Llegaron hombres con una camilla y me dijeron.
- Subete a la camilla.
Yo no obedeci. Me molestaba tener que obedecer. Trate de escapar pero me sujetaron y me dieron con un tubo que llevaban colgando diez azotes.
- Suplica que no te sigamos pegando.
- No quiero malditos hijos de... - Me pegaron cinco mas.
- Suplica que no te sigamos pegando.
No quería que me dieran mas azotes. Dolían muchísimo.
- Por favor no sigan.
Los camilleros me acostaron y ataron a la camilla empezaron a conducirme por los pasillos desiertos hasta llegar a un salón que era todo blanco allí estaban los médicos vestidos de blanco con guantes descartables.
Me cambiaron a una cama para operaciones.
- Yo no quiero operarme. ¿Que me van a hacer?
- Te vamos a poner siliconas eres plana. Ni con la dieta y ejercicios tonificantes cambio tu pecho.
Empece a gritar que no quería pero eran alfas, mas fuertes que yo y me sujetaron.
Me pusieron una canula en la nariz y luego inyectaron algo en mi piel empece a quedarme dormido.
Cuando desperté tenia mi pecho vendado. Quise sacarme esas cosas. Vino mi enfermera y lo evito.
- ¿Por qué me operaron?
-Era necesario. Un requerimiento del gobierno. Te quedas tranquila o te tengo que atar. Llamare a los guardias para que te den azotes.
Cuando llegue a la oficina de la Directora lo encontré a mi padre. Yo llevaba un vestido violeta con un cinturón blanco y zapatos blancos. Mis cabellos bien peinados. Ese vestido no me gustaba los senos se me notaban mucho y mas con mi pequeña cintura.
-No lo puedo creer estas hermosa. – Dijo el viejo traidor. - ¿No vas a abrazarme? - "No quiero saber nada con usted". - Yo lo hice por tu bien. Tuve que operarte el Doctor dijo que morirías.
- ¿No vas a decirle nada a tu padre Maxima? – Dijo la Directora del centro.
-Me alegro que le guste mi cambio. – Dije fríamente.
- Si tratas de revelarte te traerán al centro otra vez pero esta vez durante dos años. Procura no engordar mas de cincuenta kilos, vestirte femeninamente y maquillarte todos los dias. - Yo no la miraba. Mi vista estaba fija en la distancia. - ¿Me oiste Maxima?
- Si Señora.
- Ha sido un placer trabajar con su hija. Es muy obediente y mas cuando se la insita a eso. – Dijo la Directora. Recorde los azotes que me daban cuando no obedecia – Ya puede llevársela. Le dare una provision de te especial que lo tiene que tomar todas las noches.
Yo estaba enojado. No me libraría de ese inmundo te.
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¿Hay paraiso sin sexo?
Người sóiEs la historia de un beta adolescente que es hibrido beta - omega. Un Doctor quiere operarlo para convertirlo en mujer y sus padres estan de acuerdo. Las mujeres betas sufren mucho acoso y violencia hasta en la familia. El chico decide escapar per...