Capitulo 36 Epílogo

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'seguirán'

Las historias tienen un fin, pero para las personas en la vida real, el único fin que conocemos es la muerte, y para nuestros jóvenes aplica lo mismo, ellos seguirán con sus vidas, seguirán con sus metas, y éstos escenarios sólo son un pedazo de lo que vivieron, más no todo lo que vivirán. 🦊

[...]

Noche de lluvia, una gran tormenta llegó y para mala suerte de ambos, estaban en una cita cuando le lluvia los interrumpió, corrían hasta llegar a una tienda pequeña -te dije que teníamos que traer un paraguas pero nooo, que no iba a llover y la quinta chingada-

-no pensé que lluviera tan recio mi luna- Rusia se quitó su chaqueta para que México no se mojara tanto -mira wey, estamos en una tienda, te enseñaré un truco que hacía tu suegra cuando nos agarraba la lluvia en el pueblo-

México compró un par de bolsas negras y les hizo un agujero en un punta -ponte lo y solo asoma la cara por el gujero-

-¿agujero?-

-es lo mismo- ambos se lo pusieron y Rusia no podía aguantar la risa antes la ocurrencias del de gafas, el cuál se agachó y oculto sus manos y pies para "camuflarse" -mira amor, no toy-

-ay mex- dijo entre risas el más alto, sin duda, México hacía cosas que para Rusia eran cómicas, alegraba sus días, incluso en la lluvia.

[...]

México pasaba algunos períodos de tiempo en el departamento de Rusia e igual para Rusia, en ese período de tiempo que México pasó con Rusia, se percató que cierta vecina miraba a su novio de una manera no muy amistosa, eso enojaba a México pero no tenía nada que reclamar a Rusia por que este último ni siquiera notaba la existencia de la chica.

Los celos del de gafas aumentaban pero trataba de disimularlos, y espero paciente a la siguiente visita de la vecina para dejarle en claro que él era su pareja.

Y así fue, como las últimas tardes, esa vecina venía para preguntar lo que México llamaba "Pendejadas", ese día no fue la excepción, como siempre, Rusia atendió al llamado -hola Rusia, este disculpa te quería preguntar-

En eso México puso en marcha su plan, pasó justo por detrás de Rusia muy coqueto -no tardes tanto amor, ya voy a poner la película- Rusia lo miró con una sonrisa para luego quitarla al momento de regresar la mirada a la vecina -¿que querías?-

-no, nada, ¿es tu novio?-

-si, ¿por qué?- la chica sonrió avergonzada -curiosidad, que pases bonita tarde- la chica se retiro, a lo que Rusia cerró la puerta, por su parte la joven mujer estaba avergonzada totalmente, todo ese tiempo pensó que su vecino estaba soltero y que él de gafas era su amigo, pero gracias a ese llamado tan cariñoso, se dio cuenta que se equivoco.

[...]

La estación del invierno había llegado, con ella, la promesa de México a sus primas, el ir a pasar la navidad con su familia, pero no iba solo, Rusia lo acompañaba.

En una bella noche nublada, en una calle sombría, con casas y árboles a su alrededor, con el frío intenso que a pesar que no nevaba, el aire era helado, por esa calle caminaba solitario México, al que habían mandado por unos cuantos ingredientes que faltaban para la cena.

Venía distraido con sus propios pensamientos, su mirada estaba en el suelo, y pasaron unos segundos cuando escucho un par de voces -México, hasta que te dignas en venir este año- era la voz de un chico de pelo naranja y pecas, Irlanda -después de dos años de no venir, al fin te vemos, y es la segunda vez en este año- y esa otra era de un joven de rasgos asiáticos, Japón -¿que chingados quieren?-

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