Capitulo 25

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'ciudad fleur'

🦊

Ambos muchachos llegaron a una gran ciudad, una ciudad que se caracterizaba por estar llena de flores, especialmente rosales.

La ciudad fleur, el cuál estaba a cuatro horas de la ciudad central, el lugar donde viven actualmente los jóvenes. Les dio hambre a ambos por lo que el chico de gastronomía guió al más alto para un restaurante de hamburguesas.

Llegaron y se sentaron en una mesa de dos asientos, uno en frente del otro, para que México pidiera una cajita infantil con un juguete para los dos y una coronita de cartón amarilla.

Rusia miraba como México trataba de armar la corona, evitando reír por lo infantil que podía llegar a ser -¿te ayudo?- pregunto Rusia al ver que México no podía -nop, yo puedo wey- el de gafas terminó de armarla y se la puso a su acompañante -ya ves rus, te quedó bien-

Rusia dejó salir una risas sin perder su toque serio -ahora yo- México se puso la suya pero le quedó muy grande bajando hasta la nariz, haciendo que Rusia terminada soltando carcajadas -es que todo me sale mal chinga- Rusia le alzó la corona -no creas eso-

El chico de arquitectura tomó su corona y la hizo grande como México para ponérsela -ahora somos dos-

Ese gesto hizo que el pequeño corazón de México diera un brinco alegre, sus ex's no le seguían el juego y siempre lo tachaban de raro e idiota.

Terminaron sus hamburguesas y solo hablaban mientras trataban de acabarse las papas =anormales= se escucho detrás del de gafas, ambos jóvenes lo habían escuchado, pero cuando México trató de ver quien había sido, Rusia lo tomó de su mano.

Llamando la atención de México, a lo que sus miradas se conectaron -¿quieres ir por un helado?- pregunto Rusia tratando que México olvidara esos rumores que se intensificaron.

Toda la vida del de gafas había sido rodeados de ese tipo de rumores y susurros, y aunque trataba que no lo afectará o ignorarlos, no era algo fácil, y menos si eso solo era por su orientación sexual, pero ya era tiempo de realmente dejarlos ir -Simón, vamos- ambos tomaron sus cosas y se fueron dejando atrás esos rumores y susurros.

Y mejor si no lo hace solo.

[...]

-pero ¿por qué de pistache?- pregunto México el cual comía un helado de cono de limón con vainilla, que junto a Rusia, caminaban por una de las calles principales de la ciudad fleur -¿por qué no?-

-¿enserio tu sabor favorito de helado es pistache?- Rusia asintió mientras el también comía un helado de cono pero de pistache -¿y tú?- cuestionó Rusia -mmm... La neta no sabría decirte, me gusta de todo, menos pistache-

-¿por qué no te gusta el pistache?, es delicioso-

-no me gusta como se ve-

-espera, ¿al menos lo has probado?- México negó con la cabeza -entonces, pruébalo- Rusia se lo hacerlo lo sufiente para que el de gafas lamiera, México lo pensó unos segundos, pero no tenía nada que perder, lo probó.

-pues no sabe mal- en lo que lo probó, se había llenado de helado sus mejillas, a lo que Rusia disimulo la risa -¿de que te ríes culero?- pregunto México notando esas risas -nada mex-

México no le creyó, a lo que revisó su cara, dándose cuenta de que se reía su acompañante, se limpió, se acercó a Rusia y lo mancho con su helado -¡Hey!- se quejó entre risas el de mayor estatura -se llama venganza wey-

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