Harry se encontraba parado en la puerta de la oficina, balanceandose sobre sus talones y con los brazos cruzados sobre su pecho. Sus rizos caían con gracia, sus ojos analizando a la persona que estaba sentada en el escritorio frente a él y que parecía no prestarle atención.
Hace aproximadamente 1 mes que oficialmente estaban juntos, pasaban todos los días en los pasillos infernales. La mayor parte del tiempo se encontraban en la oficina de Louis, a veces iban a pasear por los alrededores o se metían a la pileta recordando viejos tiempos.
Quizás no solo recordaban viejos tiempos, a veces la nostalgia era tan fuerte que incluso los recreaban. Follaban en la pileta, en la oficina, arriba del escritorio, en el sillón, en los jardines y, básicamente, en cualquier superficie lo suficientemente cómoda.
Todo estaba yendo de maravilla, cada día se daban cuenta de lo enamorados que estaban el uno del otro, de lo felices que eran cuando se podían quedar todo el día acostados o cuando iban a molestar almas en pena que andaban rondando por el infierno.
A pesar de que ambos tenían personalidades muy chocantes, se complementaban a la perfección. Los dos eran dominantes y tercos, a veces ocurrían algunas peleas esporádicas pero se solucionaban al rato con mimos y muchos besos.
—¿No me vas a hablar en todo el día?–preguntó mientras tamborileaba sus dedos contra el escritorio.
Louis le había declarado la ley del hielo desde hace 1 hora. ¿El motivo? No se sabe muy bien. A veces simplemente le gustaba molestarlo un ratito, no iba a durar mucho tiempo, pero era divertido verlo rogar por su atención. Harry siempre empezaba a caminar de un lado a otro por toda la oficina, o trataba de tocar un instrumento de la peor forma posible para sacarlo de quicio, incluso una vez amenazó con follarse a Stuart, aunque ambos sabían que eso nunca iba a pasar (a pesar de que el rubio se babeaba por la pareja, como puta arrastrada).
Al darse cuenta que prácticamente estaba hablando con una pared, el rizado salió de la oficina. Estuvo ausente aproximadamente 5 minutos hasta que volvió a entrar por esa gran puerta, desnudo y con la frente en alto.
Se recostó en ese gran sillón de felpa rojo, acomodándose entre los almohadones, tirando su cabeza hacia atrás y cerrando sus ojos.
Comenzó a acariciar sus muslos de forma lenta, recorriendo cada centímetro de su sedosa piel. Sus manos se fueron dirigiendo hacia arriba, rozó la erección que se estaba formando pero sin embargo siguió de largo. Llegó a sus rosados pezones, comenzó a apretarlos, retorcerlos y estimularlos. Expulsó un pequeño gemido, mientras que con una mano tocaba sus pezones, con la otra seguía recorriendo su fibroso cuerpo.
Llevó dos dedos hacia su boca y empezó a chuparlos sin descaro. Ensalivándolos muy bien, lamiéndolos como si fueran una paleta helada. Se escuchaban sensuales sonidos provenientes de su boca, sus mejillas se hundían debido a la succión y algunos hilos de baba se escapaban de sus labios.
Ya había comenzado a sudar cuando su erección se levantó por completo, grande y firme. No iba a mentir que en su cabeza solo se imaginaba a Louis, a él, a su pene y su hermoso cuerpo. Louis penetrándolo, Louis follando su boca. Siempre Louis.
Se moría de ganas de llamarlo en ese momento, de decirle que se haga cargo de la situación y que lo acorrale contra la pared. Pero tenía que controlarse y mantenerse firme en su plan. Creía que él lo estaba mirando en ese preciso momento, pero para confirmarlo tendría que abrir los ojos y sabía que se iba a tentar si lo veía reposando en su silla.
Encaminó sus dedos ensalivados hacia su rosado agujero y comenzó a moverlos alrededor de este. Haciendo círculos sobre él pero sin penetrar todavía, amagando y rozando, sintiendo absolutamente cada movimiento. Cuando parecía que estaba a punto de entrar, llevó su mano hacia su gran pene y comenzó a masturbarse lentamente. Deslizando sobre toda la longitud sus hermosas manos llenas de anillos, subiendo poco a poco la velocidad.
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THE DEVIL JAIL | au twitter
Фанфик-cuando solicité un compañero para divertirme, no imaginé que me traerían un corderito. ó donde el Rey del Inframundo se entera que hay un preso que se hace llamar a si mismo la reencarnación del diablo y decide castigarlo. 🏅#1 - louistomlinson 🏅#...