de la bañera.

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