2: Filtro

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Justo como en una puerta, di un paso cerrando los ojos con fuerza, sentí la nueva y más cálida temperatura haciéndose presente. Una suave melodía sonando de fondo me hizo abrir los ojos, moví mi cabeza de lado a lado y Hoseok no estaba conmigo.

Me dediqué a mirar a mi alrededor, suspire aliviado al ver un lugar real, un salón a primera vista, aunque los pasillos y estantes no me permitían saber su profundidad. Pantallas de televisor de diferentes tamaños y modelos cubrían la mayor parte del lugar, estantes de ropa cuidadosamente ordenada, ropa especialmente fina. Cuadros, pinturas, lienzos en blanco y paletas de colores sobre mesas. Todo distribuido de forma caótica pero creando un ambiente divertido que se complementaba con las luces que cambiaban eventualmente de color. Muchas personas podrían frecuentar este lugar pero dudé que Persona fuera una de ellas.

Mi corazón dio un salto cuando un par de manos cubrieron mis ojos pero recordé rápidamente que Hoseok debía estar cerca, estuve apunto de preguntarle dónde estuvo pero se adelantó

—Hey —Susurró una suave pero ronca voz que me hizo estremecer, algo nervioso quite sus manos de mi rostro, casi ahogandome con mi propia respiración cuando le vi —No te asustes —Dijo con una risita pícara —Yo soy Jimin y...

—¿ES JIMIN? ¡NO LE HAGAS CASO, NAMJOON! —Grito Hoseok desde algún lugar en el exterior, seguía afuera. Quise preguntar el porqué pero Jimin tiró de mi brazo para perdernos entre aquellos estantes.

En ese momento que pude mirarlo adecuadamente, miré en detalle el traje rojo que se ceñía a su cintura, cabello rubio, labios voluptuosos, mejillas sonrojadas e incluso el maquillaje ahumado en sus ojos, era quizá demasiado para estar en donde estaba pero encaja con él.

—Muy bien, aquí no nos escuchará. Todo un entrometido ¿cierto? —Sonrío sentándose sobre la mesa de piernas cruzadas y señaló la silla en frente, suspire y me deje caer en la silla, dudando como comenzar la conversación sonreí incómodo con su presencia —Me gustan tus hoyuelos

—Bien... —Aclare mi garganta —Soy Namjoon y estoy buscando ayuda —Jimin levanto una ceja atrevidamente

—Pídeme lo que quieras, puedo ser tu genio —Dijo acercándose un poco, instintivamente me alejé

—Hoseok debería estar aquí —Miré a los lados pero ni rastros

—No me parece —Tomo delicadamente mi mentón y me hizo mirarle —Dime lo que necesitas de mí

—Quería saber si conocías... —Empecé pero me interrumpió

—Solo conozco dos cosas "Misterio" y "Seducción" —Extendio las palmas de sus manos y las palabras que mencionó aparecieron escritas en Latín sobre ellas. Negué ligeramente

—No es precisamente lo que quiero

—A veces uno no sabe lo que quiere hasta que lo consigue —Se levanto sobre la mesa caminando al otro lado, dándome la espalda, modelando —¿No tienes curiosidad? —Me miro sobre su hombro y no pude sostenerle la mirada, era abrumadora —Puedo mostrarte todo un mundo nuevo —Su voz era sensual pero no lo suficiente como para no darme cuenta de que intentaba envolverme

—¿Como harías eso? —Pregunté con curiosidad

—Todo depende del lente con el que miras la vida y yo tengo una paleta de colores para enseñarte —Regreso en sus pasos y dio un salto hasta el suelo —¿Qué tipo de "yo" quieres para cambiar tu mundo?

—¿Realmente hay tantas versiones de ti? —Cuestioné con particular atención a sus pasos, se posó detrás y paseó sus manos por mis hombros.

—Por supuesto, puedo convertirme en lo que quiera —Susurro en mi oído, más no aparte la vista del frente. Finalmente se alejó y caminó hasta quedar enfrenté de mi —Es lo lindo de los filtros, cariño, puedes escoger la versión que quieras de ti pero seguirás siendo tú

—Wao...

—Entregate a mí y te mostraré más cosas emocionantes —Sonrío y movió su cabello rubio con su mano. Abrí la boca varias veces para decir algo pero mi cabeza no procesaba nada coherente —Incluyeme en tu mente o seguiré viviendo en tus sueños

—¿Qué-?

