THE DEVIL JAIL | au twitter

NOVENA PARTE

Habían pasado semanas desde que Harry vio al ojiazul por última vez.

Y sin embargo, desde hace días que tiene la impresión de que hay alguien observandolo. 

Últimamente no podía dormir bien, no estaba tranquilo, no follaba y ni siquiera podía darle buenos golpes a la bolsa de boxeo. Para colmo, habia un puto pitidio en su oido que le taladraba la cabeza todo el dia.

—"Nis virimis printi, Cirdiriti" diablo estupido. ¿Cuando mierda es pronto? ¿Horas, días, meses, años?– se quejaba en voz alta mientras daba vueltas por su celda. 

Si, quizás se había obsesionado un poco con el rey del inframundo, pero…

¿Lo pueden culpar?

Le parecía absolutamente extraño lo que le estaba pasando. No el hecho de que un ser infernal, casi mítico, lo estuviera acosando y provocando. No, lo que le resultaba extraño era que le gustaba que un ser infernal, casi mítico, lo estuviera acosando y provocando.

Y necesitaba más. 

Harry siempre fue avasallador en sus encuentros, el siempre mandaba, siempre dominaba al otro con gran facilidad. Nadie se le resistía ni desobedecía sus órdenes, porque todos le tenían miedo.

Menos el.

Louis era la única persona a la que no le temblaba el pulso para contradecirlo. Que no acataba ninguna de sus órdenes, que se mostraba poderoso y amenazante. Y no podía negar que esa rebeldía le calentaba un montón. 

Quizás el que sea el diablo explicaba muchas cosas. 

Salió de su nube de pensamientos, necesitaba parar un poco su mente porque sino se iba a volver loco. Hace días que estaba pensando en lo mismo y cada vez se empecinaba más con ese hombre.

Se dirigió hasta el comedor de la cárcel y empezó a buscar a alguien en particular.

Cabello castaño, ojos verdes, mirada perdida… bingo.

Se encontraba leyendo el periodico cuando llegó a su mesa, Harry apoyó sus dos manos en la mesa y se acercó un poco al hombre para susurrarle.

—Necesito que me consigas un par de cosas.

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9/15?