-Todo empieza y acaba con aquella nave, llegando al planeta Tierra.
Siempre me a gustado pensar que amo a los superhéroes porque sé de manera casi precisa, qué es el bien y el mal. Sé cual es la lucha eterna entre ambos, y lo compleja que es esa gu...
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'Es más rápido que una bala, más poderoso que una locomotora, capaz de saltar edificios de un brinco, él es nuestro hombre de acero: Superman', anunciaba el titular del periódico Daily Star, bajo el nombre de: Por Lois y Clark, acompañado también de una ilustración donde se veía al susodicho, cargando por encima de sus hombros, un auto De Soto Sedan.
19 de junio de 1938
Juguetes de Superman —huecos y de hojalata—, lanzados desde una resortera, volaban por los aires mientras niños y niñas corrían entre las avenidas y aceras de su ciudad, olvidándose en tan sólo ese pequeño tiempo, de los problemas económicos de sus padres, de su hambre y depresión.
20 de julio de 1938.
Los puestos de revistas, eran devorados por niños y adultos algo avergonzados, en busca de adquirir el primer cómic que presumía de llevar entre sus páginas a Superman; que como subtítulo en la portada, llevaba escrito: Él lucha por la verdad, la justicia, y el sueño americano. En otras, llevaba el mensaje de: Nuestro mayor ícono americano.
1 de septiembre de 1938.
—Démosle una bienvenida a nuestros invitados especiales, Lois y Clark —se escuchaba la voz del locutor Joe, salida de varias radios alrededor del país—, los primeros reporteros en obtener una exclusiva con Superman.
—El placer es todo nuestro, Joe —se escuchaba una voz femenina.
—Primera pregunta, enviada por un admirador desde Brooklyn... Veamos..., ¿cómo se llamaba? Ah, aquí está. Steve Rogers pregunta, ¿cómo Superman puede cambiarse tan rápido, cuando hay problemas?
—Bueno, Steve, en donde sea que estés —se escuchaba la voz Kent, en lo que parecía ser una pequeña risa, señal de que estaba sonriendo de oreja a oreja—. Él es Superman, ¿sabes?
20 de octubre de 1938.
Una embestida de balas golpeaba el pecho de un hombre vestido de saco rojo, acompañado de unos guantes, sombrero y un antifaz del mismo color. El hombre que por una semana se hizo llamar "El Vengador Carmesí", sólo pudo mantenerse en pie unos pocos segundos, escupiendo algo de sangre antes de caer en una postura algo teatral hacia sus espaldas, atravesando el vidrio de un ventanal que lo llevó a caer metros hacia el suelo. La imagen posterior fue de él boca arriba, con las manos y piernas estiradas, los ojos idos y un líquido carmesí abriéndose paso al salir de su cuerpo.
La primera plana del día siguiente: 'Marx Fleisher interesado en trabajar en una caricatura para Superman, afirma en entrevista por Lois Lane'.
30 de octubre de 1938.
—Algo..., algo parece salir de aquellos cilindros enterrados en la tierra... Espera, son..., son ¡trípodes! —decía una voz aterrada, salida de las radios de familias, anunciando la guerra de los mundos—. Pero no se preocupen, queridos oyentes; recuerden, Superman, a pesar de venir de otro planeta al igual que los invasores, es americano, y nos defenderá de la amenaza marciana, en La Guerra de los Mundos.
