MINGI:
Me preparé mentalmente para decirle aquello a YunHo, él sólo me miraba sin ninguna expresión en su rostro, así que estuve listo para recibir algún golpe, un grito o lo peor, que no me dejara ser su amigo, aunque yo quisiera algo más, pues sí… Había caído en los encantos de aquel hermoso peli azul.Pero todos esos malos pensamientos se fueron al caño cuando sentí su mano en mi mejilla, tenía mis ojos cerrados pensando que me golpearía pero no, él simplemente dejaba pequeñas caricias en dicha zona, poco a poco fui abriendo mis ojos hasta verlo, con una gran sonrisa en sus hermosos labios.
– Ya lo sabía. – Susurró y yo quedé en shock, poco después comenzó a reír alejando su mano de mi mejilla.
– ¿C-Cómo? – Pregunté, de seguro alguien le había dicho… Pero nadie de aquí sabía que lo era, solamente HoSeok y... Diablos, esa maldita. – ¿Fue Hwasa, no? Esa hija de…
– ¡Hey! No le digas así, es una buena chica y ella no me dijo nada, ¿Acaso también lo sabe? – Me preguntó, alzando una de sus cejas aunque estas no se vieran mucho porque su cabello tapaba las mismas, allí busque la forma de remediar lo que dije.
– Bueno, sólo lo sospechaba pero me acabas de confirmar que no lo sabe. – Rasqué mi nuca nervioso, no podía decirle que Hwasa también era un vampiro… Aunque de verdad no me importaba, pero ella debería decirle a YunHo o mantenerlo en secreto, cada quien con lo suyo.
– En fin, la manera en que me di cuenta fue… Porque en un callejón alguien me estaba observando, y sus ojos eran muy rojizos. – Oh, demonios, ese había sido yo… ¿Se molestaría si le dijera? Posiblemente, así que prefiero quedarme callado.
– Y luego vi en ti ese mismo color, así que decidí investigar, estaba entre un demonio y un vampiro.
– Bueno, un demonio no soy, pero me gustaría serlo. – Me miró con un puchero, yo sentí que quería besarlo allí mismo ante aquel gesto.
– Seguí investigando y sí, me di cuenta de que eres un vampiro.
– Quien diría que además de ser un chico muy apuesto, también eres inteligente. – Pude notar como su cara se tornaba rojiza, pero no mucho, yo simplemente sonreí.
– B-Bueno, ¿Nos vamos? Recuerda que tenemos una pijamada pendiente. – Se levantó acomodando su cabello un poco, yo le seguí sin decir nada más, por ahora no quería que se fuera corriendo con otro halago de mi parte.
El camino fue silencioso, por suerte aquel pequeño lugar de comida no quedaba lejos de la casa de YunHo, así que fue fácil llegar, no pensé que conocería su casa, pero al ver que me invitó a pasar, no me pude negar; él se fue a guardar varias cosas mientras que yo me dignaba a ver algunos cuadros que estaba por su humilde morada.
– De pequeño era tan tierno. – Sonreí al ver una pequeña foto del peli azul, de pequeño tenía el cabello azabache, se veía tan feliz en aquella fotografía, abrazando un osito de peluche, simplemente se me hizo demasiado tierno.
– Estoy listo, ¿Nos vamos? – Me giré para ver a mi compañero, estaba cambiado y tenía un bolso un poco más grande en su hombro derecho, su ropa era… Más casual, pero su camisa era un poco ancha ya que podía ver a la perfección sus hermosas clavículas, por suerte tenía una chaqueta arriba, no quería que nadie viera más allá.
– Sí, podemos irnos. – Salí de mi pequeño trance, el recorrido en mi casa fue silencioso pero no incómodo, de igual forma le invité a pasar a mi departamento mientras iba a cambiarme y por supuesto, a buscar aquellas ropas, vacíe mi bolso con el que iba al colegio para guardar las cosas importantes, al igual que mi ropa, obviamente.
– Todo listo… ¿YunHo? – Al no ver al chico en mi departamento me alarmé, así que rápidamente tome las llave de mi humilde hogar junto a mi celular, teniendo mi bolso muy bien puesto, apenas salí pude verlo, estaba en una de las ventanas del pasillo, mirando el cielo estrellado, me acerqué en silencio hasta posar mis manos en su cintura, él dio un pequeño brinco hasta mirarme.
– Tonto, ¿Así te atreves a asustarme? – Me golpeó con suavidad en el brazo derecho, yo aún mantenía mi agarre en su hermosa cintura, cubierta por aquellas prendas.
