'noche juntos'
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Gran parte de la noche se la pasaron entre juegos en donde se dieron cuenta de una diferencia que ambos tenían, mientras que México buscaba lo más peligroso y emocionante, Rusia se imaginaba todo tipo de escenarios donde el juego podía fallar.
México o lo asustaba aún más, o lo tranquilizaba a su manera. La noche pasaba llegando a las 2 de la madrugada, ya tenían que irse.
Salían del parque, México ya no tenía tantas energías como al inicio pero si lo suficiente para mantenerse despierto
Caminaban hacia el departamento del de gafas, el que estaba más cerca, pasaban por una calle grande que era iluminada por postes una luz cálida, árboles que daban brisas ligeras y la noche era opacada por nubes grises que te daba a conocer que pronto sería verano; iban por la banqueta, Rusia caminaba tranquilo y México daba brinquitos de vez en cuando -te imaginas ruski, el miedo que te daría el mar si su forma de caer sea igual al cielo-
-¿que?-
-no me hagas caso wey, solamente digo lo que estoy pensando- el de arquitectura lo miro algo raro -piensas cosas muy interesantes-
-eso creo, oye, y ¿si el oxígeno es un veneno que tarda en matar de 60 a 100 años?- Rusia lo miró extrañado por unos segundos y luego trató de aguantar la risa -y ¿que tal si somos un virus y el mundo se defiende con tsunamis, terremotos y tornados?-
-sin duda ya estas muy cansado-
-puede que si, hoy las estrellas no se ven por la pinche contaminación- llegaron enfrente de un edificio de departamentos, el de México -duerme bien mi luna- Rusia se estaba por ir cuando una mano lo detuvo tomando su mano -m-me preocupa que vayas sólito a estas horas-
Rusia lo miró con dulzura y una pequeña sonrisa de lado -estaré bien mi luna-
-es que wey, hace una semana asaltaron a mi vecina y no me da confianza pues... ¿No crees que es mejor que te quedes conmigo?- era una petición que hizo que las mejillas del más alto de tornará de un color rojizo -¿por qué no?-
[...]
México lo guió hacia su departamento, abrió la puerta -mi casa, tu casa- Rusia pasó adelante viendo las paredes blancas pero con detalles que le daban color y vida, totalmente recojida y en un orden perfecto, igual a la última vez que estuvo ahí -¿Te quieres bañar?, te puedo prestar un poco de ropa, me imagino que si te queda ¿no?-
-tomaré tu propuesta por que sude demasiado- México sonrió -en mi cuarto está un baño, buscaré la ropa y te la dejaré en la cama, yo estaré acá afuerita- Rusia asintió y se fue a donde le indico el de gafas.
[...]
Pasada media hora el de arquitectura ya estaba cambiado, al parecer la camisa que le prestó México era la más grande para el de gafas, pero para Rusia, le quedaban algo pequeña, no mucho pero si alzaba las manos de seguro está también se levantaría. El detalle era que era de manga corta, algo que hacía sentir inseguro a Rusia, y además, sus mariposas se habían borrado en el transcurso del baño.
Estaba en la sala mientras que el de gafas se terminaba de cambiar, ya eran las 3 de la mañana, se paseaba por la sala y se topo con la ventana que deba una linda vista, ahí estaba aún la maceta que le había dado él, un detalle que lo hizo sonreír.
-listo mi ruski, este, ¿que paso con la Margarita?- pregunto México saliendo de su cuarto con una camisa algo grande con short pesqueros -nada malo, pero me gusta ver que la cuidaste-
-¿por qué no lo haría?, es un regalo que me diste tú, y es muy bonita- sus miradas conectaron por un segundo, sin embargo, ambos la apartaron sonrojados -¿quieres que yo duerma en el sofá para que te sientas cómodo?- pregunto Rusia -de hecho eso te iba a preguntar yo-
-no no, yo duermo en el sofá-
-no, yo-
-no, yo, mi luna-
[...]
Después de unos 15 minutos de pelea infantil por quien dormía en el sofá, el sueño pudo más a lo que acordaron dormir ambos en la cama, juntos.
Ambos se estaba por acostar cuando México noto algo en las muñecas de Rusia, como rasguños, cicatrices, se acercó sin que Rusia lo notará y lo tomó de la mano para ver mejor, Rusia reacciono y quito su mano bruscamente -¿que te pasó ahí rus?-
-n-nada- Rusia oculto ambas manos detrás de él mismo, México lo notó y eso le preocupó aún más -Rusia, ¿puedo ver?-
Rusia estaba inseguro de lo que opinaria México, de lo que le diría -ruski, mi ruski, no haré nada que no quieras que haga, si no quieres no me muestres, no te voy a a presionar-
-esta bien... Solo que siento que... Te enojara conmigo o algo así...-
-no creo que pueda enojarme contigo- Rusia suspiró y sacó adelante sus manos poco a poco, México tomó con delicadeza una de ellas para ver que era lo que tanto temía que supiera, eran cortes, no rasguños, eran cicatrices que daba a conocer un dolor que Rusia pasaba en silencio, México tomó con una mano y con la otra daba pequeñas caricias por ensima de cicatrices, no quería admitirlo pero eso lo sorprendió, no esperaba eso de Rusia, de su ruski.
-¿estas enojado verdad?...- pregunto temeroso y con la mirada abajo el más alto -no, no estoy enojado... Estoy orgulloso de ti, eres muy fuerte, y quiero que sepas que siempre estaré para ti si lo necesitas...-
-gracias... Mi luna-
[...]
Ya acostados cada quien por su lado, México en el izquierdo, Rusia en el derecho, Rusia ya estaba dormido pero México, México no podía conciliar el sueño.
Unos segundos después Rusia se movió demasiado para su lado, y México solamente lo abrazo poniendo la cabeza de Rusia en su pecho.
Pensaba en dos cosas, primero en Rusia, ¿que o quien fue lo que lo motivo a hacer eso?, sentía ira pero no por Rusia, si no por la impotencia que sentía al saber que tuvo que pasar por eso solo.
Y la otra era el asunto de su "padre", >sólo deceo que no te metas en mi vida, ya tenía todo bien para que vengas a chingar< pensó México soltando un suspiro al aire, no quería encerrarse en sus problemas como lo hizo en preparatoria, quería que esos problemas, simplemente desaparecieran, y sólo esperaba que el verano sea ambla con él.
Ya tenía su vida estable y no quería que alguien viniera a derrumbarsela.
-🦊🇨🇴🇲🇽
Cambios de planes, "tu y yo" no será tan basada en la vida real como quería, por que sería simplemente muy deprimente para mí y para quienes lo lean.
Dioses quisiera no tener tanta empatia, no puedo dejar de llorar cuando veo lo que está pasado.