Código Lyoko: Nueva Generación.

Capítulo 23: Un problema de aguijones.

Pasaron unos cuantos días desde que visitamos la réplica del desierto. Paul continuaba bajo de ánimos. Aquella noche después de salir de la réplica Paul estuvo llorando toda la noche por Sadie. Estas últimas noches fueron distintas, ya no se desahogaba llorando sino que ahora toda su viveza y alegría se había disipado por completo. En parte me sentía culpable, había sido yo quien le había insistido para salir con Sadie. Hoy era jueves, después de las clases habíamos quedado todos para ir al cine, habían estrenado una película que todos nos moríamos por ver. Sadie vendría también al cine, me preocupé por Paul ya que podríamos provocar momentos incómodos o situaciones tensas, incluso Paul podría ponerse mal en medio del cine, pero en fin era algo con lo que teníamos que convivir todos, éramos guerreros Lyoko y nos teníamos que ver constantemente.

Paul y yo salimos de la habitación, hoy no estaba muy bien de ánimos, pero intentaba aparentar que se encontraba bien. Al bajar por las escaleras y dirigirnos a la salida nos encontramos con Sadie y Axel charlando en mitad del patio. Paul intentó hacer como que no le afectaba, pero yo sabía que si. A decir verdad él ahora tenía a Charlotte, podría intentar algo con ella. Claro que por un momento pensé que el que sentía algo por ella era yo, pero me daba igual, yo quería ver a Paul feliz, aunque eso me llevara a no poder estar con Charlotte.

No tardaron en llegar los demás al punto de reunión, cuando llegaron Sadie dejó de hablar con Axel y se acercó a nosotros, nos saludó como de costumbre como si no hubiera pasado nada.

Una vez estuvimos todos reunidos fuimos a hablar con Jim, el profesor de gimnasia y también el encargado de darnos permiso para salir fuera de Kadic.

Liss: Hola Jim, verás nos gustaría ir al cine a ver una película que se estrena hoy y tenemos muchas ganas. ¿Podríamos?

Jim: ¿Sabéis que es jueves y las salidas son los viernes?

Chloe: Venga Jim, te cedemos el día, tú nos dejas salir hoy y no salimos mañana.

Jim: Lo siento chicos, pero las reglas son las reglas. Y ahora volved a vuestros cuartos a estudiar.

Nos alejamos de la puerta con los rostros entristecidos, teníamos muchas ganas de ir a ver aquella película.

Paul: ¿Qué vamos a hacer ahora?

Sadie: Aún nos queda otra opción.

Alan: Pero si vamos por ahí tardaremos siglos.

Liss: ¿Por el pasadizo a la fábrica?

Sadie: Exacto.

Chloe: Alan tiene razón, tardaríamos una hora en llegar.

Sadie: No tenemos por qué salir por donde la fábrica, el alcantarillado conecta con muchos otros puntos de la ciudad.

Liss: Sadie tiene razón, podemos salir por un sitio cercano a Kadic y salir corriendo hacia el cine.

Sadie: Entonces... ¿vamos?

Sadie se adelantó al resto y fuimos en dirección a la entrada de las alcantarillas que se encontraba en el bosque del centro. Todos bajamos por las escaleras por las cuales solíamos bajar para ir a la fábrica. Recorrimos el alcantarillado durante menos de cinco minutos y dimos a parar en un lugar al lado del cine, lo habíamos conseguido.

Paul: Vamos, la película empezará en veinte minutos.

Corrimos hacia la entrada de aquellos cines a los que moríamos de ganas de entrar. Nos acercamos a las taquillas y pedimos cinco entradas para ver la película que tanto estábamos esperando: La epidemia de las avispas. Sin duda era una película de terror que trataba de cómo el mundo se veía totalmente asolado por una nueva raza de avispas que transmitían una enfermedad mortal a través de picotazos.