– Ni que fuera a hacer algo malo… ¿O eso quieres? – De inmediato pude notar su ceño fruncido, me volvió a golpear pero esta vez, me alejó de su cuerpo.
– Serás imbécil, ya vámonos. – Me pasó por el lado, justo en aquel momento su olor me embriagó por completo, aquel aroma a jabón de cereza junto a un perfume no tan fuerte, era como una droga para mí; al salir del lugar nos quedamos parados afuera del edificio donde vivía, ya que… La casa de WooYoung no quedaba muy cerca.
– A esta hora no pasan muchos taxis… ¿Le llamamos para que pasen a buscarnos? – Preguntó sacando su celular, yo simplemente le vi su hermosa cara iluminada por aquel aparato, hasta que recordé algo.
– Espera, tengo un detalle por aquí. – Volví a entrar, pero esta vez por el estacionamiento hasta llegar a una parte privada, a los minutos salí con una moto, mi moto.
– Demonios… – Susurró cuando tuve a mi bebé en frente del peli azul, le miré un poco confundido pero después me subí a la moto, esperando por mi compañero, el cual al ver que estaba esperando, se subió y sus manos se aferraron a mis hombros.
– YunHo, es mejor si te aferras a mi cintura. – Le extendí un casco, se lo colocó de inmediato pero yo no me puse, ya que sólo tenía uno, por suerte siempre llevaba las llaves de la moto, apenas la encendí, arranque hacia la casa de Woo, iba a una velocidad moderada ya que YunHo parecía una garrapata pegado a mí, aunque no me molestaba en lo absoluto, se me hacía muy tierno.
Pasaron alrededor de treinta minutos, llegamos por fin a la casa del azabache, YunHo se bajó con cuidado para yo poder estacionar la moto, me dio el casco el cual dejé sobre la misma, las llaves las guardé en el bolsillo de mi pantalón, ambos nos acercamos a la puerta de aquella casa, esta vez yo toqué el timbre, desviando mi mirada ante la espera de que abrieran la puerta.
– ¡Al fin! ¿Qué tanto hacían? – San abrió la puerta, yo simplemente saludé, dejando que el peli azul entrara y comenzara a hablar, sabía que esta noche sería algo incómoda para mí.
YUNHO:
Decir que no me sentía nervioso ante la presencia de MinGi, era una mentira, desde que me confesó que de verdad era un vampiro, pude sentir un pequeño temor, pero aquel pelirrojo no era malo, pero si pude notar que era celoso.– Tengo hambre, ¿SeongHwa hizo comida? – Pregunté, sentándome en el suelo mirando a mis amigos con un puchero.
– Carajo, ¿Cómo vas a tener hambre? – Me preguntó JongHo, le saqué la lengua a modo muy infantil.
– Les recuerdo que yo, tuve que salir a contestar una llamada. – Los demás recordaron y asintieron, en ese momento todos estaban concentrados en hablar de cualquier cosa, ver sus celulares y comentar sobre algunos vídeos que veían en Facebook o Instagram, que me levanté yendo en busca de MinGi, porque de la nada había desaparecido.
– ¿MinGi? ¿Cosa con colmillos? – A medida que avanzaba por la casa, no veía rastro de aquel chico, hasta verlo en una de las ventanas de la casa, mirando las estrellas, como yo lo hacía antes.
– Ya veo porque te gustan las estrellas. – Murmuró, yo me acerqué mirando de igual forma aquellas hermosas estrellas que iluminaban el cielo, allí se me vino una pregunta de forma repentina.
– ¿Has matado a algún humano? – Pude ver aquel gesto en su mandíbula nuevamente, yo posé mi mano en su mejilla para relajarlo y de alguna forma, funcionó, porque ya no estaba tenso.
– No, de hecho, no he mordido a una persona directamente. – Le di un pequeño apretón en su mejilla, poco después solté la misma para dejar escapar un suspiro, sintiéndome nervioso ante lo que le diría.
– ¿Tú… Quisieras tomar mi sangre?
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¿𝑸𝒖𝒆 𝑬𝒓𝒆𝒔? ⟨ 𝒀𝒖𝒏𝑮𝒊 ⟩
FanfictionLa llegada de un nuevo estudiante hace que todos, en el pequeño colegio, se vuelvan locos por su presencia, con sus hormonas al mil. Mientras, Jeong YunHo, se encuentra tranquilo ante su presencia... O eso quiere creer al pasar los días. Aquel nuevo...