De improviso se sentó a horcajadas sobre mis piernas y puso esa mira penetrante a solo centímetros de la mía. Cerré los ojos con fuerza y apreté las manos en puños para mantenerlas en su lugar. Soltó una risita que aumentó mis nervios.

—Más allá de preferencias o estándares, empiezas a quererme solo a mí.

Sentí el color subiendo a mis mejillas. Con sus pequeños dedos empezó a delinear mis facciones como si tuviera todo el tiempo del mundo disponible. Mis pómulos, nariz, mis párpados, cuando estuvo cerca de mis labios los estiro un poco y los soltó de golpe. Suspire, sin abrir los ojos en todo ese tiempo, no podía permitirme mirarle, estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantenerme impasible.

—Las cosas no son tan fáciles, Jimin, estoy ocupado —Me excuse

Sujete su cintura para alejarlo de mi pero aprovecho la oportunidad para guiarlas hasta sus muslos, siseando como un gato. Me sorprendió al sentir músculos tan definidos bajo aquel pantalón de vestir, abrí los ojos fijandome en ellos mientras los tocaba.

—Dejalo todo

Susurró de nuevo, su aliento caliente chocando contra mi piel me hizo encogerme en el asiento. Le miré embobado sintiendo como le dejaba ganar, o caía en un especie de acantilado sin nada de dónde sujetarme más que a esas piernas. Recargo todo su peso en mi, siendo entre nuestros rostros lo único que nos separaba. Giré el mío de inmediato a un lado para no ver esos gruesos labios rojizos que me llamaban sin ningún pudor.

—¿No es arriesgado? —Pregunté pero creí que no tendría una respuesta al notar cómo bajaba su nariz por mi cuello que de repente parecía sentir con mayor intensidad. Sus cabellos chocaban con mi rostro y ese perfume suyo era tan embriagador como un shot de tequila

—Será un secreto —Volvió a soltar una risita, esas malditas risitas —Usame

Todo lo que implicaba esa petición se le sumó a una mordida nada suave que dejó en una de mis clavículas, mordi mi labios para no regalarle ninguna reacción de mi parte pero como el humano que soy mi cuerpo empezaba a reaccionar a él.
Cabe destacar que estaba siendo sometido a una presión terrible por parte del rubio, tentado y tanteando cada paso.

Estaba al borde de corresponderle todo, incluso hacerle arrepentirse por habermelo pedido a mí pero entonces la voz de Hoseok resonó por todo el lugar.

—¡Jimin! —Gritó

Agradecí a todos los cielos y abrí los ojos, recuperando un aliento que no sabía que había perdido. Miré al rubio frente a mí, dejó sus ojos en blanco y se levantó fastidiado

—Hoseok... —Dijo con resignación

—¿Porqué no me dejabas entrar? —Pregunto molestó con las manos en las caderas

—Llevas una fiesta dentro, Hoseok, pero insistes en tirarle agua a las de los demás, por eso —Se encogió de hombros

—Tus "Fiestas" no son decentes —Le reprochó, Jimin volvió a entornar los ojos pero esta vez en su cara —¡Y Namjoon! —Me reclamo a mí

—¡Jimin! —Le señalé, cargandole toda la responsabilidad de la situación

—Como sea, estamos apurados —Se acerco y tiró de mí, me dejé hacer siendo que habían prioridades

–Haberlo dicho antes, no pierdo mi tiempo —Resoplo Jimin quitándole un sombrero a uno de los maniquíes y poniendoselo, algo no se le podía restar y era su belleza

—Lo siento —Me disculpe —Estamos buscando a Persona —Le comenté emocionado

—Suerte con ello. Persona no frecuenta lugares oscuros. Cuidado con Animus, Hoseok —Le advirtió

—Ya lo sé —Respondió y abrió de nuevo aquel especie de portal entre la nada y el algo

—Nos vemos —Le dije inclinando mi cabeza educadamente

—Si, nos vemos —Se despidió con una sonrisa de todo menos inocente —Y Namjoon, tu aburrido andar, tu forma tan sosa de ver las cosas, siempre de lo mismo no es divertido. Cambia tu filtro, cámbialo seguido, conseguirás mejores formas de ver al mundo.

Asenti pensándolo un poco y nos sonreímos con complicidad antes de dar el paso al otro lado.

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