Bad or good luck?; Adanga.

17

Langa

Haber escuchado ese ronco jadeo salir de la boca del alfa lo hizo estremecerse. ¿Eso significaba que lo habría disfrutado? Sonrió levemente ya estando acostado por completo sobre el colchón de la inmensa cama.

Tragó en seco al escuchar las palabras del mayor. ¿Quizás se habría excedido un poco al decirle que se lo hiciera como quisiera? Bueno, eso ya no era lo que importaba en ese momento.

La mirada del mayor se lo estaba comiendo en ese instante, aunque se notara la perversion en ella, también le pareció jodidamente sexy y excitante que lo viera de esa forma.

Al sentir sus piernas siendo apretadas con más fuerza que la anterior vez, lo hizo gemir de inmediato por el leve dolor y placer combinado al sentir como las uñas del alfa lo marcaban al toque allí.

Su mente estaba ocupada en ese instante. Estaba disfrutando cada embestida que el alfa le proporcionaba, mierda, jamás se había sentido tan lleno como ese día, ni tan sucio, pero le estaba encantando, quizás debió haber hecho eso antes.

Pero estaba completamente seguro que la única persona que lo haría sentirse de esa forma sería el alfa de mirada carmesí.

—Aaaamgh -gimió fuertemente al sentir la doble estimulación que el mayor le proporcionaba, la mordida que había depositado en su pierna lo hizo arquear la espalda y estremecerse. Su cuerpo seguía temblando, pero sabía que ahora solo era por el gran placer que estaba sintiendo. Sintió la lengua del mayor lamer justo donde había dejado sus dientes marcados, haciéndolo temblar de pies a cabeza. Mierda, estaba disfrutándolo tanto.

El omega gemía y jadeaba de sobremanera en cada penetracion dura que le era proporcionada por el peliazul. En esa habitación se escuchaban además de los sonidos que salían de las bocas de los dos hombres, el morboso sonido que se escuchaba cada que el mayor se estrellaba contra el. Sus pieles chocando con dureza.

Sin esperárselo su miembro estaba duro nuevamente, ¿de verdad se correria por tercera vez?

En todo lo que llevaban allí en esa habitación no se habían besado ni una sola vez, y Langa comenzaba a añorar eso, recargó sus codos detrás de si, tratando de alzar su cuerpo un poco. Volvió a rodear el cuello del mayor con sus brazos, con una de sus manos tomó el mentón del mayor, tenía toda su atención y eso lo puso nervioso, pero ya estaba ahí, no iba a arrepentirse.

Lo miró a los ojos, y después a los labios, relamió los suyos y sin pensarlo más se inclinó un poco para muy apenas rozar sus labios con los del contrario, terminó dejándole un suave beso en los labios. Y volvió a recostarse en el colchón.

No pensó que los labios de Adam se sentirían de esa forma, estaba sintiéndose realmente bien, no iba a admitirlo pero llevaba tiempo deseando probarlos.

Ver al mayor encima suya, arremetiendo fuerte y duramente contra su cuerpo fue demasiado para el, volvió a tomar su propio miembro y empezó a masturbarse nuevamente, quería venirse, era lo que más necesitaba en ese momento.

El calor que su cuerpo estaba sintiendo en ese momento era inmenso, pero era el placer más grande que había vivido con sus 18 años de edad, su primera experiencia sexual sería inolvidable después de todo.