Lena fue llamada por Derek Hale solicitando su ayuda para intentar recuperar a los dos betas de su manada, pero no contaba encontrarse con la manada de Deucalión queriendo agregar a un nuevo alfa.
Con habilidades que se le fueron inculcadas por su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ambos chicos rieron por el comentario del último que hablo. Lena estaba viendo como el chico comenzaba a apenarse por el comentario que había hecho. No le tomo con mucha importancia, no estaba segura si los chicos de su generación eran así, o simplemente el chico le estaba coqueteando.
Para Lena convivir demasiado tiempo con personas de su edad era algo nuevo, en Maine, solo contaba con un par de amigos, que claramente fueron aprobados por su tía a cargo, para la idea de Sol que su sobrina estuviera conviviendo con diferentes tipos de personas era algo no de su agrado, temía que pudieran meterle diferentes ideas a la cabeza, en el pequeño pueblo que vivía no ocurría nada importante, uno que otra desaparición, o una muerte de algún vago.
—¿Quién fue el que te mando? ¿Scott? ¿Isaac? —Lena pregunto para poder romper ese silencio incomodo que se había acumulado. — O fue Melissa.
—En realidad vine por mi propia voluntad. —Lena miro al chico confundida, no quería creerle. —Iba a tu casa a ver a Scott, cuando te mire caminando hacia acá. Y cuando entraste al edificio a esta hora de la noche, no podía irme de aquí sin asegurarme que salieras viva. Y aquí me tienes.
—Tienes 40 minutos aquí.
—En realidad fueron 46 minutos, pero ¿Quién los cuenta? —Lena rio mientras se recargaba en su auto. —Me dije a mi mismo "Stiles, si ella muere tendrás ese cargo de conciencia toda tu vida", y bueno me convencí.
—Estoy segura que, si Derek me querría matar Scott y Isaac lo hubieran escuchado desde casa.
—Yo también lo sabría, si no bajabas en 14 minutos más, subiría a defenderte.
—¿Defenderme? ¿Con que?
Stiles abrió la cajuela de su auto, y saco un bate de madera que tenía en casos importantes, no podía salir de casa sin su bate. Lena sonrió al saber que Stiles no hubiera podido salvarla con su arma, pero agradeció que alguien estuviera abajo esperándola, y listo para subir a defenderla.
—Estoy casi segura que Derek hubiera destrozado ese bate en un solo movimiento. Debes conseguir algo, ya sabes, más duradero.
—Tu y yo somos iguales, y tú no tienes nada con que defenderte. —Stiles hablo ofendido ante el comentario negativo hacia su segundo mejor amigo.
Lena alzo una de sus cejas, y dejo de cruzar sus brazos para demostrarle a Stiles que nunca se encontraba indefensa, menos si sabía que en cualquier momento alguien quisiera matarle. Cuando menos se lo espero Lena saco una de sus armas más pequeñas que la guardaba detrás de su suéter, y una daga china de su manga de la otra mano. Su arma apuntaba a Stiles, específicamente un Stiles alarmado por su seguridad.
La castaña soltó una pequeña carcajada al ver a Stiles con ambos brazos hacia arriba admitiendo derrota. La vida le había ensayado que nunca debía salir sin protección, su familia consiguió muchos amigos, pero de igual forma enemigos, algunos buscando venganza, no importase quien fuera.
