Play and Love ·NCT·

10

Era un nuevo jueves, un día en el que al igual que la otra vez Jaemin estaría con Jeno a solas en su habitación. 

Ya no estaba tan nervioso como antes, sentía que se habían hecho mas cercanos y ya podía estar a su lado sin nerviosismo alguno, aunque los sonrojos permanecían en su rostro. 

—Descansemos un poco—dijo el menor, a lo que Jeno asintió y dejó caerse en el piso.

—Ya no es tan complicado—continuó la conversación mientras tomaba algo de agua—en realidad nunca lo fue.

—No te creo—rió Jaemin, imitando la acción del contrario—¿O acaso me engañaste y siempre has tenido buena resistencia?

—Aunque sea así, a esta altura da igual—sonrió—tiene sus ventajas.

—¡¿Me mentiste?!—acusó alarmado 

Jeno no dejó de reír—es broma, Nana.

Jaemin lo miró con el ceño fruncido—Ya no se si creerte. Además ¿a que te refieres con ventajas?

—No te lo diré, de todas formas, ya no confías en mi—siguió—pero...

Jaemin lo miró confundido

—¿Quieres conocer esas ventajas?

Jaemin estaba aun mas perdido—¿Sí?—contestó mas como pregunta.

—Sal conmigo el sábado.

Gritos y chillidos internos se apoderaban de Jaemin mientras que su cuerpo se desconectaba de su mente en menos de un segundo. "Sal conmigo el sábado" una cita. Una verdadera cita.

—E-eh...—había enmudecido y solo podía parpadear mientras Jeno esperaba a que modulara algo.

—Es una cita.

¡Deja de decir esas cosas, me avergüenzas! Quiso gritarle al mayor. 

—Si—susurró a medias, carraspeando un poco para que se escuchara mejor—acepto, digo, esta bien.

—Genial, entonces te veré el sábado a las 4 ¿Esta bien para ti?

—¡Claro!

Había sonado mas emocionado de lo que debería. Jeno se levantó del piso sonriendo mientras Jae volvía a imitar la acción del contrario. Ambos caminaron a la puerta principal y Jaemin despidió a Jeno para que, al cerrar la puerta, pudiera gritar y chillar libremente.

—¡Mamá!—gritó emocionado, buscando a su progenitora por toda la casa hasta encontrarla, necesitaba decirle eso a alguien.

—¿Qué pasa? ¿Por qué gritas?—contestó confundida, pero mas le preocupaba la expresión que llevaba su hijo en la cara—parece que quieres llorar.

—¡Mamá! ¡Jeno me invitó a una cita! Una C I T A—saltó de felicidad, dejando mas confundida a la mujer.

—¿Y no quieres? 

—¡Claro que quiero!—dijo el pelinegro—esto es como un sueño.

La mujer ya no sabía que contestar así que solo atinó a abrazar a su hijo como muestra de apoyo.

—¡Estoy muy feliz!

(...)

Al otro día le contó todo a Renjun mientras la emoción volvía a su cuerpo. No había hablado de eso con Jeno, pero si habían conversado amenos y sin interrupciones, lo que hacía aun mas feliz al menor. 

—¿Qué crees que suceda? Tal vez es solo una cita amistosa, pero si no es así podría besarlo. O puede que él tome la iniciativa ¿Qué es mejor?—Jaemin no dejaba de parlotear mientras Renjun lo miraba esperando a que terminara y pudiera responder a alguna de las preguntas.

—¿Crees que lleguen a besarse?—preguntó por fin el chino, Jaemin solo enrojeció y alzó sus hombros en señal de no saber.

—¿Tu lo hiciste con Hendery?

—Claro—sonrió recordando— pero mi caso es distinto, lo conozco de hace mucho y ya habíamos salido como amigos, esta vez fue mas oficial y ambos sabíamos que iba a pasar luego.

—¿Estas diciendo que ambos iban con esa intención?—preguntó sorprendido.

—Ambos sabemos lo que queremos—respondió simple—Nana, esas cosas no se planean, solo se dan, pero si están dispuestos a que pase solo háganlo y ya.

—¿Crees que esté listo?—dijo mas calmado

—¿Crees tu estarlo? Después de todo no es cualquier cosa, es una cita con tu crush, quien hace poco se te hacia inalcanzable y ahora lo tienes martes, jueves y sábados en tu habitación.

Jaemin rio avergonzado—La verdad no sé.

—Entonces solo concentrate en pasarla bien, no apures las cosas—aconsejó Renjun.

Jaemin asintió conforme. 

(...)

El entrenamiento comenzaba unos minutos mas tarde, y aprovechando que Mark estaba ocupado con el entrenador, Donghyuck comenzó a pesar por los pasillos sin rumbo alguno en busca de algo que lo distrajera. 

No esperaba encontrarse a Jeno saliendo de una de las salas de practica de algunos talleres, específicamente el de baile. 

Ya tenia algunas dudas respecto a Jeno y sus actividades ¿Grupo de estudio? Una farsa total, Jeno no era un mal estudiante y su madre no era ni un poco estricta, de hecho, era una mujer energética y bastante amable.

—Te veré mañana.

Escuchó decir a Jeno. Haechan ya estaba cansado de todo eso. 

—¡Jeno!—alzó su voz, no puso ninguna expresión en particular, pero parecía que su sola presencia era suficiente para que Jeno palideciera.

—Hyuck ¿No deberías estar en entrenamiento?— quiso sonar normal.

—Tu también, pero parece que tenias otras cosas que hacer—señaló con obviedad.

—Ah...—no supo que responder. 

Haechan lo encaró—¿Estas en el grupo de baile de Ten?

—Yo...—rascó su nuca nervioso—sí.

—Bien—sonrió arrogante—otra cosa, tu falta de desempeño, desconcentración y sobre todo cansancio ¿Es debido a esto?

Jeno asintió nuevamente, se sentía mal que lo regañaran. 

Sabia que estaba mal no haberles dicho a sus amigos y haber guardado aquello como un secreto, después de todo no era algo malo. Pero sabia que si les decía y comenzaban a notar sus fallas lo criticarían y todo seria un caos. 

—¿Y aun sabiendo eso no renunciaste?

¿Renunciar?

—¿Renunciar?—cuestionó sin poder creerlo―¿Por qué?

—Jeno, no quiero sermonearte, mucho menos hacerte notar las fallas que has tenido estas ultimas semanas, estoy seguro de que sabes en el problema que te estas metiendo. El entrenador no va a aceptar esto. Si continuas puede dejarte fuera de la final.

—No es tan grave—quiso defenderse. 

—En el ultimo partido hiciste que Mark perdiera el disco, chocaste con casi todos los jugadores y casi terminas en el piso sin siquiera un golpe de los otros, estas desconcentrado, y un jugador desconcentrado no entra a la pista, mucho menos en finales—regañó el moreno.

—Pero le prometí a Ten que lo haría— y a Jaemin.

—Si sabes que Ten no jugará los tres tiempos, ¿verdad? Esta hablado con el entrenador, no podrás hacer ambas cosas.

—¿Entonces solo debo renunciar?—cuestionó molesto.

—Si—afirmó Donghyuck—yo no diré nada pero tu debes estar con la mente en el juego.

Estaba contra la espada y la pared.