¿Hay paraiso sin sexo?

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Llegaron a esa casa los amigos de Cris, el dueño de esa casa, con otros miembros de la manada.

-¿Dónde esta su patrón señorita ? - Le dijo el Doctor a una mucama. Era bellísima de cabellos castaños y un mechon rubio con un ojo celeste y otro marron.

- ¿Quien cree que soy? Soy un beta macho.

- Perdon yo... - Confundir a un beta macho con una chica era un grave error.

-Esta en el salón. Voy a comprar cigarrillos.

- Te van a caer mal muchachito.

En el salón vieron a Cris con su omega. 

- Doni ve a la cocina. - El joven se fue corriendo.

- Vinimos con gente de la manada te van a elegir líder.

- Tienes que casarte y tener crias. ¿Cuándo se casan?

- Dentro de poco. Cuando mi omega este embarazado.

-¿Le hace caso a tu voz alfa?

- Si. Pero hay que reforzarle la idea que soy su alfa con algunos golpes.

- ¿Como vas a decir eso? – Dijo el Doctor – No es legal.

- Hay que marcarlos de inmediato. Si los marcan pierden sus derechos se vuelven dependientes. Además hay que pegarles cuando no obedecen. Los omegas no saben lo que quieren. Su alfa tiene que indicarles todo y gobernarlos.

- Pero es una barbaridad – Dijo Ramiro sorprendido.

- Shhhh – Todos allí lo hicieron callar.

- Yo también me voy a la cocina.