C25. "Orgullosa"

14.9K 1.9K 1.7K
                                    

Narra Aidan:

Al ver su expresión y analizar lo que había dicho maldije, había sido un idiota al decir eso, simplemente había salido de mi boca sin pensar.

—(T/n), no quise...— las palabras se quedaron atoradas cuando vi sus ojos, aquellos brillosos ojos de siempre ahora mismo se encontraban apagados y sin vida. -Mierda... sabes que no quise decir eso, jamás lo diría porque somos... somos los mejores amigos.— intenté repararlo pero cuando se dió vuelta para irse supe que no lo había logrado.

La seguí de inmediato.

—Por favor, no quise decirlo! Solo salió sin pensar.— expliqué pero ella ya estaba afuera a lo que volteó.

—Eres un tonto! He hecho cosas inimaginables por ti, me he sacrificado y ahora me pagas con decirme asocial solo porqué mi único amigo eres tu?.— dijo incredula.

La miré arrepentido y negué.

—... que bueno que ahora sé todo lo que piensas de mi.— dijo.

—Tienes que perdonarme... no fue mi intensión, es solo que estabamos peleando tan fuerte que simplemente salió, no fue culpa mía y...— prontó sentí una presión en mis labios.

Mis ojos quedaron abiertos por aquello, (T/n), mi mejor amiga estaba besandome. Lo estaba haciendo en realidad.

No sabía porqué pero de un momento a otro mi estomago empezó a revolotear, como si dentro de este hubieran mariposas o algo así, no sabía explicarlo realmente.

Unos segundos después sentí como unos fuegos artificiales explotaron haciendome cerrar los ojos de inmediato. 

Hoy era 4 de julio, a lo cual igual había olvidado por completo.

Sentí como se separó de mi y sin más me miró a los ojos con tristeza, por más que intenté no le seguí el beso. No cuando estaba con hannah y ella era mi mejor amiga.

—Pues bien... ahora sabes que era lo que yo pensaba de ti.— soltó, yo simplemente no entendí.

Ese beso había significado algo acerca de sus sentimientos hacia... hacia a mi?.

—Tu... siempre cuidaste de mi porqué...— la frase quedó en el aire cuando noté como ella desabrochó su brazalete y me lo entregó.

—Feliz 4 de julio, aidan...— soltó y sin más se alejó de ahí.

Quise seguirla, sin embargo mis pies no respondieron pronto fruncí el seño de inmediato.

—Aidan... sucedió algo?.— escuché la voz de mi madre tras mío.

Sin embargo negué rápidamente. Porqué estaba acá afuera? Que había pasado?. No le tomé mas importancia y entré de nuevo a casa.

Mi cabeza estaba hecha un mar de recuerdos borrosos y sin sentido que simplemente no valía la pena recordar más o eso era lo que pensaba ahora que tenía una jaqueca insoportable.
















Narrador omnisciente:

Los piecitos de (T/n) subieron las escaleras del pórtico de su casa con rápidez, había que decir que su corazón iba a mil por hora y no por aquel beso, si no por las palabras de aidan.

—Cielo, que bueno que regresaste... preparé tu cena favo...— la madre de la pequeña solo frunció el seño al notar como esta se aferraba al cuerpo de ella desde atrás.

Trató de mirarla pero sabía que no se podría ya que ella realmente estaba abrazada a aquella con fuerza asegurandose de que su carita no se viera.

Sabía que estaba llorando.

Esta solo se dedicó a abrazarla, no sabía que había sucedido pero sin duda alguna le dolía ver a su hija en ese estado.

—Que ocurrió, mi amor?.— susurró acariciando su cabecita.

Esta no respondió, lo único que podía hacer ahora para hacerla sentir mejor era dejar que se desahogara, que sacara todo lo que sentía con ese momento.

Pronto se encaminaron a la habitación de (T/n) y entraron, ambas se recostaron en la cama abrazadas, ella seguía sollozando en el pecho de su madre mientras que esta observaba a la nada, no sabía que era lo que la tenía así pero ya se imaginaba algunas escenas.

Sin embargo no iba a recordarle aquello a su bebé, ella estaba sufriendo ahora y no volvería a abrir aquella herida reciente.

—Mañana estarás mejor, mi amor... estarás bien y serás fuerte de nuevo, le demostrarás a los demás que nada ni nadie te vence... me lo prometes?.— susurró y esta no hizo ni contestó algo. —Puedes llorar hoy, sacar todo pero promete que mañana tu sonrisa seguirá intacta... como habías dicho que era tu lema?... Para que estar triste si puedo estar feliz?.— le recordó y pronto el sollozo de aquella se detuvo.

Pero aún así, la pequeña de 14 años no se apartó de su madre para nada, realmente para nada. Con ella se sentía segura y no un estorbo como ahora se sentía para su mejor amigo.

Porqué si... aidan la había lastimado, la había herido sin siquiera pensar como se sentiría o le afectaría, nunca lo había hecho y eso era lo que le dolía.

Porque por más que una persona dé hasta la vida por otro, aquella jamás va a sentirse agradecida.

—Aidan me llamó asocial, mamá...— susurró de repente. Su madre se tensó. —Dijo que no lo dejaba divertirse con sus nuevas amistades y que el no tenía la culpa de que yo fuera una asocial con todo el mundo solo por querer que el fuera mi único amigo.— contó la historia.

—Las personas aveces se sienten presionadas con su nuevo entorno cariño, en el caso de aidan supongo que el tener nuevas amistades le ha hecho abrir los ojos por la fascinación de estar con ellos... por lo tanto ha olvidado que su única amiga está y estará aquí, verdad?...— susurró.

—Ya no soy su única amiga, mamá...— respondió tristemente.

—Si, lo comprendo... pero a lo que quiero llegar es que tu no debes de sentirte mal por lo que las demás personas digan de ti, una persona como tú que tiene un noble corazón, que está ahí para ti en todo momento pero sobre todo que te ama y que te apoya no se encuentra en todos los lados... así que dime... solo por esto, dejarás de ser la dulce niña que siempre eres?... dejarás que unas palabras de alguien cualquiera te afecten?.— preguntó.

—Aidan no es cualquier persona, mami.— mencionó jugando con sus deditos.

—Eso ya será una decisión que tu tendrás que tomar, amor... así que venga, no llores, vas a tomar un baño, te pondrás tu pijama y veremos peliculas juntas para que se te quite este trago amargo.— ofreció secando las mejillas de su pequeñita.

(T/n) solo sonrío tristemente, su madre era lo mejor que le había pasado, ella siempre la comprendía y daba los consejos que toda hija quisiera tener.

—Está bien, mamá... y gracias por todo.— la volvió a abrazar aun estando ambas en la cama.

—Eres mi único tesoro, cielo... jamás quiero que te derrumbes por nadie, me oiste?.— dijo en su oído y ella asintió en silencio.

Tenía razón, nadie iba a hacerla rendirse... nadie iba a quitarle su sonrisa, mucho menos ahora que tenía un nuevo amigo con quien debía seguir trabajando en su lema junto a el.

Para que estar triste, si puedo estar feliz?.— dijo de repente con los animos subidos.

Su madre solo sonrío orgullosa de su hija.

—Esa es mi pequeña (T/n), ven aquí!.— abrió los brazos a lo que rápidamente el cuerpo de su hija quedó envuelto en estos.

—Te amo, mamá.— soltó sincera.

—Yo te adoro, cielo.— sonrió la señora.

¹𝑴𝒆𝒎𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒕𝒐 𝒑𝒍𝒂𝒛𝒐 [𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓&𝑻ú][✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora