Mi vida siempre había sido muy simple hasta que alguien o algo la cambió.
Llevo toda mi vida odiando a Lucca Jones, pero debido a un accidente nuestra historia cambiará para siempre.
Yo soy Nerea Meyer y tendré a mi mayor enemigo como hermanastro.
...
Eso fue lo único que escuché decir antes de ser arrastrada por Maya. Eran alrededor de las 3 de la tarde, aún no habíamos comido y yo me estaba muriendo de hambre, pero claro a mi mejor amiga le importaba más un vestido que mi salud.Así que según salimos del instituto fuimos al centro comercial, no sin antes parar en un McDonalds y llenar mi estómago.
Cuando llegamos al centro comercial no había nadie ,normal,eran las tres de la tarde de un jueves, la gente estará en sus casas comiendo, viendo la tele o echándose una siesta. Ojalá echarme una siesta ahora.
Maya me sacó de mis pensamientos moviendo la mano de un lado al otro. -Venga, vamos. Debemos buscar un vestido que haga que Alex se enamore de mi- me dijo mientras andábamos a un paso muy ligero.
-Maya, no hace falta que te compres un vestido para enamorar a alguien, además,¿no tienes como 50 vestidos en tu armario? -dije casi en un suspiro porque me estaba quedando sin oxígeno de caminar tan rápido, debería hacerle caso a mi madre y empezar a ir al gimnasio.
-Obviamente sé que puedo enamorar a cualquiera aún estando en pijama, pero con Alex es distinto y ¡no tengo 50 vestidos! Tendré como mucho 20 y todos esos ya los he usado en las anteriores fiestas.-
-De acuerdo, de acuerdo. Entremos a esta tienda, puede que aquí encontremos algo.
Yo no era muy fan de comprar vestidos, ni nada de eso y no era porque no me los pudiera permitir, al contrario, podría tener muchos vestidos si quisiera, pero yo no era como Maya, no me gustaban ni las fiestas, ni los vestidos, ni ser el centro de atención, odio todo eso, pero amo ver a mi mejor amiga feliz y eso es lo que me importa.
Entramos a la tienda y una señora de unos 40 años nos preguntó qué veníamos buscando.Maya le dijo que quería encontrar un vestido que nos hiciera lucir despampanantes. Maya se fue con la señora, pero a mi no me dio tiempo porque me empezó a sonar mi móvil. Vi que era mi padre y descolgué. -Menos mal que me ibas a llamar.-Dijo mi padre al otro lado de la línea.No estaba estaba enfadado, mi padre nunca se enfadaba, más bien tenía un tono gracioso. -Lo siento, papá.He tenido una semana de locos y me olvidé- dije sincera. -Lo entiendo, cariño,¿ qué ha pasado?- preguntó mi padre. -Lo mismo de siempre, Lucca y sus ganas de fastidiarme la vida.-Siempre he tenido la suficiente confianza con mis padre para contarles todo, algunas cosas me callo, pero otras cosas como el tema de Jones no. -Ay cariño, ¿cuándo dejaréis de pelear?- -Pregúntaselo a él, es Lucca quien me molesta.- dije ya un poco enfadada. -Esta bien, no te enfades, seguro que solo quiere llamar tu atención y su forma de hacerlo en molestarte.- -Pues que me moleste menos, ya me ha jodido bastante la vida- dije ya con ganas de acabar la conversación.- -Esas palabras, señorita. -Lo siento,mira,¿ te puedo llamar otro día? Estoy comprando en el centro comercial con Maya.-Maya ya me estaba mandando señales de que hacía para tardar tanto. -De acuerdo, divierte y acuérdate de llamarme.-
Me despedí de mi padre y me metí otra vez al mundo de los vestidos. -¿Con quién hablabas?- me preguntó Maya mientras veía un vestido corto azul. -Con mi padre. ¿ Ya te has decidido?- pregunté un poco cansada y teniendo ganas de irme a casa. -Si, mira.- me enseñó el vestido azul que la había visto viendo. -Y este para ti- me dijo con una sonrisa enseñándome un vestido rojo corto y con vuelo. Era muy bonito, ¿para qué mentir? -Venga pruébatelo- dijo Maya alegre al ver que no me había disgustado el vestido.
Entre a los probadores y me lo probé. Era precioso y resaltaba mi figura. No lo pensé más y decidí cómpralo.
Luego de eso, Maya y yo terminamos de pasar la tarde en el centro comercial, comprando maquillaje, unos zapatos para mi vestido y un bolso.
Cuando volví a mi casa ya era bastante tarde. Abrí la puerta y me encontré a mi madre muy arreglada colocando comida en la mesa. -¿A quién esperamos?- mi madre se sobresaltó, supongo que no había escuchado la puerta al entrar. -¡Qué susto, Nerea! Venga vete arriba y ponte algo decente, esta noche te quiero presentar a alguien muy especial.-
Mi madre no era de traer visita a casa.Podría apostar que solo había traído a Manuel, un médico que conoció en una conferencia, pero no fue a más de eso. Él se tuvo que ir a otro país por trabajo y nunca más se volvieron a ver.
Hice lo que me pidió, subí con mis bolsas y me duché. Me puse un vestido que tenía perdido por el armario y unos zapatos planos.
Escuché el timbre de la puerta y bajé,ya que mi madre estaba en la cocina y no podía abrir.
Al abrir la puerta me llevé una sorpresa y no de las buenas.
-¡¿Tú?!-
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Maya
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Puede que este cap haya sido un poco aburrido, pero lo bueno viene en el siguiente. Me ayudan mucho votando y comentando. Muchas gracias :)
