El guionista.

Trigger

Aquella mañana Levi se despertó más temprano que de costumbre. Mike había citado temprano al equipo encargado del guión para revisarlo por ultima vez. Sería una reunión rápida y las siguientes semanas serían libres para Levi hasta que los llamados para el rodaje comenzaran.

Estaba emocionado de volver al trabajo. Quería ver a los actores interpretando los diálogos, quería ver los encuadres fotográficos y la edición final. Mientras pensaba en todo ello un sentimiento de tristeza lo invadió. Recordó que estuvo a punto de perder todo por alguien que no lo valía. Al menos ahora estaba mejor, porque pensaba que quizás el dolor del pasado tenía un propósito, pero sería un mentiroso si dijera que no sentía un pequeño hueco en su pecho al recordar esos días en que tuvo el calor de alguien a su lado. Lo que era cierto es que ya no lo esperaba, ya no lo amaba. Sólo quedaba esa molesta sensación de terminar con la rutina.

Decidió no pensar más en ello, así que subió a su automóvil y comenzó a manejar. Aunque eran las 7 de la mañana el cielo estaba gris, seguramente llovería por la tarde. Esos meses antes de la llegada del caluroso verano solían ser lluviosos. La lluvia podía ser una molestia para su trabajo, pero a él le gustaba.

El camino estaba despejado, habían pocos autos, le gustaba esa tranquilidad al manejar sin trafico. Estaba a punto de llegar a los estudios cuando decidió pasar por café, no acostumbraba a tomar cafeína, siempre había preferido el té, pero en aquel momento opto nuevamente por el café, el mismo tipo que Erwin le había regalado el día anterior.

Pidió un café extra y un sándwich a través de la pequeña bocina. Paso a la ventanilla en donde le entregaron su orden y continuo manejando un par de minutos más hasta llegar a los estudios. El estacionamiento contenía varios automóviles, la mayoría eran de los otros escritores. Seguramente en los siguientes días ese estacionamiento estaría completamente lleno.

Levi tomo los porta vasos con café y la bolsita de papel en donde habían colocado el Sándwich. Camino entre los pasillos, hasta que llego a la sala de edición. Había un par de personas que se habían quedado dormidas en su lugar, entre ellos diviso una rubia cabellera. Erwin se había quedado dormido frente a su computador utilizando sus brazos como almohadas. A pesar de estar dormido en su rostro se veía el cansancio, pues debajo de sus ojos se marcaban unas profundas ojeras. El Ackerman tomo una silla vacía, se sentó al lado del mayor y husmeó en el escritorio hasta encontrar unos posticks y una pluma.

"Sigue esforzándote Erwin. Y nuevamente perdón por causarte molestias ayer.

Atte: Levi."

Aquella oración fue lo mejor que se le ocurrió. Se culpo por no ser una persona que interactuara a menudo con la gente, porque si lo hiciera quizás le sería más fácil escribir una nota que no se leyera tan cortante. Al final respiro profundo, pego el postick en la bolsa de papel, acomodo las cosas en la zona vacía al lado de la mesa y salió del lugar.

Erwin despertó varios minutos después debido al sonido de alguien tecleando a su lado. Se exaltó al ver la hora, eran las 9 de la mañana, no recordaba el momento en que se quedo dormido. Inmediatamente miró su proyecto y se tranquilizo cuando vio que estaba finalizado.

—Buenos días Erwin —escucho una conocida voz. Era Hangie quien yacía concentrada en el computador de al lado. Mantenía una expresión sería mientras parecía dar los toques finales a su edición. Hangie solía trabajar parte del tiempo en su casa y parte en la oficina, así que no era común verla todo el tiempo allí.

—Buenos días Hangie, ¿también estas con lo ultimo del proyecto?

—Sí, en la madrugada mi computadora se quedo sin espacio en el disco duro, así que decidí llegar temprano para seguir editando aquí. Por cierto, creo que dejaron algo a tu lado. —Comentó mientras Erwin volteaba para mirar el vaso de café y la bolsa con la pequeña nota. No pudo evitar sonreír.