Capitulo 19

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Aome solo miraba con una sonrisa a Aioros, pues había logrado escuchar lo último que le dijo a Inuyasha, pero el arquero estaba bastante apenado.

Aome: Aioros.
Aioros: No digas nada por favor!
Aome: Vamos a comer. (Riendo)

El centauro estaba apenado, no se atrevía a mirar a Aome a los ojos, aunque no sabía bien porque si lo único que hizo fue decirle a Inuyasha que se alejará de ella. No había hecho nada malo, únicamente dejar claro que  ahora era él quién estaba a su lado.

Le contó lo sucedido a Saga, quién le aseguro que no estaba mal lo que había dicho y hecho, pues era totalmente cierto, Inuyasha estaba casado y debía dejar de molestar a Aome y además de ella, la otra persona indicada para dejar eso en claro era el mismo Aioros.

Saga: Ya deja de sentirte culpable por algo que ni siquiera está mal!
Aioros: Soy patético.
Saga: Serías patético si no estuvieras defendiendo a la mujer que amas, ahí si serías patético.

Días después

Aome se encontraba tomando el té con Athena y Shion, Aioros había ido a una misión y la había dejado en la camara de Athena, bajo el resguardo del patriarca.
Ahí se enteró de que los caballeros no eran tan serios como ella creía.

Shion: Pero así eran de niños.
Athena: De repente se les olvida que son adultos pero después caen en cuenta una vez más. Bueno... A veces.
Aome: Cambiando el tema. - dijo con un poco de pena en su voz - Aioros me contó que...
Shion: Ya se por dónde vas, la norma de las mujeres en los templos.
Athena: Yo anule esa norma, en algún momento conocerán a alguien especial para ellos y... Este lugar es su casa.
Aome: Crei que había metido en problemas a Aioros. (Apenada)

Su misión no había sido peligrosa, sin embargo si había sido un camino bastante cansado, por lo cual sólo quería regresar a su casa y ver a Aome.
Sin embargo antes de llegar si quiera al coliseo, Inuyasha se acercó a él para retarlo.

Una pelea cuerpo a cuerpo, sin la espada de Inuyasha ni la armadura de Aioros.
El perdedor se alejaría de Aome, o eso fue lo que estipuló el peliplateado, por lo cual se quedó en el coliseo para dicha batalla.

Saga: Aioria! - llamo su atención mientras veía como Aioros se preparaba - es mejor que le digas al patriarca y a Athena que alguien morirá el día de hoy.
Miroku: Tan poca fe le tienen a su amigo?
Aioria: No habla de Aioros!

Mientras Aome se encontraba conversando con Shion y el patriarca, el pequeño Kiki entro corriendo avisando que Aioros estaba en el coliseo peleando con Inuyasha.

Shion se encargó de teletransprtarla a ese lugar, y al llegar vió cómo Inuyasha y Aioros se golpeaban mutuamente.

Aome: Se puede saber porque no hicieron nada para detenerlos? (Molesta)
Saga: Cuando Aioros se toma algo enserio es difícil hacerlo razonar.
Aioria: Además estaba enojado y yo ahí no puedo intervenir.
Sesshomaru: Acabo de llegar sólo para ver cómo matan al estúpido de Inuyasha.

Miroku prefirió no decir nada, pues a pesar de tantos años, la azabache aún le daba miedo cuando estaba molesta.

Sango y Kykyo también llegaron al lugar.
La antigua guardiana de la perla de inmediato le busco pelea a Aome, sin embargo fue detenida por Miroku, además de que Saga, Aioria y Sesshomaru se pusieron frente a ella para que no tocará a Aome.

Kykyo: Ahora que diablos hiciste para que Inuyasha se peleará con ese idiota! (Gritando)
Aome: No pienso rebajarme a tu nivel, pero conozco al estúpido que tienes por marido y conozco a Aioros y se que Inuyasha lo tuvo que llevar al límite para que reaccionara así!

Aome trataba de hacer que se detuvieran, pero no lo conseguía, justo cuando estaba apunto de usar el conjuro del collar de sumisión, Aioros golpeó tan fuerte a Inuyasha que lo mando a impactar contra un pilar dejándolo fuera de la pelea, pues no sé podía levantar.

Aioros: Yo gane, ahora cumple con tu palabra y alejate de Aome!
Aome: De esto se trataba? (Molesta)
Aioros: Aome! Espera no te vallas. - comenzó a correr detrás de ella - te juro que puedo explicarlo.

Ella no planeaba detenerse, se sentía herida pues creyó que Aioros había peleado por ella como si de un trofeo de tratará.
Cuando el arquero la alcanzó, le explicó cómo había sido toda la situación y porque se había involucrado en esa pelea.

Aioros: Lo rechace pero cuando dijo que te iba a recuperar e iba a hacer que estuvieras a sus pies me molesté y terminé golpeándolo.
Aome: Lo dices enserio?
Aioros: El maestro Shion nos educó a todos  de la mejor manera posible y nos enseñó que a una mujer no se le trata como un objeto o trofeo que se presume. Te amo y jamás te vería de esa manera!

Esas últimas palabras bastaron para que Aome olvidará su enojo y abrazara a Aioros, si bien los dos sabían lo que el otro sentía, aún no lo decían con palabras de tanto peso.
Él por su parte se dió cuenta de lo que dijo, pero no sé arrepentía de haberlo hecho, ya llevaba un tiempo queriendolo decir.

Aioros: Aome... Realmente te amo! Me enamore de ti a primera vista el día que nos conocimos y rogaba por volver a verte. (Abrazandola)
Aome: También te amo, mucho más de lo que llegue a imaginar! Probablemente también desde que nos conocimos pero estaba tan rota que me negué a aceptarlo, pero ahora estamos aquí, juntos.

Lo tomo de la mano y comenzó a caminar directo a la casa de Sagitario, el informe de su misión podía esperar, en ese momento sólo quería llegar a su casa y consentir a Aome y dejarse consentir por ella, tenía casi una semana sin verla y a él le habían parecido años.

Aioros: Te han dicho que eres hermosa? - pregunto mientras la besaba - porque eres la digna representación de la belleza!
Aome: Nunca de la forma en la que tú me lo dices. (Sonriendo)
Aioros: Quiero pasar el resto de mi vida junto a ti!

La volvió a besar y así estuvieron un rato, estaba claro que los dos querían más, pero Aome no sabía cómo decirlo y Aioros debía tener suficiente autocontrol como para demostrarle a Aome que no la presionaría para hacer algo más, no hasta que ella lo decidiera.

Curando Un CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora