Bad or good luck?; Adanga.

07

Langa

Escuchar la voz de Adam tan cerca de su odio lo hacía estremecerse, necesitaba mucha atención en ese momento, sin exagerar sentía que podría morir en ese celo. Jamás se había sentido de esa forma, era la primera vez que experimentaba un celo de esa clase, y suponía que era por el hecho de que estaba junto a un alfa.

Al sentir el toque de la mano del mayor se sobresaltó al instante, pero fue algo que al parecer le ayudó a sentirse un poco mejor. Con una de sus manos tocaba su espalda, y con la otra su muslo. Dios estaba tan caliente en ese momento que con esos simples toques se sintió mojado.

Paciencia era lo que le pedía el mayor, y era lo menos que podía ofrecerle en ese momento. Jamás se había sentido tan sucio ni tan caliente al punto de pensar que necesitaba ser llenado por alguien rápidamente.

...

Al llegar al motel del amor donde los había traído el conductor de Adam, Langa siguió con su agarre en el cuello del mayor. Y al entrar a esa habitación se asombró, el color morado le recordó de inmediato que estaba en un lugar donde muy pronto sería follado. Eso no le molestaba saberlo, era lo que más necesitaba en ese momento, solo que regresó un poco a pensar en la realidad, tenía un poco de temor en ese momento.

Cuando fue recostado con cuidado en la cama, supo que realmente eso estaba sucediendo. Estaba en un motel, medio desnudo, junto a un alfa jodidamenre atractivo a punto de cogerselo duro. Tragó en seco, ¿podía arrepentirse a ese punto?

Lo dudaba mucho, ya que su cuerpo le pedía con ansias ser tocado y tomado.

Al sentir como sus pantalones eran bajados se tensó. Su pierna fue a dar al hombro del peliazul que lo miraba desde encima suyo. Se sintió avergonzado en ese momento, pero no era algo que lo haría detenerse hasta ese punto.

Quería ver el rostro de Adam sin máscara, quería sentir sus labios contra los suyos y dejarse tocar de él como tanto quisiera. Estaba dispuesto a entregarse por completo, y de tratar de ser una buena noche para el mayor.

Cuando sintió el roce de los dedos del mayor encima de su bóxer no pudo evitar jadear al toque. Esas palabras lo hicieron sentir más caliente de lo que ya. Amaba la voz de ese hombre misterioso, y no le importaba admitirlo, sentía que podría correrse con solo escucharlo pronunciar cualquier palabra.

En cuanto sintió como su ropa interior fue bajada, se sonrojó a más no poder sintiéndose avergonzado, nadie jamás lo había visto desnudo por completo, y ahora que sucedía eso lo traía nervioso. Después de todo no tenía un cuerpo del cual presumir, simplemente era un chico joven delgado sin más.

En cuanto sintió al peliazul acariciar su entrada se sobresaltó, arqueando la espalda al toque, lo tomó demasiado por sorpresa, no pudo evitar gemir mientras este seguía tocando allí. Sintió el dedo del mayor introducirse con lentitud en su entrada, apretó con fuerza las sábanas, mordiendo su labio inferior al sentir un poco de incomodidad allí en cuanto era penetrado por el dedo del contrario.

Le molestó un poco el hecho de que el peliazul siguiera vestido por completo, y el ya desnudo de pies a cabeza.

Aunque la sensación fuera incómoda y levemente molesta, pensó en algo para distraerse al respecto, alzó su brazo derecho, mientras apoyaba su codo del brazo izquierdo en la cama, para acercar su mano y tocar con suavidad la mejilla del contrario, se sintió suave, quería mirar sus ojos, necesitaba descubrirlo por completo.

Sabía que no debía antes de preguntarle, pero no pudo evitarlo y terminó tomando un extremo del antifaz, y lo sacó. Descubriendo el rostro más atractivo que vería en su vida, creado por los mismos dioses griegos, quizás hasta el era un dios griego -pensó. Esa mirada carmesí que notaba que se lo estaba comiendo con ella, lo hizo tragar en seco y cuando sintió un segundo dedo entrar en el, dejó caer su espalda de vuelta en el colchón para chillar un poco por la sensación de intromisión allí. Comenzaba a ser un poco molesto, pero no quería detenerse, aunque pensar en que el miembro de un alfa entraría en su pequeño agujero lo hizo pensar demás. ¿De verdad estaba bien hacer eso? ¿No podía arrepentirse en ese punto, no es así?

En ese momento ya nada le importaba, solo quería ser llenado por el mayor, aunque sabía que al principio sería doloroso, pero eso no le importaba, ya quería sentirlo. Mierda estaba sintiéndose tan sucio y caliente, jamás se había sentido de esa forma.

—¿Po-podrías ser gentil? -pidió, no le molestaba que el marcara su ritmo cuando empezaran, pero después de todo era su primera vez, no quería sufrir demasiado, sino disfrutar al máximo.

Posiblemente al siguiente día después de haber hecho eso, ¿se arrepentiría? Lo dudaba mucho, ¿cuando tendría una oportunidad tan valiosa como para acostarse con ADAM? Era un 0.1% de que eso fuera posible, pero, eso estaba sucediendo en ese momento. Después de todo nunca quiso admitirse así mismo que en realidad estaba atraído a más no poder por ese misterioso alfa.