El Pecado del Alquimista 3 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 22

Aria

20 de Enero – 9:42 AM

Liyue – Posada Wangshu – Piso de Xiao

No arreglamos nuestra discusión y, sin embargo, cuando ambos nos dormimos, Xiao inconscientemente se fue acercando a mi cuerpo. Al amanecer, ya lo tenía de nuevo encima de mí. Y, quizá por primera vez, agradecí que mi sueño fuera más breve (pese a la falta de descanso que suponía), porque, de aquella forma, pude contemplar su rostro. Cada día... me parecía más atractivo.

Sin pensarlo, acabé acariciando su verde cabello. Y fue entonces cuando, lentamente, se despertó con su cabeza apoyada bajo mi hombro.

-Aria: ¿vas a abrazarme ahora? –pregunté, pícara-. Poco te falta para...

Tras procesar dónde se encontraba, volvió, a la velocidad del rayo, a la otra esquina. No le importó dejarme con la palabra en la boca.

-Aria: ¿En serio, Xiao? –me quejé, desilusionada por aquella actitud. Pensé que al menos, al día siguiente, se le pasaría un poco el enfado. Pero me equivoqué.

Tendría que hacer un ataque directo si quería hacerlo reaccionar, así que me acerqué de nuevo a él y lo abracé yo por la espalda. Envolví su perfil con uno de mis brazos y dejé caer mi frente sobre su cuerpo.

-Xiao: apártate –ordenó, aunque no sonó tan conciso como siempre.

-Aria: no quieres que lo haga –sonreí, triunfal.

Al otro lado de su cuerpo, noté cómo agarraba mi muñeca y la dirigía a su cara.

¡La lamió!

Y, al instante, me provocó un escalofrío que me hizo tomar distancia.

-Aria: ¡¿vas a usar mis puntos débiles en mi contra?! –reproché, ruborizada.

-Xiao: es parte de la batalla.

-Aria: batalla, ¿eh? –mi tono de voz se tornó malicioso.

La venganza iba a ser terrible.

-Aria: ¿sabías que... -me regodeé de mi maléfico plan, fantaseando con su reacción- estás casado conmigo?

Silencio. Aquella espalda no se movió un milímetro.

"Conque esas tenemos...", debía subir el nivel.

Pensé por unos segundos con las mismas malas intenciones. La idea de verlo sonrojarse me era demasiado tentadora.

-Aria: ¿sabías que... -iba a recordarle de nuevo que era mi marido, pero mi subconsciente esta vez me traicionó a mí- te amo? –pronuncié sin ni siquiera haberlo planeado. ¡Se escapó, literalmente, de mi alma! ¡¿Qué demonios?!

Me asombré a mí misma y, por supuesto, lo... asombré a él.

Al fin se giró, pero sólo encontró a una mujer en completo shock.

Jamás había visto aquella mirada en él. Parecía inmensamente feliz.

-Xiao: ¿q-qué... has dicho? –incluso el Cazador de Demonios titubeó.

Y no sólo me abrazó, se lanzó hacia mí y me besó, profundamente emocionado. Yo seguía en un estado alterado de consciencia, aún preguntándome qué había pasado conmigo.

-Xiao: ¿estás segura de lo que acabas de decir? –interrogó, había desesperación en su varonil voz.

-Aria: no lo sé –respondí, petrificada.

Suspiró.

-Xiao: ahora no me importa –y volvió a besarme, víctima de una felicidad sin precedentes.