Capítulo 6 - El Color de la Luna

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"Hace tiempo que lo buscaba pero ahora lo encontré de la forma más inesperada ,"

. . .

Entonces el suave cosquilleo del pasto en mi hocico me hizo despertar. Por mi mente pasaron rápidamente los acontecimientos pasados, al abrir los ojos sentí que solo habían pasado segundos después de volverme arena. Pero mi cuerpo estaba entero, estaba en el Valle, hubiera pensado que aún estaba en el Mapa del Alma pero sentir la contextura suave de las telas oscuras del lobo de la muerte me confirma que estoy en la realidad. Tomó sus telas y las aspiró para sentir su olor, es un olor increíble, relajante, un olor diferente a las flores o la esencia de vainilla que Jengi usa en la panadería.

Entonces es cuando le veo cargando algunos troncos de madera a la distancia. No puedo evitar mirar sus brazos fuertes como su pecho desnudo. Me levanto entonces dirigiéndome a él, caminando por una pequeña bajada. El cielo estaba oscuro, no vería mucho más de no ser por una luz a unos metro de mi. Entonces veo lo que trata de hacer. Era una fogata, aunque por su inexperiencia había puesto mucha leña ahogando al fuego.

- No vayas a matar al fuego.

Alzo mi voz para que me escuche, tenía expresión de estar frustrado con su intento de hacer una fogata.

- Estoy seguro que lo he hecho bien.

Entonces cuando me dirigió la mirada el fuego se apagó. Todo alrededor también lo hizo, estaba oscuro lo único diferente era el cielo. Y gracias a eso pude ver la silueta de mi lobo, aunque no podía ver su rostro podía sentir que estaba frustrado.

- Quería hacer algo especial para ti, lo arruine.

Por la poca luz puede notar que bajo sus orejas, maldije la oscuridad por perderme muchas de sus expresiones que habrían sido encantadoras. Entonces Ludwig le dio sus ropa al lobo blanco para poder hablar.

- Déjame ayudarte, tengo experiencias en fogatas.

- Gracias.

- Primero necesito luz, tienes un pedernal o algo que...

Entonces solo tuvo que rozar sus armas entre ella y prendió un leño lo suficiente para poder vernos las caras como algo del alrededor.

- Buen trabajo.

Tome el leño encendido dejándolo apoyado en una piedra.

- Dejame ver como lo hiciste para que aprendas

Entonces le aprieto la mejilla.

- Elegiste un espacio abierto, bien hecho. Limpiaste la zona alrededor de la hierba, bien. Hiciste un pequeño hoyo, ja. ¿Y las piedras?

- ¿Se necesitan piedras?

- ¿Qué fogatas hacías?

- Solo prendía las que me encontraba por el camino, como vi muchas trate de hacer una como las que había visto.

- Tráeme algunas piedras, cuando hay un fuego, el calor se va para todos lados, pondremos una pequeña pared para reflejar el calor.

Entonces el lobo blanco fue trayendo piedras y Ludwig las iba acomodando hasta que ahora parecía una fogata funcional.

- Ahora encenderemos un poco de hierba seca, va a humear por un rato pero con los troncos que cortaste además de la piedra, se verá perfecto.

- Se ve increíble.

- Haz los honores.

- Entonces el lobo volvió a chocar sus hoces prendiendo la mata de hierba seca.

Me agache, soplaba para mantener viva la llama, terminada mi tarea, solo me senté en el pasto mirando como la fogata comenzaba a crecer.

El Color de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora