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Océano Atlántico

—Esto es aburrido, llevamos días parados aquí sin hacer nada, hasta el pez ya nos mira raro— dice tedioso.

—Deja de ser aguafiestas Rick, mejor trae el té.

—Claro, "Rick esto, Rick lo otro". ¡Me tienes cansado!— enfatiza con molestia.

—Lo siento Rick, ten cuidado al bajar y cuidadito con que el tiburón no te pregunte si quieres salir con él— contesta con burla.

—Mira, ¡me muero de risa! Enserio, no sabes cuant...—interrumpido por la radio.

—Aquí el capitán Bohr, ¿cuál es su ubicación? Necesitamos refuerzos en la posición: 41° 48' N 24° O.— señal entrecortada.

—Si señor, estamos a 4200 km— responde con autoridad.

—¿Estás loca? Eso está cerca del triángulo de las bermudas—dice abrumado.

—¿No querías acción, Ricky? Pues llegó la hora.

—Sabes siento un mal presentimiento en todo esto.

—No hay tiempo para hablar, reune al equipo ¡hay personas en peligro!— grita con rigidez.

—Si capitana Eidar, lo que usted ordene— responde con sarcasmo.

Al cabo de unos minutos, todos estaban merodeando en el Océano Atlantico cerca de Puerto Rico, al dichoso paradero: Triángulo de las Bermudas. Lugar inexplicable de sucesos trágicos y espeluznantes.

Mientras más se acercaban podían ver el barco gigante, sin embargo, el barco desapareció de repente. El lugar era morboso, parecía una gran tormenta sacada de la peor película de terror, las olas rugían al compás de los truenos...

—¡Den vuelta! ¡RETIRADA!— gritó el capitán al mando de ese barco.

Todos estaban sumisos en una tormentosa angustia, muchos estaban pasmados de todo lo que veían y otros solo se ocultaban como Rick.

—¡Ayúdenme!— era la voz de un hombre escuchada desde lejos.

—Señor, ¡todavía hay personas con vida aquí!— gritó Eidar, en la orilla del barco.

—¿Estás loca? No voy a arriesgar a mis soldados.

—Pero señor...

Una ola gigante había tambaleado al barco y para mala suerte, Eidar había caído en el profundo océano.

—¡Eidar! Capitán de la vuelta, ¡Eidar cayó en el océano!— pidió desesperado al borde del llanto.

—Rick, lo siento, pero todos estamos en peligro.

Rick se asomó en la superficie del barco y gritó con todas sus fuerzas:

—¡Eidar! Por favor, estaba bromeando cuando te dije que te odiaba, no es cierto, te amo mucho. Por favor vuelve, ¡eres mi sinfonía y sin tu euforia, no soy capaz de vivir!— lloró dispuesto a saltar al agua.

No obstante, el capitán ordenó a que lo llevaran abajo del barco porque no quería más problemas ese día.

Por otra parte, Eidar seguía en el fondo del océano, se había golpeado la nuca con algo de metal.

Luego de ver en la situación que estaba pudiendo recordar todo, casi grita del susto, habían muchos trozos de cosas extrañas y aún podía escuchar el auxilio de aquella persona misteriosa.

Su sorpresa fue mayor cuando se percató de que no estaba en la profundidad del mar, solo tenía que nadar cuesta abajo para poder llegar a la superficie.

Mientras más se acercaba, podía escuchar risas y al estar cerca un rayo de luz apareció, incluso se imaginó como si ese pequeño rayo estuviese envuelto en una "puerta mágica". En fin, debería visitar al psiquiatra, su cabeza le estaba fallando últimamente.

—!Asmoht, sere atsioge¡ ( traducción: ¡Thomas, eres egoísta!)

Eidar solo podía escuchar esas voces, ni siquiera sabía en qué idioma hablaban, solo quería ser rescatada.

¡Al fin pudo salir de la superficie! Y se percató que todo era resplandeciente y habían edificios ¡sobre el agua! Literalmente, todo era rodeado de agua y sin escalones.

Habían niños alrededor, nadando sin salvavidas o alguien quien los vigilara. Su confusión fue mayor cuando pudo entender las conversaciones de las demás personas.

—¡Ayuda! Auxilio, ¡el pulpo gigante nos quiere comer!— se escuchó un niño gritando a lo lejos.

Eidar no lo pensó dos veces y se fue a la dirección de aquella voz aguda que necesitaba de su apoyo.

—¿Niños están bien?— preguntó con pánico.

—Si señor, solo estábamos jugando, lo sentimos— dijo apenado.

Los pequeños se retiraron del lugar, dejando a una Eidar confundida: "señor" ¿Acaso estos pequeños no les habían enseñado la diferencia de masculino y femenino?

De pronto se percató que su voz era muy gruesa y su cuerpo se sentía extraño. Se vió sus manos peludas, su abdomen y se tocó su cara que ahora tenía una ¿!Barba!?

—AHHHHH— gritó.

Todos a su alrededor lo miraban con curiosidad.

ReverseWhere stories live. Discover now