Capítulo 54

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Aria

14 de Febrero – 8:32 AM

Posada Wangshu – Piso de Albedo

Entré en pánico cuando me di cuenta de que ambos estábamos en la cama. "¡¿Cuándo me había dormido?!", chillaba en mi fuero interno.

-Aria: ¡¡¡Al!!! –gritaba, histérica, mientras removía su hombro.

Poco a poco, abrió sus claros ojos.

-Albedo: vas a darme un infarto –escuchar su voz se me hizo un regalo del cielo.

Prácticamente lo estampé contra el colchón debido a un brusco, pero muy sentido, abrazo.

-Aria: creí que no despertarías –susurré.

Poco me faltaba para incluso llorar de felicidad.

-Albedo: parece que mi alma no le ha gustado –bromeó.

Golpeé varias veces su pecho, removiendo hasta la Visión Geo de su cuello.

-Aria: ¡eres un estúpido!

Me dio un dulce beso en la frente.

-Albedo: ¿estás ya más tranquila? –preguntó, sonriente.

Me era imposible enfadarme con él, salvo que fuera por ahí regalando su alma como si nada.

-Aria: te quiero... –expresé de todo corazón. Aunque, en realidad, quería pronunciar un "te amo".

Y, no sólo se enterneció, sino que sus latidos se aceleraron.

-Albedo: yo también te –cogió aire- quiero –declaró, emocionado.

Tal vez tampoco era aquélla la palabra exacta que sentía.

***

Desayunamos juntos en la Posada, en una de las mesas exteriores junto al lado del bajo piso. Quería celebrar que mi hermano estaba despierto, ¡así que incluso pedí triple postre!

-Albedo: vas a acabar sufriendo una diabetes –lo dijo en serio, inquieto por mi voracidad.

-Aria: ¡es sólo por hoy! –aseguré a medias. En realidad, no estaba tan segura de ello.

Suspiró, abatido por mi infantil estado.

-Albedo: tenía pensado leer hoy unos libros sobre control de sueños que al fin me han llegado –contó, y me quitó una porción de mi pastel de chocolate. Yo, por supuesto, le otorgué una fiera mirada-. Deberías resguardarte en mi habitación mientras yo investigo un poco el terreno.

-Aria: es que hoy... -aparté entonces la vista de él, incómoda.

-Albedo: ¿hoy qué?

-Aria: hoy quería preparar algo especial en la cocina para Xiao –expliqué, nerviosa. Desconocía si mi hermano era consciente de que hoy era San Valentín, pero no era agradable contarle que tenía algo pensado aquel día para mi marido-. Pero sí... después estaré en su –corregí el lugar- habitación.

Quedó cabizbajo.

-Albedo: ...entiendo –musitó y, de alguna forma, intuí que él supo a qué me refería-. Pero cocina lo antes posible.

Asentí con la cabeza.

-Aria: ¿qué tal está tu cuello? –debía preguntar.

Y de la incomodidad pasé a la vergüenza y al rubor.

-Albedo: no duele, no te preocupes –volvió a sonreírme, como siempre hacía.

El Pecado del Alquimista 3 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora