El guionista.

Burn Bright

Eran las 11 de la noche cuando Erwin aún continuaba en el laboratorio de edición. Estaba cansado, sus ojos comenzaban a cerrarse, pero no quería dejar el trabajo a la mitad, así que salió a la terraza para despejarse, allí pudo ver un despejado cielo estrellado. Le dio un sorbo a su café y comenzó a recordar cuando era un pequeño niño sentado en la sala frente al viejo televisor.

Su madre llegaba del trabajo a las 5 e inmediatamente apagaba el ruidoso aparato mientras le preguntaba si había terminado sus deberes escolares, a lo que Erwin negaba con la cabeza. Su madre suspiraba y esa era la señal para que corriera a su habitación y terminara la tarea.

Con el paso de los años Erwin fue desarrollando una fascinación por los detrás de cámaras. Al mirar la televisión se preguntaba cómo hacían las películas, cómo hacían las animaciones, pero sobre todo, estaba interesado por los efectos especiales.

Cuando estuvo en la preparatoria entro a un curso de fotografía y edición, a partir de allí comenzó a adentrarse en el mundo de las cámaras y la postproducción. Pero no estaba interesado en hacer una carrera como cineasta, en vez de ello quería cursar la carrera en animación y efectos visuales.

Su padre no estaba contento con ello, ni se inmuto cuando dijo que no lo apoyaría.

Él era un hombre bastante enérgico que se vendía a sí mismo la idea de haber salido de Alemania para conseguir una vida mejor. Erwin a penas tenía unos meses de nacido cuando llegaron a Nashville Estados Unidos, por lo que no conocía nada de la Alemania que su padre mencionaba.

Quizás las personas nunca estaban conformes con el lugar en el que vivían, pensaba, porque él tampoco lo estaba. Quería mudarse a Los Angeles, cosa que no le sería sencilla. Su familia era de clase media y aunque contaban con todo lo necesario para llevar una vida bastante decente, pagar una escuela y estancia en una de las ciudades más caras del país estaba fuera del presupuesto.

Luego de graduarse de la preparatoria aplico para una universidad de Nashville en donde fue aceptado para estudiar literatura. Su padre no dejaba de celebrar aquella elección tan inteligente, incluso alardeaba sobre su hijo: futuro escritor de grandes obras literarias y quien seguramente sería un gran profesor.

Lo que no sabia es que Erwin seguía pensando en su sueño y tenía un plan para lograrlo. Cuando terminaba sus clases iba a su empleo de medio tiempo en un local de renta de películas. Planeaba ahorrar durante 3 años todo el dinero posible para mudarse a Los Angeles.

Faltaba un año para que se graduara de Literatura cuando se dio de baja. Aquella noche su padre no dejaba de gritar, era tanto su coraje que se podía ver la saliva siendo expulsada con violencia de su boca asemejando a un animal rabioso. Su madre sólo estaba sentada en la sala mirando a un punto indefinido. Luego de unos 30 minutos su madre se levanto, y su padre guardo silencio.

—Erwin —dijo con su dulce voz e hizo una pausa mientras se paraba frente a él —. Tienes 20 años —continuo mientras lo miraba hacía arriba con una sonrisa indulgente —. Ya no podemos detenerte, menos cuando tus ansias de cumplir tu sueño son tan grandes.

—Mamá... yo en serio quiero ir a Los Angeles, quiero trabajar en el cine —dijo mientras miraba firme a los ojos de su madre.

—Entonces hazlo. Ya has trabajado duro por 3 años para ahorrar y ni aún así descuidaste la Universidad —sonrió con los ojos llenos de lagrimas —. Es tu vida, no tienes que complacerme a mí o a tu padre, después de todo, has sido un gran chico y eres mi único hijo y sólo puedo decir que te vamos a extrañar mucho —. Erwin abrazo a su madre quien había comenzado a llorar.

En ese momento notó que su padre estaba al borde del llanto.

Su padre no estaba furioso porque hubiera dejado la universidad, sino porque al igual que su madre se había dado cuenta que frente a él ya no estaba el niño que solía cargar sobre sus hombros en el parque. Ahora había un hombre decidido a hacer lo que tuviera qué con tal de alcanzar sus metas y eso era suficiente para enorgullecerlo.