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Sukuna Ryomen*

Tal vez odiaba la idea y en cierta parte odiaba al mocoso llorón, pero era inegable que aquel infeliz muchacho tenía una aura era diferente a cualquier humano que halla visto alguna vez, sus ojos llorosos y llenos de confusión le daban una sensación distinta, sabía que eso le traería problemas en algún momento.

Habían pasado varios días desde que el mocoso había llegado, por lo que sabía su nombre era Itadori Yuji y Geto hace un tiempo atrás había hecho un trato con el padre de este para que el muchacho fuera apto para contenerlo y en un momento dado se lo otorgarán a el como ofrenda para la salvación de este, algo patético si se lo preguntan. Tal vez es el rey de las maldito pero odiaba a los oportunistas como el padre del mocoso.

Caminaba por los pasillos de la gran casa en busca de Uraume, no podía salir de la casa llena de amuletos y sellos, debido al constante acecho del bastardo de Satoru Gojo, cuando en el jardín divisó al muchacho sentado en el césped con un pequeño libro entre sus manos, había hablado con el casi nada y no sabía ni siquiera que decirle, tenía la sensación de querer hablar con el, saber más de el y eso lo hacía sentir patético. "Soy el rey de la maldiciones no me debe importar eso" Se repetía eso una y otra vez cada que algo dentro de él le pedía hablar con Yuji.

Vió como sus movimientos eran lentos y cuidadosos, movía la hoja con tanta delicadeza que por un momento quedó prendado a la belleza del muchacho. No tardó mucho a qué Itadori sintiera la presencia de la maldición, sus miradas conectaron por un momento que se sintió tan cálido y confortable que era casi  irreal.

Yuji se removió incomodo en su lugar, y era justo por eso que evitaba acercarse a el, sabía que el mocoso lo odiaba; y por supuesto que le daba la razón a final de cuentas el creía que por quién lo mantenían cautivo es por culpa de él. Y con esos pensamientos Sukuna comprendió por qué odiaba toda esa situación, el no quería sentirse así de vulnerable, porque si el era vulnerable a la mirada de Itadori, y es que el aura del mocoso era tan distinta.

- ¿Por qué estás aquí aún? - Pequeños focos rojos se encendieron en la mente de Sukuna. Sabía que preguntar eso era bastante estúpido pero tenía que hacerlo. - Puedes huir, le ordenaré a Uraume que no diga nada, incluso puedes atentar contra tu vida, al final si vives seguirás estando condenado ¿Por qué sigues aquí? -

- No les quiero dar el gusto - Era la primera vez que le contestaba algo de buena manera, solo lo había escuchado llorar y gritar qué odiaba a todos. - Si me largo de aquí no tengo a dónde ir y estoy seguro que el tipo con la cicatriz en la cabeza irá tras de mí, y no soy tan idiota para quitarme la vida, se que encontraran la manera de regresarme al final de cuentas ustedes son maldiciones. 

Tenía razón, Geto iría tras de el si escapaba y lo traería de la muerte si el moría, al final todas eran situaciones lamentables para el mocoso. Se sentía tan mal por su miserable vida.

Pero al menos el sufrimiento del muchacho pronto se acabaría, en un días lo convertirá en su esposa, al menos Sukuna quería pensar que eso acabaría con la tristeza de Yuji.








✧Habia olvidado poner en las etiquetas que esto tendrá M-preg pero ya lo cambio uwu. No tengo beta así que verán muchas faltas lo siento por eso. Igual pueden comentar si está bien o mal o si les está gustando o no, hace mucho que no hacía fanfics y creo que perdí el toque.

Amo a Sukuna soft protector de Yuji así que pido perdón si creían que habría maldad por parte de Sukuna pero amo las cosas así.

Nos vemos en otra actualización ♡♡

Matrimonio arreglado [SukuIta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora